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Qué hacer en Salamanca: 20 planes imprescindibles

Qué hacer en Salamanca

La ciudad castellana de Salamanca tiene uno de los cascos históricos mejor conservados del mundo y alberga inmensos atractivos de los que disfrutar. Sin duda, hay muchas cosas qué hacer en Salamanca.

Al no ser una ciudad excesivamente grande es fácil y agradable para recorrerla a pie y contemplarla sin prisas.

Qué hacer en Salamanca: 20 planes imprescindibles

La ciudad de Salamanca, además de ser la cuna de la Universidad más antigua de España, tiene un impresionante patrimonio que ha hecho que sea declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

A lo largo de los siglos, muchas civilizaciones han dejado su huella y enriquecido la cultura salmantina, que tuvo su máximo esplendor en la época del Siglo de Oro. Una cultura que de buen seguro sabrás apreciar y disfrutar.

1. Reservar un free tour para hacer en Salamanca

Salamanca es una ciudad monumental y con tantos secretos que bien merece una explicación de cómo y por qué se originaron las maravillas de su centro histórico. 

Por eso, es una excelente idea inscribirse en este free tour de cerca de dos horas, que nos ofrece una visita guiada por el casco antiguo, que solo nosotros decidimos remunerar según la satisfacción que nos produzca. 

El recorrido comienza en el Arco de San Fernando de la preciosa Plaza Mayor salmantina. Atravesando la plaza del Corrillo, el itinerario conduce a la Universidad, la más antigua y prestigiosa de España. 

Frente a la hermosa fachada de las Escuelas Mayores toca cumplir con lo que se ha convertido en tradición ineludible y buscar la famosísima rana sobre la calavera

Desde aquí, nos acercaremos hacia la Catedral nueva, adosada a la antigua, para contemplar su impactante arquitectura plateresca. 

Frente a su fachada toca de nuevo aguzar la vista para encontrar curiosas figuras talladas en la piedra. 

Después, llegaremos al Palacio Episcopal, edificio de estilo ecléctico que hoy alberga el Museo Histórico de Salamanca y daremos por finalizado este interesante free tour por las calles de la capital salmantina.

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2. Aprovechar la ocasión para ver dos catedrales en una

Salamanca: Aprovecha la ocasión de ver dos catedrales en una

Salamanca es una ciudad única en este aspecto, porque tiene dos catedrales juntas, una románica y otra gótica y se puede pasar de una a otra por el interior. 

La Catedral de Santa María o Catedral Vieja se construyó entre los siglos XII y XIV, en estilo románico con tintes góticos, siendo su elemento más característico el excepcional cimborrio de la Torre del Gallo. 

Poco queda de su fachada, tapada por la nueva. De su interior, destaca el majestuoso retablo de 53 tablas, así como el bello claustro y sus capillas. 

La Catedral de la Asunción de la Virgen o Catedral Nueva se empezó a construir en 1513, al aumentar la población, bajo auspicios de los Reyes Católicos. Está adosada a la anterior, suprolongándose las obras hasta 1733. 

Obra magistral del gótico tardío, tiene elementos ya renacentistas y barrocos. Sobresale la imponente Torre de las Campanas, de 110 metros de altura, el techo de la ciudad. 

Su fachada principal también es excepcional, especialmente admirable la riqueza de la puerta de Ramos. 

Una de las curiosidades más extendidas del exterior de la catedral es la búsqueda de imágenes talladas en sucesivas restauraciones, como el famoso astronauta.

3. Conocer la Universidad más antigua y famosa de España

Conocer la Universidad más antigua y famosa de España en Salamanca

Fundada en 1218 por Alfonso IX, es la Universidad más antigua de España, por la que han pasado profesores y alumnos muy ilustres. 

El complejo de edificios universitarios es grande, con edificios como el Colegio Mayor de San Bartolomé, el Hospital de Estudio, las Escuelas Menores y las Mayores. 

Están todos en el centro de Salamanca, en la plaza del Patio de Escuelas, donde se conserva la estatua de Fray Luis de León. 

El edificio más representativo son las Escuelas Mayores, del siglo XV y sobre todo su imponente fachada plateresca, tallada en piedra. 

Está llena de elementos decorativos, medallones y escudos de los Reyes Católicos, Carlos I y la propia Universidad. 

Aquí está la famosa rana sobre la calavera que todo el mundo busca. La leyenda dice que los estudiantes que la encontraban aprobarían la carrera, aunque en su origen real simboliza la lujuria para que no olvidaran que debían dedicarse a los estudios. 

El interior se organiza alrededor del patio de estructura monástica, mientras que en la primera planta están las aulas centenarias, destacando la de Fray Luis de León, del siglo XVI. 

En la planta superior está la Biblioteca, que contiene unos 90.000 ejemplares anteriores al siglo XIX.

4. Encontrar el tesoro escondido en la Casa de las conchas

Encontrar el tesoro escondido en la Casa de las conchas para hacer en Salamanca

La emblemática Casa de las Conchas es el máximo exponente del gótico civil, ejemplo de creatividad arquitectónica. 

Lo más característico son las 300 conchas de su fachada dispuestas a tresbolillos, composición muy propia del estilo mudéjar. Pero, sin olvidar los escudos, blasones, gárgolas y ornamentos, así como sus cuatro ventanas góticas. 

Esta mansión señorial de finales del siglo XV fue la residencia de los Maldonado. 

Cuenta la leyenda que se escondió bajo una de las conchas un tesoro, joyas de la familia o las indicaciones para encontrarlo y por eso despiertan tanta expectación y se juega a adivinar cuál de ellas será. 

Su hermoso patio interior, con el pozo en el centro, donde se mezclan elementos medievales, mudéjares y renacentistas, así como la escalera de tres tramos, también son admirables. 

El edificio conserva una torre, de las dos que tenía en origen. La que falta fue derruida por orden del rey Carlos I, como represalia por la participación de un miembro de la familia Maldonado como caudillo comunero en Villalar. 

En la actualidad, la Casa de las Conchas alberga la Biblioteca Pública de Salamanca y es de acceso libre.

5. Descansar en el fantástico Huerto de Calixto y Melibea

Descansar en el fantástico Huerto de Calixto y Melibea en Salamanca

Se trata de un precioso jardín adosado a la muralla, dentro del casco antiguo de Salamanca. Uno de los rincones con más encanto de la ciudad, un parque romántico que rebosa colorido durante la primavera y traslada al visitante a la época medieval. 

Es un lugar perfecto para desconectar de la ciudad, refugiarse del calor veraniego y disfrutar de preciosas vistas del Tormes y las catedrales. 

Según la leyenda, este lugar pudo representar el jardín de la casa de Melibea descrito en la Celestina, el clásico de finales del siglo XV, de Fernando de Rojas, que estudiaba en la Universidad salmantina. 

Allí se encontraba con Calixto, por mediación de la alcahueta Celestina, que tiene una estatua de recuerdo en la entrada del escenario del trágico desenlace. El Ayuntamiento inauguró este espacio ajardinado en 1918. 

Hoy es un impresionante pulmón verde de 2.500 metros cuadrados, donde las plantas y flores crean el ambiente ideal para descansar y se encuentra incluido en la Ruta de la Lengua Castellana. 

Una tradición moderna, pero bastante arraigada ya, consiste en poner un candado en el pozo del huerto, siguiendo con la romántica costumbre presente en muchos puentes por todo el mundo.

6. Admirar la majestuosidad de la Plaza Mayor, un imprescindible que hacer en Salamanca

Qué hacer en Salamanca: Admirar la majestuosidad de la Plaza Mayor

Este centro neurálgico urbano es una de las más bellas plazas de Europa. Desde hace siglos es centro de la vida social salmantina.

Está viva y animada durante todas las horas del día y todos los días de la semana. Un lugar repleto de terrazas donde tomar algo y escenario de fiestas y conciertos. 

Fue construida entre 1720 y 1755 por Alberto Churriguera, a encargo del corregidor Rodrigo Caballero de Llanes y con el visto bueno del rey Felipe V, aunque lo tuviera que financiar con apoyo ciudadano y las arcas de la villa. 

Es una de las obras maestras de la arquitectura barroca, con forma de cuadrilátero irregular. Sus lados tienen tres pisos de altura y similar apariencia, exceptuando la fachada del Ayuntamiento, con espadaña con tres campanas. 

Destacan sus arcos de medio punto y los edificios históricos que la rodean, como el mismo Ayuntamiento, el pabellón Real, el de San Martín o el de Pretineros. 

Está adornada con 90 medallones labrado en la piedra con efigies de personajes históricos, aunque algunos están inacabados.

Con el paso de los siglos ha experimentado diferentes modificaciones y no hace mucho tiempo contaba con una amplia zona ajardinada y de recreo.

Para conocer Salamanca puede que te interese realizar este tour completo que te permitirá conocer los lugares más importantes de la ciudad

7. Escuchar canciones clásicas de la Tuna de Salamanca

En la Plaza Mayor se puede escuchar cada noche de verano a la tuna, interpretando sus canciones para los que están tomando algo en las terrazas. 

Estos grupos musicales de estudiantes universitarios, tan característicos, tienen una antigüedad superior a los siete siglos. 

La primera en todo el mundo y más conocida es la Tuna Universitaria, creada al amparo del Colegio Mayor de San Bartolomé, sobre 1218. 

Son llamados “sopistas”, que rondaban por conventos o tabernas ofreciendo sus serenatas, en base a las desigualdades entre estudiantes más ricos y más pobres. 

Mientras los adinerados tenían sus privilegios, garantizando comida y alojamiento, los otros tenían que ingeniárselas. Algunos trabajaban como criados, pero muchos cantaban y tocaban guitarra o pandereta por las tabernas.

Estos estudiantes eran considerados juerguistas y amantes de la fiesta y la noche, que utilizaban la música para cortejar a las mujeres. 

Su elemento más característico es el traje, procedente del siglo XVII, compuesto por capa, jubón, camisa, calzas, bombachos o gregüescos, zapatos y la banda de origen medieval conocida como beca, que identifica a las facultades. 

Actualmente, la más famosa es la Tuna Universitaria, integrada por alrededor de 25 personas, la mayor parte estudiantes de distintas facultades de la Universidad.

8. Contemplar la mejor vista de Salamanca desde su puente romano

Contemplar la mejor vista de Salamanca desde su puente romano para hacer en Salamanca

El denominado Puente Mayor es todo un símbolo de la capital salmantina, una monumental obra de ingeniería romana sobre el río Tormes y una de las mejor conservadas en toda España. 

Desde su superficie se disfruta de una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad, con el río Tormes y las catedrales al fondo, que aumenta su belleza al atardecer, cuando todo se ilumina. 

El puente se levantó en el siglo I como parte del trazado de la Vía de la Plata, entre los mandatos de los emperadores Augusto y Vespasiano. 

Su longitud es de 358 metros, con 26 arcos, de los que 15 son originales de la época de construcción y los otros 11 productos de reconstrucciones y restauraciones por destrozos de las riadas, especialmente la de 1626. 

Hoy peatonal, durante mucho tiempo, hasta el siglo XX, fue el principal acceso a la ciudad. 

En el lado más cercano a la ciudad se expone la figura de un verraco sin cabeza, obra de los vetones, pueblo prerromano que dejó muchas de estas esculturas por toda la provincia. 

El puente es muy popular en la literatura española, presente en una escena de “El Lazarillo de Tormes”.

9. Descubrir el grandioso edificio de la Clerecía 

El Colegio Real de la Compañía de Jesús, actualmente conocido como Clerecía, es un edificio construido entre los siglos XVII y XVIII, frente a la famosa Casa de las Conchas.

Cuando los jesuitas fueron expulsados, en 1767, el edificio pasó a propiedad de la Real Clerecía de San Marcos. 

Esta imponente construcción fue encargo de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, al arquitecto Juan Gómez de Mora, aunque al durar 150 años, tiene la huella de muchos otros. 

Está en el punto más alto de Salamanca por expreso deseo de la reina Margarita, así que, desde sus torres se divisa toda la ciudad y magníficas perspectivas. El edificio está dividido en tres partes: iglesia, colegio y residencia

La iglesia tiene una impresionante fachada en tres cuerpos, flanqueada por dos torres. El interior es de una sola nave, iluminado con una gran cúpula y con capillas laterales. Destaca el retablo barroco del siglo XVII, con la imagen de San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús. 

El colegio tiene un precioso claustro, destacando la belleza de su patio barroco, el aula Magna o la Escalera de Honor. En la actualidad, alberga las dependencias de la Universidad Pontificia de Salamanca.

10. Extasiarse con la belleza art decó de la Casa Lis

Extasiarse con la belleza art decó de la Casa Lis en Salamanca

La visita a la maravillosa Casa Lis es algo imprescindible que hacer en Salamanca. Encargado por Miguel de Lis, empresario de finales del siglo XIX, para hacer un palacete moderno y cosmopolita. 

El arquitecto Joaquín de Vargas Aguirre lo realizó a principios del siglo XX sobre la antigua muralla, quedando como grandioso ejemplo de arquitectura industrial destinada a uso residencial. 

Del exterior, destaca especialmente su hermosísima fachada sur, que mira al Tormes, con sus galerías de hierro y cristal, sus vidrieras y la inmensa terraza abierta, todo ello con llamativas influencias Art Nouveau

Por contra, la fachada norte es una de las escasas muestras salmantinas del estilo modernista. Del interior, es muy notable el patio acristalado, con espectaculares vidrieras de colores. 

Está estructurado en dos plantas distribuidas alrededor del patio. Desde 1995, alberga el museo de Art Déco y Art Nouveau, el más visitado de toda Castilla y León, con más de 150.000 personas al año. 

La exposición hace un singular recorrido por las artes decorativas desde finales del XIX hasta la segunda guerra mundial, con elementos como vidrios, muebles, porcelanas y joyas, así como una colección de muñecas de porcelana.

11. Estremecerse con el ambiente enigmático de la cueva de Salamanca 

Algo que también hay que hacer en Salamanca es visitar uno de sus rincones más enigmáticos. Esta cueva legendaria en la Cuesta de Carvajal, se dice fue escenario de clases de nigromancia y esoterismo, mientras se practicaban ciencias ocultas, magia, adivinación y astrología. 

En realidad, son los restos de la sacristía subterránea de lo que fue la iglesia de San Cebrián, templo románico levantado en el siglo XII. Está junto a la torre del Marqués de Villena y la Cerca Vieja, parte más antigua de la muralla que se conserva en Salamanca.

La iglesia fue derribada en el siglo XVI y la reina Isabel la Católica ordenó, inicialmente, tapiar el acceso con argamasa y piedras. 

Aquí, se decía que el mismo diablo, en el cuerpo del sacristán, daba formación a siete alumnos durante siete años. Tras ese periodo, uno quedaba al servicio de Belcebú. 

Cuando le tocó al marqués de Villena, quiso eludirlo escondiéndose en una tinaja. Después, perdió su sombra en la huida, quedando señalado de por vida. 

Cervantes dio tratamiento burlesco a una leyenda que ha tenido repercusión en diversas obras literarias. Actualmente, allí se celebran eventos culturales, conciertos y representaciones.

Si te interesa conocer algunas de las leyendas de Salamanca más conocidas te recomiendo este free tour sobre leyendas y misterios de Salamanca.

12. Asombrarse con el fastuoso plateresco del palacio de Monterrey 

Asombrarse con el fastuoso plateresco del palacio de Monterrey 

Un fastuoso palacio señorial ubicado en uno de los rincones más hermosos de Salamanca, la plaza de las Agustinas. Considerado el máximo exponente nacional del estilo plateresco, sirviendo incluso de inspiración, con el “estilo Monterrey”. 

Construido por voluntad del III conde de Monterrey, Alonso de Acevedo y Zúñiga, mezcla formas platerescas y del primer renacimiento salmantino con otras italianas. 

Las obras comenzaron en 1539, pero está inacabado, porque el proyecto resultó demasiado costoso, participando numerosos artistas locales y escultores. 

Habría resultado un imponente edificio con dos o cuatro fachadas de forma cuadrangular, patios porticados y torres en sus extremos. 

En la actualidad, la construcción es una de las principales propiedades de la Casa de Alba y fue declarado Monumento Nacional en 1929

Durante el XIX y el XX hubo ciertas reformas en el edificio, que mantiene en su interior valiosas obras de arte, joyas como cuadros de José Ribera y óleos de Tiziano, así como lujosas piezas de porcelana y azulejos de Talavera. 

En diversas salas se expone parte importante de la colección de la Fundación Casa de alba. Un rico conjunto de artes decorativas, muebles barrocos con piezas italianas y artesonados mudéjares.

Para visitar el Palacio de Monterrey puede que te interese la siguiente entrada que te permitirá descubrir todas las estancias de este edificio, uno de los máximos exponentes del estilo artístico plateresco.

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13. Saborear un delicioso y contundente hornazo

Disfrutar de la gastronomía es un apartado fundamental y hay un amplio abanico de restaurantes con mucha variedad de comida

Sin duda, uno de los platos más típicos y representativos que podemos encontrar es el hornazo, una especie de contundente empanada bien rellena con embutido ibérico, como lomo, jamón y chorizo, acompañado muy a menudo con huevos duros. 

La cubierta está hecha a base de harina, aceite y huevos, cocinando al horno la masa junto con su relleno. Se puede encontrar durante todo el año en panaderías y pastelerías. 

El plato es de origen popular, como comida de los pastores y luego se convertiría en receta tradicional del llamado lunes de Aguas, el lunes siguiente al de Pascua. 

Ese día se reproduce una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad, como es merendar hornazo a orillas del Tormes con amigos y familia. 

Esta tradición tiene un curioso origen del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, cuando en tiempos de Cuaresma se trasladaba a las prostitutas fuera de la ciudad y solo podían retornar pasada la Semana Santa. 

Entonces, los estudiantes formaban toda una fiesta a la entrada de la ciudad para recibirlas y ya se festejaba tomando hornazo.

14. Alucinar con las imponentes vistas desde las torres más altas

Alucinar con las imponentes vistas desde las torres más altas en Salamanca

Sin duda los mejores miradores de Salamanca son las torres de dos de sus monumentos más destacados: la Catedral y la Clerecía

Leronimus es una experiencia única, creada en 2002, un paseo por el cielo de las torres del conjunto catedralicio que permite ver las dos catedrales desde las alturas, por dentro y por fuera, disfrutando de fantásticas vistas de la ciudad. 

Se camina por las salas de las torres medievales, como la mazmorra, la del carcelero, la sala alta, la del alcaide y la torre mocha. 

Se puede divisar la Catedral Vieja y la Nueva, paseando por una pasarela en los tejados, ubicada entre los dos templos, casi acariciando la torre del Gallo. 

Por su parte, Scala Coeli es una actividad que desde 2012 organiza la subida a las torres de la Clerecía, la segunda construcción en altura de Salamanca, con sus 61 metros de altura, que le hacen un mirador privilegiado, una auténtica escalera al cielo. 

Desde 50 metros de altura se contempla la catedral, la Casa de las Conchas, la Universidad y hasta la Plaza Mayor, en un recorrido que revela detalles de la construcción de este edificio del siglo XVII. 

También se accede a matroneos o tribunas, balcones para contemplar el interior, admirando el altar mayor con su magnífico retablo gótico

15. Comprar un bonito botón charro para regalo o recuerdo

El botón charro es uno de los símbolos materiales de Salamanca, un buen regalo o recuerdo de la visita a la ciudad. 

Esta joya de filigrana es característica en trajes típicos regionales salmantinos, considerado como símbolo de protección y utilizado, antiguamente, en anillos de pedida. 

Este símbolo tiene forma circular, manteniendo en su interior una serie de bolitas pequeñas alrededor de la circunferencia, rodeando a una bola central más grande. Los orígenes del botón charro son oscuros y controvertidos. 

Para algunos, deformación del disco solar de origen celtibérico, que se utilizaba como ornamento ya en el siglo II a. C. Otros, sin embargo, apuestan por su relación con artes árabes y judías. 

Este elemento característico de Salamanca ha llegado hasta la actualidad gracias al gremio de plateros salmantinos del siglo XVI, que lo introdujeron en la sociedad y empezaron a popularizarse. 

Se fabrica en material metálico, siendo el más común la plata, aunque también está disponible en oro. La figura se utiliza en todo tipo de artículos, como pendientes, anillos, colgantes, gemelos, pulseras. 

El botón tradicional tiene ocho bolas, pero se ha modificado muchas veces, llegando a contar con 10 o 20.

16. Explorar las raíces salmantinas en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Vicente

A menos de cinco minutos de distancia, este yacimiento arqueológico recoge restos del primer poblado estable, ya en plena Edad de Hierro

Posicionado en situación estratégica sobre la amplia vega del río Tormes, en una meseta aplanada que se alza 30 metros sobre el río, en una superficie de 2 hectáreas. 

Estaba rodeado por un escarpe rocoso natural, con su flanco más accesible reforzado por un muro defensivo. Esta posición les situaba en medio del corredor geográfico que más tarde se conocería como Vía de la Plata. 

A partir del siglo IV a. C. la mayoría de sus habitantes abandonaron al poblado para trasladarse al vecino Teso de las Catedrales, origen del castro de Salmantica, sustrato de la ciudad histórica actual. 

Dentro de una estructura cubierta y una pasarela se pueden contemplar, en buena conservación, las huellas de estos primeros habitantes. 

Se muestran cuatro viviendas completas y hasta nueve estructuras domésticas auxiliares, como silos, despensas o graneros, construidos con la arquitectura de barro y adobe característica. 

También se han encontrado importantes piezas de fayenza (cerámica vidriada) del Mediterráneo Oriental, con un amuleto de la diosa egipcia Hathor, lo que muestra intensa actividad comercial con comerciantes fenicios.

17. Compartir la alegría estudiantil en la animada noche salmantina

Compartir la alegría estudiantil en la animada noche salmantina

Sin duda, hay que invertir mucho tiempo en ver las maravillas arquitectónicas, pero hay más que hacer en Salamanca, porque tiene una animada vida nocturna de la que disfrutar todo el año. 

El centro está repleto de bares de copas, discotecas y ambientes para todos los gustos. Se estiman más de 2.000 bares, que sirven a un ambiente joven, con ganas de pasarlo bien. 

Algunos locales, como el histórico Camelot dentro de una antigua iglesia o Cum Laude, que replica la Plaza Mayor en miniatura, son verdaderas maravillas de decoración temática que los convierten en un pequeño museo. 

Además, la noche tiene el plus añadido de contemplar los monumentos iluminados, cuando brillan intensamente, dando ese tono que ha dado a Salamanca el sobrenombre de “ciudad dorada”. 

Las zonas de diversión se distribuyen, principalmente, alrededor de la Plaza Mayor, en un espacio bastante reducido que permite ir a varios sitios dando un paseo. 

Destaca en especial el área de Bordadores y cercanías, a unos 200 metros de la Plaza Mayor, donde se mueven la mayoría de los estudiantes extranjeros, así como otras zonas como el Paseo Carmelitas, la Gran Vía, la plaza de San Justo o el Barrio del Oeste.

18. Visitar el interesante Museo de Salamanca 

También conocido como Museo Provincial o de Bellas Artes fue creado en 1848, con obras procedentes de la Desamortización. 

Desde 1948 se ubica en la Casa de los Álvarez Abarca o de los Doctores de la Reina, una construcción característica de la arquitectura civil de principios del siglo XVI, combinando elementos góticos finales con el primer renacimiento de la época de los Reyes Católicos. 

El edificio tiene rica ornamentación, tanto en fachada como en el hermoso patio alrededor del que se distribuyen las plantas con la exposición. La institución está dividida en tres secciones: arqueología, bellas artes y etnología

La sección de bellas artes es la mayor, constituyendo una exposición permanente con obras del siglo XIV hasta la actualidad. 

Alberga destacadas obras artísticas, como un retablo de estilo churrigueresco o la sala con techumbre policromada mudéjar, que cobija obras de los siglos XV y XVI. 

Destacan el retablo hispano-flamenco de María Magdalena o el Llanto por Cristo muerto de Morales. Los siglos XVIII a XX están representados por Madrazo, González Arenas y Zuloaga entre otros. 

Las secciones de arqueología y etnografía son renovadas permanentemente, estando en constante crecimiento. 

El jardín del museo tiene una interesante colección de típicos verracos de la civilización vetona y estelas romanas.

19. Tomar algo en el literario Café Novelty 

Tomar algo en el literario Café Novelty 

El Café Novelty, el más antiguo de Salamanca, está en la lista de los 10 más antiguos de todo el país. Inaugurado en plena Plaza Mayor, en mayo de 1905, es la cafetería más famosa. 

En orígenes, ocupaba una superficie cuatro veces mayor a la actual, mostrando un aire lujoso y palaciego. Incluso, llegó a servir banquetes a personajes históricos como Alfonso XIII. 

Pasar un momento y sentarte en este lugar es uno de los imprescindibles que hacer en Salamanca.

Pronto se convirtió en punto de encuentro de políticos, escritores y artistas, ocupando un papel de privilegio en la cultura salmantina

El Novelty han sido frecuentado por mucho ilustres habituales, como Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Juan Benet, Laín Entralgo, Carmen Martín Gaite o Torrente Ballester, que cuenta con una estatua en bronce a tamaño natural, instalada como homenaje en el 2000, tras su muerte, en su rincón favorito de la cafetería.

Con el tiempo, el local se fue reduciendo de tamaño y casi llegó a cerrar. Afortunadamente, se recuperó y hoy en día sigue teniendo variadas actividades culturales.

Exhibe pinturas en las paredes, celebrando tertulias y contando hasta con revista propia, mientras sigue sirviendo excelente café, tartas, chocolate con churros, así como raciones, bocadillos y todo tipo de platos y copas.

20. Recorrer una ruta de grafitis en el barrio del oeste

Durante los últimos años, una de las cosas más interesantes que hacer en Salamanca, desde el punto de vista cultural, es recorrer la ruta de arte urbano de los murales del Barrio del Oeste. 

Este barrio se ha convertido es el más original y moderno de la ciudad, surgiendo desde un territorio bastante degradado.

Su resurrección tiene que ver con el proyecto “Galería urbana”, que transformó las calles del barrio en un museo al aire libre, con grafitis, murales y otros elementos artísticos. 

Esta revitalización comenzó con una primera intervención sobre puertas de garajes y comercios, en la que participaron 23 artistas.

Para ello, se organizó un concurso para jóvenes artistas, invitando también a otros más consagrados, para que dejaran sus murales en formatos de mayor tamaño. 

El proyecto cultural ha ido creciendo, contando con un reconocido centro cultural y sala de conciertos ubicado en una antigua carnicería, que ahora se llama “la Salchichería”

Resulta muy interesante ver cómo la Galería urbana está en continuo crecimiento en un barrio que, además de permitir ver interesantes pinturas. Es un lugar con encanto en el que pasear y tomar algo en sus terrazas pueden ser algunas de las actividades que hacer en Salamanca.

Foto: Shutterstock

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