La historia que hay detrás del nombre de las galletas María - El Platillo Comilón
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La historia que hay detrás del nombre de las galletas María

María Alexandrovna de Rusia el día de su boda

 

© El Platillo Comilón

 

 

     De pequeño, las galletas María llenaban mi cuenco con leche todas las mañanas en el desayuno. Mi madre nos preparaba a mi hermana y a mí varias de ellas y, una vez empapadas, las machacábamos para hacer una deliciosa pasta que nos proporcionaba la energía suficiente para ir al colegio. También solíamos untar dos galletas de mantequilla por su cara inferior y nos hacíamos una especie de sándwich. ¡Qué recuerdos!

 

     En aquella época no era consciente de por qué se llamaban así, ni siquiera reparaba en ello, las comía y punto. Pero hay toda una historia detrás de este nombre que, desde que las conocí, las veo con otros ojos.

 

     Las galletas María son mundialmente conocidas y parece ser que de las más consumidas. Pueden tomarse mojadas en café con leche, en leche con cacao, en chocolate, infusiones, etc. y también se pueden emplear como ingrediente para la elaboración de un plato determinado: tarta de queso con base de galleta, natillas con galleta y canela, bien machacada sirve como rebozado para determinadas verduras, etc.

 

     Nacieron en Londres en el año 1874 gracias a James Peek y George Hender Frean, propietarios de la fábrica de galletas “Peek, Frean & Co”.

 

 

     El motivo que les llevó a crearla fue la celebración de la boda real, el día 23 de enero de ese mismo año, entre María Aleksándrovna de Rusia, hija de María de Hesse-Darmstadt y del zar Alejandro II de Rusia, y el príncipe Alfredo I Duque soberano de Sajonia-Coburgo-Gotha, más conocido como Duque de Edimburgo.

 

Alfredo I Duque soberano de Sajonia-Coburgo-Gotha,
más conocido como Duque de Edimburgo.

 

 

 

     Esta película en blanco y negro procede de un negativo hecho en el año 1906 por Cricks & Martin, cuando se empezaban a mostrar imágenes en movimiento de tiendas y fábricas. El negativo, que se descartó como inútil, se encontró en 1956 en la caja fuerte de Peek Frean & Co. Ltd. Los métodos modernos han ayudado a que esta primera demostración siga viéndose después de tantos años. Posiblemente sea la única película documental de la industria de su época. Se presentó una copia para su conservación en el British Film Institute junto con otras películas raras. El tratamiento del negativo fue llevado a cabo por Frank Minns. Los títulos son los originales de 1906.

 

     La ceremonia tuvo lugar en el Palacio de Invierno de san Petersburgo, Rusia, siendo uno de los primeros actos sociales más importantes de aquel año. La creación de esta galleta para tan gran evento, conocida en inglés como “Marie biscuit”, supuso un impacto en la sociedad de aquellos años. Fue tan buena su acogida que rápidamente se extendió por Europa, llegando a ser reconocida mundialmente con el paso del tiempo.

 

 

     Pero… ¿qué es lo que la hizo realmente tan famosa? La galleta, de forma redondeada, de bajo grado de humedad, permitiéndola mojar en cualquier líquido sin desmoronarse con facilidad, y de masa fina y crujiente, tenía grabada en su cara superior el nombre de la mismísima novia real: María, así como una serie de adornos, de lo más elaborados, incluyendo la efigie de la novia como recibimiento en su país de adopción. Todo un detalle.

 

     Su precio, más bajo que el de otras variedades de galletas, hizo también que fuera una de las preferidas por el pueblo. A España llegó de la mano de dos marcas de renombre: Artiach (año 1907) y Fontaneda (año 1913). Pero su gran momento fue tras la Guerra Civil, convirtiéndose en todo un símbolo de la recuperación económica del país. Debido a los grandes excedentes de cosecha de trigo, las panaderías las llegaron a producir de forma masiva abaratando su precio. De ahí que fuesen tan asequibles.

 

     En la actualidad estas galletas tienen un elevado valor calórico, aproximadamente 500 kcal por cada 100 gramos, y están elaboradas mayoritariamente con harinas refinadas, aceites vegetales, varios aditivos y azúcares.

 

     En cuanto a la vida de María Aleksándrovna de Rusia, no todo fueron cuentos de hadas como en los protagonizados normalmente por reinas y princesas. Su matrimonio no fue muy feliz que digamos, no se acabó de acostumbrar al país de su marido, siendo considerada por el pueblo como una persona bastante altiva.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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