Swamp Thing. La cosa del pantano de Alan Moore

Portadas The saga of swamp thing - 01Vivimos en un mundo sin misterio. La ciencia parece explicarlo todo; no hay rincones oscuros ni secretos, cada isla ha sido descubierta, cada civilización antigua ha sido estudiada, cada aspecto de la mente humana ha sido investigado. Y sin embargo, no sabemos nada.

Cuando somos niños, vemos el mundo con emoción. Todo es nuevo, todo es posible. Todo es un misterio. Cuando crecemos, encontramos explicaciones para todo, abrazamos la razón y descartamos la pasión. Todo nos parece viejo, y nos sentimos cansados.

Alan Moore nos recuerda todo esto en “Cabos sueltos” (originalmente publicado en Saga of the Swamp Thing # 20 en enero de 1984), el extraordinario comienzo de la épica etapa de Moore. Swamp Thing se ve a sí mismo como un humano que se ha convertido en un monstruo, mientras Anton Arcane, su archienemigo, es un humano que ha perdido hasta el último retazo de su humanidad. De un modo u otro, ambos son elementos monstruosos que nunca podrán encajar en el mundo.

Arcane está muerto, y Swamp Thing es perseguido por un ejército de mercenarios bajo las órdenes de Sunderland. Sunderland es un exitoso empresario que ha construido un vasto imperio financiero. Su intención es matar a esta criatura de los pantanos de Louisiana. Y, en contra de lo que podríamos esperar, tiene éxito.

Como dijo Goya alguna vez, “el sueño de la razón produce monstruos” y Sunderland es razón pura, racionalidad fría y egoísmo. Sus hombres llegan con armas y reflectores. El bosque entero está rodeado de luces y repentinamente las acogedoras sombras se desvanecen. El misterio de Swamp Thing es revelado, confrontado y eliminado.

Hay un fuerte sentimiento de nostalgia en las páginas de Moore, que me recuerdan a un par de historias bastante conmovedoras. Una de ellas es de “The Spirit” de Will Eisner, y describe la pasión juvenil de un soñador que quiere viajar y descubrir una isla, quiere hacer lo mismo que los grandes exploradores del pasado, y se embarca en una travesía inútil y al final, él y su acompañante descubren que ya no quedan islas por descubrir, ni tierras vírgenes; puede sonar doloroso, pero lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol.

De modo similar, en la novela breve “La reina del aire y la oscuridad” de Poul Anderson, un grupo de hombres en un planeta extraño escuchan rumores sobre raras criaturas que se asemejan a seres míticos de las leyendas celtas. ¿Puede esto ser posible? En un futuro en el que la tecnología ha erradicado los más grandes enigmas de la vida, este bien podría ser el último misterio de la galaxia. Y, por supuesto, una vez que encuentran las respuestas, se dan cuenta de que al eliminar los misterios sus vidas están ahora más vacías que antes.

Moore logra transmitir un sentimiento similar de desesperanza. Vemos la desesperada lucha de Swamp Thing, pero al final, es abrumado por la fuerza numérica de sus oponentes. Moore es famoso por sus guiones exhaustivos, y el resultado es una magnífica composición visual, dibujada a lápiz por Dan Day y entintada por John Totleben; al usar aves o plantas como parte de los encuadres, la belleza de la página se hace evidente no sólo por las cuidadosas ilustraciones de cuerpos y sombras sino por el asombroso diseño.

Portadas The saga of swamp thing - 08En el primer número de Moore, el protagonista recibe una bala en la cabeza y muere. Así que tiene sentido que en el siguiente capítulo viéramos su autopsia. Un inicio muy poco convencional, pero realmente cautivador. Saga of the Swamp Thing # 20 (febrero de 1984) es considerada una de las mejores historias auto-conclusivas. Con esta historia -“La lección de anatomía”- Alan Moore genera una nueva era en la narrativa de los cómics. En las siguientes décadas, críticos y autores hablarán sobre la deconstrucción. Me aventuraría a decir que todo empezó aquí.

Hace tiempo, Len Wein y Bernie Wrightson crearon a Swamp Thing. Años después, Wein se puso en contacto con Moore y le ofreció continuar la saga de este espeluznante personaje. Moore accedió con algunas condiciones, una de ellas era darle un nuevo giro al origen. Moore crea una narrativa fascinante que engloba el nacimiento primigenio y encuentra fisuras estructurales que resuelve brillantemente. Él, por lo tanto, aplica la deconstrucción a este mundo ficticio. Ahora, no arruinaré las sorpresas en caso que no hayan leído este cómic (y si no lo han hecho, ¿qué diablos están esperando?), pero incluso si olvidamos por un segundo las ideas innovadoras desarrolladas aquí, este número también reúne una gran variedad de técnicas literarias.

Este no es un relato lineal cronológicamente, la primera y la última página son el presente, mientras el resto son diferentes momentos del pasado, tenemos situaciones que ocurrieron hace meses o semanas, y otras que ocurrieron sólo hace pocos días… El talento de Moore es más que suficiente para guiarnos sin esfuerzo a través de esta línea temporal, y todo encaja tan genialmente al final del número. En “La lección de anatomía”, la voz del narrador pertenece a Jason Woodrue, el Hombre Florónico -un oscuro villano de DC que es transformado por el escritor británico en un formidable oponente. Moore usualmente disfruta cambiando el punto focal en su narrativa, y eso también implica hablar a través de las voces de diferentes personajes: “Estoy riendo, riendo a carcajadas. Me han dicho que no es un sonido que conduzca a la tranquilidad […]” “No arruinará las cosas si no hay sangre. La sangre no importa. Sólo la muerte. La muerte es lo único que importa”.

El arte es soberbio y, desde luego, ¿cómo podría no serlo con los lápices de Stephen R. Bissette, las tintas de John Totleben y los colores de Tatjana Wood? Bissette y Totleben trabajan muy bien juntos, ambos están inspirados por maestros como Bernie Wrightson, pero también tienen nuevas propuestas artísticas. La etapa de Moore, Bissette y Totleben es clásica, y ahora, casi 30 años después, sigue siendo mucho mejor que cualquier serie regular actual.

Saga of the Swamp Thing # 22, 23 & 24

“Estás cambiando, ¿no es así? Abandonando la ilusión de la carne y hundiéndote en el suave y acogedor verde. Observarte me deja sin aliento. Cuánto te envidio”. Swamp Thing no es ni humano ni bestia, aunque su apariencia monstruosa oculta una naturaleza gentil, es un hijo de la naturaleza.

En las páginas iniciales de “Empantanado” (marzo de 1984), descubrimos que Swamp Thing ya no está intentando mantener su cuerpo físico con vida, como resultado, su conciencia recae en el ecosistema que lo rodea. Él es una planta, e incluso cuando Abigail Arcane le grita a su cuerpo -un cuerpo que en vez de podrirse está lleno de nuevas formas de vida, insectos, flores y frutas- no hay ninguna reacción.

Este estado vegetativo le permite a Alan Moore explorar la psiquis de su personaje. Vemos una secuencia onírica que sintetiza los miedos y las tragedias de Alec Holland, un hombre que murió violentamente. Moore nos lleva hasta la mente de Holland, y la salvaje imaginación del autor nos hace ver cómo sería vivir como una planta pensante. Como escritores, podemos crear o recrear nuestras experiencias humanas, Moore, sin embargo (re)crea la experiencia de una criatura que ya no es humana, y lo hace tan bien que nos sentimos fascinados por su narrativa.

En “Otro mundo verde” (abril de 1984) el Hombre Florónico experimenta en Alec Holland / Swamp Thing, y ahora que ve que la criatura se desintegra, y se convierte en otro elemento botánico de la ciénaga, bebe la esencia de Swamp Thing y adquiere un poder más allá de lo que había imaginado. De pronto, Jason Woodrue, también conocido como el Hombre Florónico, puede controlar la vegetación en todo el mundo, y lo primero que hace es asesinar a un grupo de adolescentes que toman cervezas en el pantano.

“No me dejaban ser humano… y me convertí en un monstruo… pero no me dejaban ser un monstruo… así que me convertí en una planta… y ahora… tú no me dejas… ser una planta”, el razonamiento de Alec Holland es bastante asertivo. Jason Woodrue lo ha dejado sin opciones así que una vez más debe reconfigurar su conciencia y recobrar su antigua figura enteramente compuesta de ramas, fango y hojas.

Portadas The saga of swamp thing - 16En “Raíces” (mayo de 1984), Jason Woodrue descubre que al controlar la vegetación del mundo puede crear o destruir vidas, y decide vengarse de la humanidad a porque (en teoría) contamina el planeta. Así que incrementa el proceso de fotosíntesis de todas las plantas del mundo y, de pronto, hay un exceso de oxígeno en la atmósfera. Con más oxígeno, incluso la menor de las flamas puede provocar un destructivo incendio. Eso es lo que la gente de Lacroix descubre demasiado tarde. Quemados vivos, el video de las acciones del Hombre Florónico llega hasta la Liga de la Justicia: Superman, Green Lantern, Green Arrow, Zatanna, Firestorm, Aquaman, Flash, Hawkman y Wonder Woman conocen la impotencia. Incluso con sus asombrosos poderes y habilidades no hay nada que puedan hacer, no hay forma de combatir contra todas las plantas de la Tierra.

Alan Moore suministra una de las más inolvidables descripciones de la Liga de la Justicia. Nos acostumbramos a los súper-héroes demasiado fácilmente, y olvidamos que se supone que son especiales. Un escritor común y corriente podría decir que tienen poderes, pero Moore nos demuestra que los tienen. Aquí Superman es tan poderoso como un dios, Flash es más rápido que la velocidad de la luz, pero con todo su poder finalmente están indefensos contra las fuerzas de la naturaleza.

El razonamiento de Alec Holland impide una catástrofe mundial. Cuando los humanos y los animales mueran, ¿quién producirá monóxido de carbono, la sustancia que las plantas necesitan para sobrevivir?, es su pregunta. Las plantas convierten las partículas de monóxido de carbono en partículas de oxígeno así que este equilibrio no debe ser alterado. Los animales y las plantas deben coexistir siempre para garantizar la subsistencia de ambos.

Woodrue acepta esto y su mente se derrumba; queda abrumado por el poder divino que acaba de perder. Y Alec lo deja ir. Después de todo, Swamp Thing no es un héroe que entregue a los malhechores a la ley. Finalmente, cuando Superman y Green Lantern llegan a Louisiana, encuentran a un Jason Woodrue mentalmente perturbado, incapaz de pensamientos coherentes, perdido para siempre en las brumas de la locura.

Stephen Bissette y John Totleben son un equipo creativo impresionante. Podemos ver, por ejemplo, su secuencia inicial para “Empantanado”, que no sólo es un brillante ejercicio de composición sino también un ejemplo del nivel de perfeccionismo que podemos encontrar en la representación de cada árbol, anfibio o insecto del pantano. La página doble que describe la reacción de Jason Woodrue al compuesto químico derivado del cuerpo de Swamp Thing se ve extraordinariamente bien. Las viñetas altas y delgadas nos dan una sensación de vértigo que refuerza la intensidad y la locura del Hombre Florónico.

Saga of the Swamp Thing # 25, 26 & 27

Los adolescentes asesinados por el Hombre Florónico son presentados de manera muy realista, pero tal vez la página que más me entusiasma es la imagen de Alec Holland levantándose del pantano. No hay palabras en esta página y de hecho ninguna frase es necesaria, la expresividad de la ilustración tiene más drama y belleza que cualquier otra que podríamos encontrar en cómics actuales. Si tuviera que elegir mi favorita estaría entre esta y la última página del # 25, un retrato poético, pacífico y profundamente conmovedor de Swamp Thing.

A menudo olvidamos lo formidables que pueden ser algunos de los personajes de DC. Para conjeturar las misteriosas razones de alguien como Jason Blood, primero debemos entenderlo como humano. Porque los demonios no podrían existir en un mundo desprovisto de humanidad. Como criaturas simbióticas, sin almas humanas, los demonios morirían de hambre.

Jason Blood ha sido retratado antes como un simple sujeto que experimentaba con el ocultismo, pero aquí es mucho más que eso. Alan Moore nos permite ver la actitud de Blood, y eso es más que suficiente para temerle casi tanto como al demonio Etrigan -el otro yo de Blood.

Abigail ha empezado a trabajar en una institución especializada en niños autistas. Está emocionada con su nuevo trabajo, busca algo que al menos se parezca un poco a su antigua vida normal. Y entonces Blood aparece y ella comprende que ya no podrá alcanzar esa normalidad.

“El sueño de la razón” (junio de 1984) es un relato hermosamente diseñado que engloba un rico y complejo elenco de personajes; en su enfoque polifónico yace su mayor fortaleza narrativa. Tenemos a Jason Blood admirando la famosa pintura de Goya y recordando cómo conoció al artista hace siglos, tenemos a Abby y su compasión por los niños, tenemos a Paul, el niño autista que sueña con el Rey Mono, una criatura blanca del miedo, tenemos a Matt Cable, el inexcusablemente alcohólico esposo de Abby y, por supuesto, también tenemos a Alec Holland.

Página The saga of swamp thing - 17“Sí, para cada niño, rico o pobre… llega la hora de correr a través de un lugar oscuro; y no existen palabras para el miedo de un niño”; en “La hora de correr” (julio de 1984) Alan Moore cita “La noche del cazador” de James Agee, y entendemos que, de hecho, los miedos infantiles son innombrables, son cosas oscuras que apenas pueden ser entendidas.

Como habíamos visto antes, Paul había sido testigo de la llegada del Rey Mono, una criatura capaz de despertar los miedos más profundos de la gente, mientras el miedo prevalezca, este monstruo de pesadilla se hará más fuerte. Cuando Vince, un adolescente desnudo, ataca a Abby, ella entiende que algo terrible está sucediendo en los Jardines Elíseos. Tal como concluye Abigail: “Solía pensar que conocía el miedo… No era así. Todo lo que conocía eran los suburbios del miedo… y ahora aquí estoy, en la gran ciudad”.

“Conducido por demonios” (agosto de 1984) nos lleva directamente al corazón del conflicto, mientras Swamp Thing y el demonio Etrigan batallan contra el Rey Mono. El heraldo del diablo no es rival contra un monstruo que se nutre del miedo, y Swamp Thing, aunque inmune a los poderes de la bestia blanca, no puede hacer nada para detenerlo. Al final, sólo la inocencia infantil de Paul podrá derrotar al Rey Mono.

La poesía de Moore está en cada página. Es un maestro tanto del contenido como del estilo. Su vocabulario complejo complementa el ritmo de sus frases; sus inusuales sinécdoques y sus metáforas increíblemente creativas agregan significado y profundidad a una saga ya de por sí fascinante. Por lo tanto, solamente un equipo creativo tan talentoso como el formado por Stephen R. Bissette y John Totleben podía hacerle justicia al guión de Moore. Sus técnicas son similares al estilo de Francisco de Goya y otros artistas del romanticismo. Cuando los personajes corren por sus vidas, tenemos una superficie ajada, sin acabados suaves, y al mismo tiempo tenemos detalles exquisitamente pintados.

Los colores de Tatjana Wood también ayudan a Bissette y Totleben, el rojo en la sangre de las víctimas es como púrpura oscura, escarlata embarrada en tinta espesa, se ve quebradiza y con relieves, tal como se vería la sangre de verdad. Con unos cuantos gestos del pincel, Totleben transforma los lápices de Bissette en la más sublime expresión de arte. Una y otra vez, ambos artistas nos regalan momentos de inconsolable pathos.

Portada La Cosa del Pantano 1 PlanetaLa cosa del pantano de Alan Moore Nº 01 (de 03)
Edición original: Swamp Thing Nº 20 a 34, Annual nº 02 USA
Guión: Alan Moore
Dibujo: Steve Bissette
Tinta: John Totleben
Color: Tatjana Wood
Editorial Planeta (enero de 2011)
Formato: Libro cartoné, 432 págs. a color
Precio: 35 euros