Utopía (2020), de Toby Haynes

Una chica ha heredado la casa de su abuelo. Mientras la limpia y tira viejos trastos con su novio, ambos encuentran un cómic, “Distopía”, continuación de “Utopía”, que tiene fans a porrillo. Deciden venderlo al mejor postor en una convención de aficionados al cómic, a la que se trasladan los cinco miembros de un grupo online de apasionados de esta saga, formado por la idealista Samantha J., la enferma de Parkinson Becky Todd, Ian Ackerman, enamorado de Becky, Wilson Wilson, paranoico que ha fabricado un búnker en su casa en previsión del fin del mundo, y el niño Grant Bishop. Están convencidos de que la primera entrega predijo una serie de catástrofes, y que la segunda traerá nuevas profecías, por lo que tienen que hacerse con ella a cualquier precio. Al lugar también llegan Arby y Lee, dos asesinos que tienen como objetivo liquidar a todo el que ha tenido contacto con el tebeo. Mientras, en tres ciudades se ha desatado un virus relacionado con la empresa del Dr. Kevin Christie, que comercializa carne artificial, con la idea de acabar con el hambre en el mundo, pero que por el momento provoca terribles efectos secundarios.

Revisión estadounidense de la serie británica homónima de 2013, considerada de culto, pues aunque no triunfó entre el gran público cuenta con una pequeña legión de apasionados. Ejerce como creadora y máxima responsable Gillian Flynn, que debutó en el terreno del audiovisual con una nominación al Oscar por escribir la adaptación de su novela Perdida, que dirigió David Fincher. El proyecto, que originalmente iba a ser para HBO, y que al final ha caído en manos de Amazon Prime Video, iba a contar de nuevo como realizador con Fincher, que con su fuerza visual habría conseguido quizás que se notaran menos los defectos sobre el papel, en especial que a los estrambóticos personajes centrales les falta algo de humanidad. Le sustituye Toby Haynes (Sherlock) que hubiera necesitado algo más de inspiración, por lo que el conjunto resulta insulso, aparte de que el original de Dennis Kelly tenía una estética rompedora que aquí se pierde por completo.

De nada sirven los esfuerzos del reparto, encabezado por Jessica Rothe, que demostró mayor carisma en Feliz día de tu muerte y su secuela. Avalan la serie como secundarios los veteranos John Cusack, el doctor Christie, y Rainn Wilson, el científico Michael Stearns, que parecen un tanto desubicados, menos creíbles que en otros de sus trabajos. Los paralelismos con la pandemia del coronavirus son fortuitos, pues la ficción estaba en marcha antes de que ésta se generalizara por todo el planeta. Pese a que se ha estrenado cuando este tema sigue de trágica actualidad, ni aún así ha conseguido interesar al público, por lo que se ha cancelado tras una única temporada.