American Hustle de David O. Russell [Crítica] | Entretenimiento Cine y Series | Univision
null: nullpx
Amy Adams

American Hustle de David O. Russell [Crítica]

Publicado 27 Feb 2014 – 12:29 PM EST | Actualizado 14 Mar 2018 – 09:48 AM EDT
Comparte

El próximo domingo, 2 de marzo, se celebra la 86 edición de los Premios Oscar. Una esperadísima gala cuyas películas favoritas a alzarse con el mayor número de estatuillas son Gravity y American Hustle, ambas con 10 nominaciones.

Una más que oportuna ocasión para comentar la última de estas dos, estrenada en diciembre de 2013 en Estados Unidos, momento desde el que no sólo ha obtenido un modesto éxito en taquilla (más de 210 millones de dólares mundiales) sino también una avalancha de premios, gracias en parte, a la brillante dirección de David O. Russell y el peso interpretativo de las cuatro  estrellas de la cinta: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper y Jennifer Lawrence.

Vayamos con la crítica de American Hustle (conocida como Escándalo Americano en Latinoamérica o La Gran Estafa Americana en España).

El actor es la estrella

American Hustle es una vaga adaptación del conocido caso Abscam, ocurrido a finales de los años '60 en Estados Unidos, como consecuencia de un complot organizado por algunos agentes del FBI en colaboración con un estafador y ciertos congresistas sobornados. Estos planeaban permitir los favores económicos de un jeque árabe en varias reformas del estado de Nueva Jersey, especialmente en una amplia red de casinos. La película parte de esta premisa, ofreciendo aspectos más diferenciados, empezando por los mismos protagonistas.

Y es que, si bien American Hustle contiene una detallada trama que conviene no desvelar en exceso, esta comienza en 1978 con la relación de un estafador propietario de varias tintorerías, Irving Rosenfeld ( Christian Bale), quien se dedica a ceder préstamos engañosos y vender obras de arte falsas. Este conoce a Sydney Brescott ( Amy Adams), una stripper que se convertirá en su particular gancho para atraer a nuevos clientes y de la que está locamente enamorado; si no fuera por el "insignifcante" hecho de estar casado con la peculiar Rosalyne ( Jennifer Lawrence), madre de su hijo Danny.

La meteórica carrera de estafas iniciadas por el tándem protagonista se ve truncada tras conocer a un agente del FBI, el ambicioso Richie DiMaso ( Bradley Cooper), quien acuerda no detenerlos si acceden a participar en una operación que implica a Carmine Polito ( Jeremy Renner), alcalde del condado de Camden en New Jersey, que  pretende sanear sus dominios permitiendo las licencias de numerosos casinos en la Costa Este mediante los favores económicos de un jeque árabe inventado por el propio Richie.

La trama va aproximándose a laberintos peligrosos cuando los objetivos de cada uno de los personajes (tanto emocional como económicos) se van uniendo a una operación en la que entran mexicanos que suplantan a jeques, capos mafiosos (una gran sorpresa la de Robert De Niro) y varios triángulos amorosos.

La película, a pesar de obedecer a ciertos tópicos del género, deslumbra por la presencia de sus actores, la verdadera alma de una cinta en la que todos desfilan en su mejor estado de gracia; una ambientación y vestuarios más que acertados y el trasfondo de una trama dinámica que llega a volverse confusa, aderezada de un humor negro que tampoco llega a explotar.

Las reservas de una gran estafa

Spoilers

Cada uno de los actores protagonistas de American Hustle arrastra una meteórica carrera que parece detenerse en esta película para encarnar un papel que es como si estuviera escrito exclusivamente para ellos. Ahí tenemos a Bale post- Batman, bajo los peluquines y los kilos de un Irving carismático, que conduce la trama como narrador y principal barómetro de cada golpe de la operación. Amy Adams deslumbra, no sólo por su vestuario sino por la descarnada interpretación de la sensual Sydney Brosser (también llamada Lady Edith Greensley como doble identidad durante la "gran estafa") . 

Bradley Cooper convence como el ambicioso y (finalmente fracasado) Richie, mientras Jennifer Lawrence, a pesar de interpretarse a sí misma en algunos momentos, sorprende con un papel tan encomiable como sorprendente. Renner está a la altura dentro de lo lineal de su personaje, mientras la aparición de De Niro como el mafioso Victor Tallegio homenajea a sus grandes interpretaciones en un papel interpretado ya varias veces, entre ellas, en El Padrino.

Y es que, es esta (El Padrino) la madre de todas las posteriores cintas que juegan con mafiosos, agentes del FBI, momentos de pura tensión  y un selecto grupo de actores que han hecho mella en la historia del cine. Quizás es esa sorpresa lo que  falta en American Hustle, cuya trama comienza más que bien, lubricando unos personajes para los que imaginamos grandes giros y secretos inesperados. Y en realidad los hay, pero para cuando los descubrimos la película se ha vuelto un laberinto donde no caben tantas historias o puntos de vista. Ese es el principal problema de la cinta de Russell.

Por otra parte, el ligero tono de humor negro, una banda sonora que van desde Donna Summer hasta Duke Ellington, o los diferentes matices de sus personajes agilizan la trama o regalan grandes momentos  (ese beso Lawrence - Adams), interesándonos más por el rumbo de sus historias secundarias en ciertas ocasiones que por el desarrollo de una estafa que también brinda golpes acertados (un jeque mexicano y su tensa conversación en árabe con el personaje de De Niro).

Las 10 nominaciones a los Oscar de American Hustle han sido copadas principalmente por sus actores y un David O. Russell con una buena historia entre manos, tras el éxito de The Fighter o Silvers Linings Playbook, obras de las que ha rescatado a gran parte del elenco de su última cinta. Actores portentosos (sí, vuelvo a remarcarlo), ambientación y trama interesante pero que requiere de cierta atención si no queremos vernos atrapados en un océano demasiado revuelto en su tramo final.

¿Ya viste American Hustle? ¿Descubriste algunos errores?

Comparte