Dragonkeeper: Guardiana de dragones (2023)

China durante el período de la dinastía Han. La pequeña Ping sirve como criada para el cruel Lan, que le obliga a llevar comida a dos dragones que cuida. Cuando la única amiga de la niña, la rata Hua, cae en el foso en el que habitan estos seres mitológicos, baja para tratar de ayudarla. Las criaturas no sólo no la atacan, sino que la avisan de que llevan esperándola mucho tiempo, pues todo indica que Ping puede cambiar las cosas, a fin de que los dragones vuelvan a cooperar con los humanos, así que la chavala se convierte en protectora del último huevo de la especie.

Tras la excepcional Buñuel y el laberinto de las tortugas, que recreaba el imaginario del director aragonés, Salvador Simó cambia por completo de target, pues su nueva cinta de animación no está dirigida como la anterior a los adultos, sino a un público familiar más amplio. Adapta la primera novela de una saga de Carole Wilkinson, en una cinta coproducida con China. Ha contado con un presupuesto holgado, que se nota en la calidad de la animación digital, muy brillante, y con el encanto de los productos artesanales. Figura además como codirector Li Jianping, todo indica que para que el film no caiga en inexactitudes sobre la historia y la idiosincracia del país oriental, pues está concebido con mucha visión comercial, todo indica que puede ser un enorme éxito en el mercado más grande del mundo, si es que logra estrenarse allí, empresa un tanto complicada.

Cuenta una historia de hechuras mágicas y fantásticas en la línea de Raya y el último dragón, aunque sin la originalidad de la ópera prima del realizador. Arturo Cardelús hace un gran esfuerzo en la banda sonora, imitación de la música tradicional china, aunque a ratos resulta un tanto repetitiva, y algunos personajes podrían tener algún matiz que les diera personalidad propia, pues por ejemplo el villano es un puro estereotipo. Por suerte, se trata de un producto amable y ameno con personajes expresivos, y algunas secuencias consiguen la deseada intensidad dramática. Se han incluido reflexiones sobre la libertad, y la capacidad del individuo para luchar y labrarse un buen futuro.