Pushkin no solo es el creador de la lengua rusa moderna —que asombró a sus contemporáneos por un lenguaje sencillo y a la vez profundo y complejo— sino que es el estandarte de la poesía y narrativa a nivel mundial, y sigue siendo fuente de inspiración de sucesivas generaciones de escritores.

Aleksandr Serguéyevich nació en Moscú, en el seno de una familia culta, el 6 de junio de 1799. Su bisabuelo, por línea materna, Abram Petróvich Gannibal, había sido un príncipe africano secuestrado por esclavistas otomanos y llevado a Rusia, en donde, bajo la tutela de Pedro el Grande, terminó convirtiéndose en General de división, ingeniero militar y Gobernador de la región de Tallin.

Pushkin creció rodeado de libros y poetas amigos de su padre, por lo que desde muy temprano sintió gran inclinación por la lectura y las historias. Recibió una amplia y esmerada educación en el Liceo Imperial de Tsárskoye Seló, adoraba de tal forma la literatura que pronto se dedicó a escribir poesía, hasta sorprender a su mentor, en ese momento el más notable poeta de Rusia- Gavrila Derzhavin, quien reconoció el enorme talento del pequeño poeta. Ya en 1814, Pushkin publica sus primeros versos en la revista Vestnik Evropy.

En 1820 a 1822 Pushkin viajó por el Cáucaso y Crimea y se dedicó a planificar y escribir sus grandes obras: Ruslán y Liudmila (1820), poema romántico basado en el folclore nacional; El prisionero del Cáucaso (1822), La fuente de Bajchisarai (1823) y Los gitanos (1824). Desde 1823 escribe Eugenio Oniéguin, su obra más famosa, que ha sido considerada como la primera de las grandes novelas en lengua rusa.

A partir de 1824, Pushkin se retiró a las propiedades de su madre, en Mijáylovskoye cerca de Pskov. Esos resultan ser sus mejores años para la creatividad. Allí escribió, entre 1824 y 1825, Borís Godunov, tragedia histórica rusa que fue publicada seis años más tarde. En 1826 Pushkin escribe los poemas históricos Poltava (1828) y El jinete de bronce (1833), y su novela épica sobre la rebelión de Pugachiov- La hija del capitán (1836).

Finalmente, la alta sociedad en que tuvo que desenvolverse montó una intriga que resultó mortal. Las envidias le acechaban y, el 27 de enero de 1837, a los 37 años, Pushkin fue mortalmente herido en un duelo mantenido con el militar francés Georges d’Anthés, ahijado del embajador neerlandés, en las afueras de San Petersburgo, a causa de la actitud provocadora de este para con su esposa.

En América Latina Pushkin es conocido principalmente por sus obras en prosa, las mismas que pronto fueron traducidas al español, generalmente a partir del francés. Así, tenemos publicaciones de La Dama de picas, Los Cuentos de Belkin, Duvrovskiy, La Ventisca. La poesía de Pushkin, sin embargo, no ha conseguido ni la fama de que goza en su país, ni la difusión que se merecería por su alto valor literario, humanístico y de trascendencia universal.

Por lo tanto, la Fundación Cultural «CLE», cuya actividad se centra en la difusión y promoción de los valores culturales y está dirigida principalmente al desarrollo de los jóvenes, a través de su participación en el campo relacionado con la creatividad, el arte y la educación, no pudo ignorar el aniversario del poeta. Para ello, la Fundación ha preparado un amplio plan de actividades dedicadas a esta fecha memorable: un ciclo de conferencias, mesas redondas, concursos, exposiciones, etc. Además, la Fundación está preparando la publicación del primer volumen de las obras completas de A. Pushkin completamente en español, que será una publicación única para América Latina. Pushkin se lee y se aprecia en toda su maravillosa sencillez, profundidad, musicalidad y rima en su idioma original, pero ciertamente nadie se ha atrevido a poner en castellano, aunque fuere la más “opaca” de las versiones del gran poeta, que permitiera conocerlo y valorarlo, tal como ha sucedido en su país.

*Publicado originalmente en Rebelión: https://rebelion.org/la-vida-y-el-legado-del-mas-grande-poeta-ruso-aleksandr-sergueyevich-pushkin/

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