La historia trágica que rodeó a Edberg en 1983

Stefan Edberg, una fecha récord y un episodio trágico

En el año 1983, Stefan Edberg se alzó con los cuatro títulos de Grand Slam en categoría junior pero un momento trágico lo marcó para toda la vida.

Alejandro Arroyo | 14 Jul 2020 | 18.57
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Dick Wertheim, tras caer de su silla. Foto: Tennis.com
Dick Wertheim, tras caer de su silla. Foto: Tennis.com

En 1977, hace ahora 43 años, la ATP dio comienzo a la prueba junior de sus Grand Slams. En ellas se medirían jugadores no profesionales que se acercaban al profesionalismo y que ya competían en circuito de su edad en etapas previas al circuito ATP. Ya en esa primera temporada, un tal John McEnroe se alzaba con Roland Garros junior, el primer gran nombre que despuntaría en categorías previas a la élite.

Seis años después, y habiendo ganado ediciones junior tenistas de la talla de Ivan Lendl, Mats Wilander, Henri Leconte o Pat Cash, en 1983 iba a tener lugar un hecho insólito, no sólo porque no había ocurrido antes sino porque no se ha vuelto a repetir. Un tal Stefan Edberg, un chico sueco de talento puro, venció a Simon Youl en la final del Australian Open, a Franck Frevier en Roland Garros y a John Frawley en la final de Wimbledon. Y llegado el verano, se enfrentaba nuevamente a Simon Youl en la final del US Open.

Stefan Edberg dominó aquel año con una superioridad nunca vista en juniors. Mark Kratzmann ganaría tres grandes un año después y Gael Monfils en 2004 se quedó a las puertas del 'Grand Slam' junior, pero Edberg los ganó todos. Aquella tarde ganaría a Simon Youl y levantaría su cuarto título de Grand Slam junior en una misma temporada, una gesta que no se ha vuelto a repetir. Su carrera sería realmente brillante en profesionales pero aquel día lo marcó para siempre.

Con 6-2 en el primer set de la final que lo elevaría a los libros de historia, un 10 de septiembre de 1983, Edberg vivió en primera instancia un accidente convertido en tragedia. El sueco conectó un saque defectuoso, cuya trayectoria impactó en la entrepierna de uno de los jueces de línea, que en aquellos años también se sentaban en sillas muy altas para ver el bote de la pelota en lugar de estar de pie. Dick Wetheim, con tan mala fortuna, perdió el equilibrio y cayó al suelo desde la silla, impactándose con el suelo.

Trasladado al hospital por el alcance del golpe en su cabeza, Wertheim fallecía días después, el día 15 exactamente, a causa de un accidente cerebrovascular, un suceso que marcó a Edberg durante muchos meses, convirtiendo una fecha histórica a nivel deportivo, en uno de los días más amargos de su trayectoria como jugador y de su vida en conjunto. Una fecha muy amarga en mitad de un récord para la historia.