El día que las víctimas de John Wayne Gacy consiguieron justicia

Hace 41 años un jurado de Chicago puso fin a una de las historias más brutales que vivió Estados Unidos: la ocasionada por John Wayne Gacy, también conocido como el payaso asesino, responsable del homicidio de al menos 33 personas.

Tras más de dos décadas de haber comenzado delinquir cometiendo abusos sexuales y violaciones, Wayne Gacy fue condenado el 12 de marzo de 1980 a la pena de muerte por los crímenes que cometió en contra de hombres, adolescentes y niños.

El asesino serial cobró fama no sólo por los homicidios, sino porque violaba a todas sus víctimas.

Wayne Gacy atacó en el condado de Cook, en Illinois, y recibió el apodo de payaso asesino por el disfraz que usaba para animar fiestas infantiles; su personaje solía llamarse Pogo the Clown.

Las investigaciones que se realizaron tras su detención determinaron que el homicida tuvo una infancia llena de abusos, además de que los estudios sicológicos arrojaron que ser homosexual le causaba mucho conflicto.

El payaso asesino enterraba a sus víctimas en el patio de su casa o las arrojaba a vías fluviales cercanas.

Policías hallaron 29 cadáveres al registrar su domicilio.

El inicio

En el año 68 ya tenía una sentencia por agresión sexual contra dos adolescentes, pero a pesar de que la condena era de 10 años de prisión sólo cumplió dos y fue puesto en libertad condicional.

En 1972 cometió su primer homicidio: Timothy McCoy, un joven de 16 años, fue violado y asesinado en el domicilio de Wayne Gacy.

Tras poco más de un mes de juicio, en el que el imputado declaró que los crímenes fueron cometidos por una personalidad alterna, el asesino serial fue sentenciado en 1980 a 12 condenas a muerte y 21 cadenas perpetuas por las 33 víctimas que se pudieron confirmar.

Se estima que hubo más homicidios, los cuales no fueron confesados.

En mayo de 1994 y tras varios intentos por ser declarado inocente, el payaso asesino recibió la inyección letal.

Edición: Mirna Abreu