Dirección: Allan Dwan.
Intérpretes: Dennis O’Keefe, Helen Walker, June Havoc, Gail Patrick.
Con guión de Sig Herzig (“Mi Espía Favorita”), Wilkie Mahoney (“La Dubarry Era Una Dama”) y Charles Rodgers.
Sinopsis
Monty Brewster (Dennis O’Keefe) vuelve a su hogar neoyorquino tras servir como soldado durante dos años y se reencuentra con su novia Peggy Gray (Helen Walker), con quien está a punto de casarse.
El mismo día de su llegada recibe la visita de un abogado que le informa que es el heredero de un tío millonario que hizo mucho dinero con minas de estaño en Bolivia.
El legado es de ocho millones de dólares, pero tiene una condición para conseguirlo: tiene que gastar un millón antes de cumplir 30 años de edad, quedarse sin activos y no puede casarse hasta esa fecha ni decir nada sobre esa condición.
Monty tendrá dos meses para cumplirla.
Crítica
Esta es una de las varias adaptaciones que se hicieron de una novela de George Barr McCutcheon, editada en español tanto con el título de “Jaque Al Millón” como con el de “Los Millones De Brewster”, este último similar al original.
La comedia, de corta duración (poco más de 70 minutos), es una producción de Edward Small con dirección de Allan Dwan y un buen reparto (incluido los siempre singulares Mischa Auer y Eddie “Rochester” Anderson), protagonista de un enredo con personajes variopintos, suficiente chispa, giros y ritmo ágil, con claves de testamento caprichoso, toques screwball o farsa/artificio como estrategia.
La trama es previsible pero divertida, con un animoso Dennis O’Keefe intentando solapar sus artimañas de gasto sin medida para cumplir su objetivo de despilfarrar para heredar y casarse con Helen Walker.
Sin grandes pretensiones, los amantes del cine clásico la disfrutarán.
Muchos años después, Richard Pryor protagonizó una nueva versión del libro en “El Gran Despilfarro”.
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