Miguel Grau, el mayor representante de la Marina de Guerra del Perú
Se activó tu cuenta.Se te redireccionará al inicio de sesión

Si se pudiera retratar la palabra lealtad, heroísmo o amor a la patria, definitivamente nos toparíamos con una imagen de Miguel Grau. Y no es para menos, pues estamos hablando de uno de los más grandes héroes de la historia del Perú, que en la adversidad se hizo gigante gracias a la decencia con la que manejó su carrera militar.


El pensamiento que profesó durante los 45 años que vivió lo retratan como el caballero (de los mares) que fue. A más de 140 años de su partida, Miguel Grau sirve como ejemplo para todo ciudadano de bien, y más aún para todo aspirante a ingresar a la Marina de Guerra del Perú, el órgano encargado de la defensa marítima, fluvial y lacustre que forma parte del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú.


Conoce un poco más sobre los orígenes del mayor representante de los marinos en el Perú y el legado que dejó gracias a sus heroicas acciones en la Guerra del Pacífico.

 

Miguel Grau Seminario. Crédito: El Peruano.


Sus orígenes


27 de julio de 1834. En la ciudad de Piura (que pertenece a la región con el mismo nombre) nace Miguel María Grau Seminario, el tercero de los cuatro hijos de la unión entre Juan Manuel Grau y Berrío y María Luisa Seminario y del Castillo. Don Juan Grau fue un exintegrante del ejército de Simón Bolívar. Se asentó en Piura, recibió su nacionalidad y se casó con doña María Seminario –natural de Piura-, hija del regidor perpetuo y alcalde ordinario del cabildo piurano, Fernando Seminario y Jaime.


Su infancia estuvo marcada por las anécdotas de su padre, que supo transmitir ese fervor patriótico por las fuerzas armadas a sus hijos. Más aún se vio influenciando cuando en 1843, con tan solo 9 años, fue parte del equipo comandado por Ramón Herrera -un muy cercano amigo de su padre- y surcó las aguas de Paita a Panamá en una goleta (buque de vela de dos o más mástiles). Miguel pasó a ser una persona muy callada, tranquila y distraída, un comportamiento contrario a cuando estaba cerca a las costas, su lugar preferido.

 

Monumento a Miguel Grau en el Parque temático de la Marina de Guerra del Perú. Crédito: Ministerio de Cultura.


El caballero de los mares


A su retorno al país que lo vio nacer, Miguel Grau decide instalarse en Lima, la capital del Perú, con la intención de postular a la marina. Su experiencia previa y preparación posterior le valieron para ser admitido, siendo el 14 de marzo de 1854 su primer día con el uniforme oficial de la Marina de Guerra del Perú. 


Fue el 21 de mayo de 1879 cuando Miguel Grau se ganó, durante el combate naval de Iquique, el apodo de “Caballero de los Mares”. El monitor Huáscar se enfrentó a la corbeta chilena Esmeralda, que era comandada por el capitán Arturo Prat. Los peruanos salieron victoriosos, pero Grau mostró una compasión única por sus rivales: salvó a los náufragos, perdonó la vida de los marinos que se rendían y los trató dignamente. Además, ordenó que los objetos personales del capitán Prat (entre los que destacan su espada, uniforme y diario) no fueran violentados, concretando la devolución de estos a su viuda, Carmela Carvajal. 

 

Fue en la zona de Punta Angamos en donde se desarrolló el Combate de Angamos, el último enfrentamiento de Miguel Grau. Eran 6 contra 2. Era casi imposible pensar en una victoria. Pero el estratega Grau tendría en mente una última jugada: ordenó al Unión huir para despistar a las embarcaciones y aprovechar el desconcierto para contraatacar. Esta acción le salvó la vida a cientos de peruanos. El Huáscar se enfrentó al Cochrane, al que no pudo hacerle frente: en ese combate falleció el contraalmirante Miguel Grau.

 

Réplica del Monitor Huáscar en la Casa Museo Almirante Miguel Grau (Piura). Crédito: Marco Garro / PromPerú.


La casa Grau

Ubicada en el jirón Huancavelica 170-172 -lugar donde vivió la familia del Almirante Miguel Grau- es una casona de dos pisos que data de finales del siglo XVIII. Resalta por su diseño arquitectónico republicano y balcones estilo neoclásico de madera.

 

En el segundo piso de esta vivienda, Grau y su esposa, Dolores Cabero Nuñez, con quien tuvo 10 hijos, vivieron hasta el 1879, año en el que partió a luchar en la Guerra del Pacífico.

 

En 1972, el Inmueble fue declarado Patrimonio Cultural del Perú debido al valor histórico que alberga. Doce años después,  la Marina de Guerra del Perú conviertió la casa en museo para que pueda ser visitada por los turistas y conozcan cómo vivió Miguel Grau y su familia.

 

El horario de atención es de martes a viernes de 09:00 - 16:00 hrs. Las entradas tiene un costo para extranjeros y adultos de S/ 3, los adultos mayores deben abonar S/ 1.50, mientras que para niños, niñas y estudiantes es de S/ 2.00. Mayor información en [email protected] y al teléfono 248 5012.

 

Fuentes: Marina de Guerra del Perú / Biografías y Vidas

 

 

Síguenos a través de nuestras redes sociales
Facebook | Twitter | Instagram | YouTube | TikTok

Notas Relacionadas