Los mejores films de Roman Polanski según la redacción de FOTOGRAMAS
Skip to Content

Los mejores films de Roman Polanski según la redacción de FOTOGRAMAS

Aprovechamos el estreno de ‘El oficial y el espía’ para escoger las 10 mejores películas del polémico cineasta.

Por Redacción
"La semilla del diablo"
DISTRIBUIDORA

Pocos artistas habrá tan versátiles, ingeniosos y poliédricos como Roman Polanski (París, 1933). Director, guionista y también actor cuya controvertida vida personal –llena de desgracias, polémica y disputas cubiertas en primera página– en muchas ocasiones ha desarrollado un perverso juego de espejos rotos con su cine: siempre incómodo, testigo de una personalidad innegable y vía de escape de una forma de ver y narrar que ha trascendido épocas, modas e incluso sistemas de producción.

DOLOR, PUREZA, ESCÁNDALO

Porque por un lado tenemos al Polanski revolucionario, el joven estudiante que a base de talento y un puñado de cortos deja atrás traumas familiares y, desde la escuela de cine de Lodz, se erige a finales de los años 50 como una de las voces más personales del cine europeo. Inmediatamente, el Brit-Polanski deja paso al director que aporta su grano de arena a un Nuevo Hollywood y de aquí, pasamos al autor clásico de ritmo frenético capaz de reinventarse título tras título que llega hasta nuestros días. Una angustiante, quimérica y estimulante obra que intentamos sintetizar con las que consideramos sus 10 películas imprescindibles.

‘LA SEMILLA DEL DIABLO’, por Julieta Martialay

"La semilla del diablo"
Distribuidora

Por encima de los muy aireados desbarajustes que acompañaron el rodaje de esta película –los celos de Frank Sinatra; el acoso laboral a su vegetariana esposa, Mia Farrow, obligada a comer hígado en una secuencia; el divismo de John Cassavetes; la maldición (luego ciertamente probada) que envolvía el edificio Dakota donde se rodó el film; el ego del propio Polanski…– queda este vanguardista emblema del terror paranoico sustentado en el poder de sugestión y la duda permanente. Extraordinaria esa atmósfera minimal (y ¡diurna!) que envuelve a la protagonista y al espectador dirigiéndolos poco a poco hacia la certeza de que el mal existe y de que este anida en el día a día. Un cotidiano del que es imposible escapar generando una indefensión que crece y se desboca. No hay violencia a chorros; solo la fragilidad de esa Mia Farrow embarazada y recién instalada en un nuevo hogar, ante la sospecha de que hay algo que no encaja, incógnita que la sumerge en una espiral de introspección y aislamiento por culpa de un marido, Cassavetes, que le hace ‘luz de gas’, y de unos vecinos invasivos (inmensa y oscarizada Ruth Gordon), que achacan a su estado de buena esperanza su desasosiego. Y como guinda a este tormento perfecto, un final que solo se adivina en las horrorizadas pupilas de la protagonista.

‘EL BAILE DE LOS VAMPIROS’, por Roger Salvans

"El baile de los vampiros"
Distribuidora

El primer proyecto de su carrera de clara vocación comercial –sus encontronazos con el productor Martin Ransohoff darían para una saga de terror– fue este cóctel perfecto entre horror y comedia. Un homenaje al erogoticismo de la Hammer que gana brillo con cada visionado: por sus escenas desternillantes con el einsteniano Profesor Abronsius, su kafkiano Alfred o el vampiro cachondo de Alfie Bass; el prodigio de su puesta en escena, con ese baile que da título al film, o el halo trágico que envuelve toda la película, la primera, y única, que rodó con Tate.

‘UN DIOS SALVAJE’, por Paula Ponga

"Un dios salvaje"
Distribuidora

Un único espacio cerrado (especialidad Polanski), póker interpretativo de parejas (Foster y John C. Reilly; Winslet y Christoph Waltz), trama sencilla de la dramaturga francesa Yasmina Reza (adolescente agrede a otro en una pelea) y un encuentro para solucionar el conflicto civilizadamente que acaba como el rosario de la aurora. Burguesía neoyorquina intentando demostrar que son los mejores padres, pullazas, todos contra todos, sálvese quien pueda y Polanski en su salsa desatando el dios salvaje que todos llevamos dentro.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

‘FRENÉTICO’, por Carlos Alonso

"Frenético"
Distribuidora

La primera vez con el cine de Polanski no se olvida. Frenético es el primer thriller que recuerdo haber visto en una sala de cine. Tendría unos 15 años y ese género ya era mi favorito por la afición de mi madre al cine de Hitchcock (Vértigo, Con la muerte en los talones y Encadenados son algunas de las películas de suspense que más veces habré visto). Se me grabaron en mi subconsciente las frenéticas persecuciones por los tejados de un París menos conocido, su tono de comedia negra, su enigmático póster con un imponente Harrison Ford –en una de sus mejores interpretaciones como el desesperado doctor Walker en búsqueda de su desaparecida mujer– o su imprescindible banda sonora del genio Morricone. Un título básico para todos los que amamos estas historias… Y además, siempre, será mi primera vez con Polanski.

‘REPULSIÓN’, por Juan Silvestre

"repulsión"
Distribuidora

Con su transgresora primera cinta rodada en inglés, Polanski no solo conjugó los géneros erótico y de terror (fórmula que repetiría con La semilla del diablo y El quimérico inquilino, cierre de su Trilogía del apartamento) sino que desafió los estándares de la época, incluidos los marcados por la temida British Board of Film Censors. Su virtuoso manejo de la cámara, la arriesgada interpretación de Catherine Deneuve o un guion con múltiples lecturas, coescrito con Gérard Brach, son algunos de los atractivos de este impecable y provocador descenso a los infiernos de la psique humana al que sucumbió el jurado del Festival de Berlín otorgándole el Oso de Plata en 1965

‘EL PIANISTA’, por Laura Pérez

"el pianista"
Distribuidora

No he visto película en la que el horror del Holocausto resulte tan real y escalofriante como en esta. Sensación que se intensifica sabiendo que su director vivió experiencias similares con apenas siete años y que esperó hasta casi los 70 para llevarlo a la pantalla. Dicen que durante el rodaje pasó momentos de llanto sin consuelo. Adrien Brody personifica la soledad, el hambre, la desesperación y el miedo hasta colocarlo en esa difusa línea entre la cordura y la locura que tan bien dibuja Polanski y que, en este caso, genera una claustrofobia que asfixia al espectador. A menudo dado al barroquismo visual, aquí se entregó al minimalismo formal de un mundo en el que ya no queda nada.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

‘LUNAS DE HIEL’, por Sonia Guijarro

"Lunas de hiel"
Distribuidora

“Ten cuidado Nigel, todo lo que tú hagas, yo lo haría mejor”. Una exquisita Kristin Scott Thomas desafiando a su pusilánime marido, Hugh Grant, en lo que a velocidad dramática (y no de crucero, como el escenario de la trama) se convierte en una espiral tóxica de perversión y dolor. Polanski sirve en bandeja una puesta en escena oscura y teatral (con ayuda de la fotografía de un asiduo de Sergio Leone, Tonino Delli Colli), en la segunda colaboración (hay cinco hasta la fecha) con la que tres años atrás se había convertido en su mujer, Emmanuelle Seigner. La actriz francesa al más puro estilo femme fatale es el regalo envenenado de Peter Coyote (su marido inválido en el film), en una caída libre de autodestrucción a cuatro bandas que no deja a ningún personaje (ni al espectador) indemne. Vangelis pone música a este delirio

‘CHINATOWN’, por Juan Pando

"Chinatown"
Distribuidora

Con este thriller colosal, para mí su mejor película, Polanski confirmó su talla de cineasta con mayúsculas. Recreó, con un guion redondo, de Robert Towne, que ganó el Oscar, el cine negro clásico, convirtiendo el film en un título pionero y esencial del neo-noir. Mujer fatal, detective de moral laxa, trama endiablada, corrupción, diálogos cargados de cinismo, pesimismo existencial y, como innovación del género, el sol de California y el color, junto a escenas tan inolvidables como esa en la que el propio director, en su faceta de actor, le corta la nariz al sabueso protagonista… por meterla donde no debe.

‘EL ESCRITOR’, por Ricardo Rosado

"El escritor"
Distribuidora

Un ex primer ministro perseguido por su pasado, un escritor dispuesto a indagar en sus memorias y una pequeña isla asediada por la presión mediática, ¿qué podía salir mal? Con estos ingredientes básicos (y algún asesinato), Polanski y el guionista Robert Harris construyen un cuidado thriller político con unos estupendos Ewan McGregor y Pierce Brosnan a la cabeza. Tan gris como certero, el relato está plagado de recados a un Tony Blair que, sin duda, tuvo que verse identificado.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

‘TESS’, por Óscar Cabrera

"Tess"
Distribuidora

Como el muy cinéfilo Tarantino muestra en una de las secuencias más conmovedoras de Érase una vez en… Hollywood, Sharon Tate (Margot Robbie en el film) compró un ejemplar de la novela Tess, la de los d’Urberville, de Thomas Hardy, para que su marido la leyera y pensase en una adaptación con ella de protagonista. Fue su último plan juntos antes de la espantosa noche de agosto de 1969. Diez años después, el realizador rindió homenaje a su mujer con una hermosísima película que tuvo que filmar durante un año entero en Francia porque acababan de empezar sus interminables problemas con la justicia. Con las palabras ‘To Sharon’ comienza este precioso viaje al siglo XIX.

VER VÍDEO
 
preview for Dynamic FOTOGRAMAS SPAIN list

Cine de autor

Publicidad - Sigue leyendo debajo
Publicidad - Sigue leyendo debajo
Logo
youtube
facebook
instagram
Hearst Editorial - Fotogramas, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International

Fotogramas, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International

Fotogramas participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Fotogramas recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.

©2024 Hearst España S.L. Todos los derechos sobre las marcas, imágenes y contenidos están protegidos.

Aviso de privacidadPolítica de cookiesAviso LegalSitemapIniciar Sesión en Content Pass
Ajuste de Cookies