La fiesta de la vida (C’est la vie): Ingenio a alta velocidad

· Al estilo de Sopa de ganso, Con faldas y a lo loco o ¿Qué me pasa, doctor?, La fiesta de la vida (C’est la vie) adopta el estilo clásico de las screwball comedies norteamericanas.

Aunque los guionistas y directores franceses Nakache y Toledano empezaron a hacer cine en 2005, su ca­rrera se disparó en 2011 con su cuarta película. In­to­ca­ble se convirtió en la cinta más taquillera del cine euro­peo con un presupuesto de 10 millones de euros y una recaudación final de 420. La película arrasó en países tan diversos como Corea del Sur, España o Brasil por su humor universal, bastante simple y tosco pero eficaz.

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La fiesta de la vida (C’est la vie) no tiene un argumento que sorprenda: la preparación de una boda a lo grande. Una his­toria similar a la de demasiadas comedias actuales: 27 vestidos, La boda de mi mejor amiga, La gran familia es­pañola, 3 bodas de más. La fiesta de la vida (C’est la vie) es muy su­perior a todas al adoptar el estilo clásico de las screwball comedies norteamericanas como Sopa de ganso, Con faldas y a lo loco o ¿Qué me pasa, doctor?

En el pase de prensa y público de la cinta en el Fes­ti­val de Cine de San Sebastián quedó claro que esta co­me­dia es muy divertida. Es difícil escuchar en un certamen así una cadencia de carcajadas que no decaiga en casi dos horas de metraje. Desde el primer gag al último, los diá­logos tienen una chispa y un ritmo vertiginoso que no asfixian a los personajes y a la historia.

Nakache y Toledano han dado un paso más en su fil­mografía al evitar sensiblerías, mensajes simplistas dis­frazados de filosofía moderna y el humor vulgar. Errores en los que incurrían en sus dos últimas películas: la ci­tada Intocable y Samba. En La fiesta de la vida (C’est la vie) hay una descripción más ingeniosa de personajes, lenguaje ele­gante e ironía inteligente. Siendo una película coral de muchas tramas secundarias, tiene orden y concierto. Los personajes no chocan, sino que se insertan en una mis­ma historia con una habilidad meritoria.

Para no incurrir en el ridículo con una historia tan di­ver­tida y exagerada, es fundamental un repertorio am­plio capaz de hacer el idiota sin perder la clase. Aunque des­taca el patético y entrañable protagonista interpre­ta­do por Jean-Pierre Bacri (Un cuento francés, On co­nnait la chanson), hay otra buena docena de actores sen­sacionales como Jean-Paul Rouve, Gilles Lelouche o Suzanne Clément.

La película ha sido un éxito en Francia donde ha logrado una taquilla de más de 20 millones de euros.

Ficha Técnica

  • Fotografía: David Chizallet
  • Montaje: Dorian Rigal-Ansous
  • Música: Avishai Cohen
  • Duración: 115 min.
  • Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: A Contracorriente
  • Francia (Le sens de la fête), 2017
  • Estreno: 26.1.2018
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