Cinco Razones para Dejar de Decir "Muy Bien"

YOUNG CHILDREN

Septiembre 2001

 

Cinco Razones para Dejar de Decir ��Muy Bien!�

Por Alfie Kohn

NOTA: Una versi�n abreviada de este art�culo fue publicada en la revista Parents en mayo de 2000 con el t�tulo �Hooked on Praise" (�Enganchados a los Elogios�). Para una visi�n m�s detallada de los temas discutidos aqu�, por favor refi�rase a los libros Punished by Rewards y Unconditional Parenting.

Salga a un sitio de juegos, visite una escuela o apar�zcase en la fiesta de cumplea�os de un ni�o, y hay una frase que de seguro va a escuchar: ��Muy bien!�. Incluso los beb�s peque�os son elogiados por juntar sus manos (�Bonito aplauso!).� A algunos de nosotros se nos escapan estos juicios sobre nuestros ni�os al punto de que casi se convierte en un tic verbal.

Muchos libros y art�culos advierten en contra de recurrir al castigo, desde pegar hasta el aislamiento forzado (�tiempo fuera�). Ocasionalmente alguien incluso nos pedir� que reconsideremos la pr�ctica de sobornar a los ni�os con stickers o comida.� Pero usted tendr� que buscar arduamente para encontrar una palabra que desaliente lo que es eufem�sticamente llamado refuerzo positivo.

Para que no haya ning�n malentendido, el punto aqu� no es cuestionar la importancia de apoyar e incentivar a los ni�os, la necesidad de amarlos y abrazarlos y ayudarlos a sentirse bien con ellos mismos. Los elogios, sin embargo, son una historia completamente diferente.� Aqu� explico por qu�.

1.   Manipulando a los ni�os. Suponga que usted ofrece una recompensa verbal para reforzar el comportamiento de un ni�o de dos a�os que come sin regar, o de un ni�o de cinco a�os que limpia sus materiales de arte.� �Qui�n se beneficia de esto?� �Es posible que el decir a los ni�os que han hecho un buen trabajo tenga menos que ver con sus necesidades emocionales que con nuestra propia conveniencia?

Rheta DeVries, profesora de educaci�n en la Universidad del Norte de Iowa, se refiere a esto como �control con cubierta de az�car�. Muy parecido a las recompensas tangibles � o, para el prop�sito, castigos � es una forma de hacer algo a los ni�os para conseguir que ellos cumplan con nuestros deseos. Puede ser efectivo en producir estos resultados (al menos por un tiempo), pero es muy diferente a trabajar con los ni�os � por ejemplo, entablar una conversaci�n con ellos a cerca de qu� es lo que hace a una clase (o a una familia) funcionar sin problemas, o c�mo otras personas son afectadas por lo que hemos hecho � o dejado de hacer. Este �ltimo enfoque no solo que es m�s respetuoso si no que no es efectivo para ayudar a los ni�os a convertirse en personas reflexivas.�

La raz�n por la cual los elogios pueden funcionar a corto plazo es que los ni�os peque�os est�n hambrientos de aprobaci�n. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de no aprovecharnos de esta dependencia para nuestra propia conveniencia. Un ��Muy bien!� para reforzar algo que hace nuestras vidas un poco m�s f�ciles puede ser un ejemplo de tomar ventaja de la dependencia de los ni�os. Los ni�os tambi�n pueden empezar a sentirse manipulados por esto, incluso si ellos no pueden explicar a ciencia cierta por qu�.

2.  Creando adictos a los elogios. De seguro, no todo uso de elogios es una t�ctica calculada para controlar el comportamiento de los ni�os. Algunas veces felicitamos a los ni�os solamente porque estamos genuinamente complacidos por lo que han hecho. Sin embargo, incluso en esos casos, vale la pena poner m�s atenci�n. En lugar de aumentar la auto estima de un ni�o, los elogiados pueden incrementar su dependencia hacia nosotros. Mientras m�s decimos �Me gusta la forma en que t�....� o �Muy bien hecho...�, incrementa la dependencia de los ni�os hacia nuestras evaluaciones, nuestras decisiones acerca de lo que est� bien y mal, en lugar de aprender de sus propios juicios. Esto los lleva a medir su valor en t�rminos de lo que a nosotros nos har� sonre�r y darles un poco m�s de aprobaci�n.

Mary Budd Rowe, una investigadora de la Universidad de Florida, descubri� que los estudiantes que eran elogiados profusamente por sus profesores eran m�s indecisos en sus respuestas, m�s proclives a responder en un tono de voz de pregunta (�mm, �siete?�). Tend�an a retractarse de una idea propuesta por ellos tan pronto como un adulto mostraba su desacuerdo. Adem�s, ten�an menos tendencia a perseverar en tareas dif�ciles o compartir sus ideas con otros estudiantes.

En resumen, �Buen trabajo!� no les da seguridad a los ni�os; en �ltima instancia, los hace sentirse menos seguros. Este tipo de frases puede incluso crear un c�rculo vicioso en el que mientras m�s recurrimos a los elogios, m�s parecen los ni�os necesitarla, por lo que los elogiamos a�n un poco m�s. Penosamente, algunos de estos ni�os se convertir�n en adultos que contin�an necesitando a alguien que les d� una palmada en la espalda y les diga si lo que hicieron estuvo bien. De seguro, esto no es lo que queremos para nuestros hijos e hijas.

3.  Robando el placer de un ni�o. Aparte del problema de dependencia, un ni�o merece disfrutar de sus logros, sentirse orgulloso de lo que ha aprendido a hacer. Tambi�n merece decidir cu�ndo sentirse de tal o cual forma. Pero, cada vez que decimos, ��Muy bien!�, le estamos diciendo al ni�o c�mo sentirse.

De seguro, hay momentos en los que nuestras evaluaciones son apropiadas y nuestra gu�a es necesaria � especialmente con ni�os que ya caminan y de edad pre-escolar. Pero una corriente constante de juicios de valor no es ni necesaria ni �til para el desarrollo de los ni�os.� Desafortunadamente, seguramente no nos hemos dado cuenta de que ��Muy bien!� es una evaluaci�n tanto como lo es ��Mal hecho!�� La caracter�stica m�s notable de un juicio positivo no es que este sea positivo, si no que es un juicio. Y a la gente, incluyendo a los ni�os, no les gusta ser juzgados.

Yo disfruto y guardo las ocasiones en las que mi hija logra hacer algo por primera vez, o hace algo mejor de lo que lo hab�a hecho hasta ahora. Pero trato de resistir al reflejo de decir ��Muy bien!� porque no quiero diluir su alegr�a. Quiero que ella comparta su placer con migo, no que me mire buscando un veredicto. Quiero que ella exclame, ��Lo hice!� (lo que ocurre regularmente) en lugar de preguntarme con incertidumbre, ��Estuvo bien?�

4. Perdiendo el inter�s. "�Muy bonita pintura!� puede hacer que los ni�os sigan pintando por el tiempo que nos mantengamos mirando y elogi�ndolos. Pero, advierte Lilian Katz, una de las principales autoridades nacionales de educaci�n en la temprana infancia, �una vez que se quita la atenci�n, muchos ni�os no volver�n a esa actividad nuevamente.� Efectivamente, una cantidad impresionante de investigaciones cient�ficas han mostrado que mientras m�s recompensamos a la gente por hacer algo, m�s tiende a perder el inter�s por cualquier cosa que deban hacer para obtener recompensas. Ahora el punto no es dibujar, leer, pensar, crear � el punto es tener el regalo, sea este un helado, un sticker o un ��Muy bien!�.

En un estudio de problemas conducido por Joan Grusec de la Universidad de Toronto, los ni�os peque�os que fueron elogiados frecuentemente por muestras de generosidad, tend�an a ser un poco menos generosos en el d�a a d�a, de lo que eran los otros ni�os. Cada vez que ellos han o�do ��Muy bien por compartir!� o �Estoy muy orgulloso de ti por ayudar�, ellos perd�an el inter�s por compartir o ayudar. Estas acciones vinieron a verse no como algo valioso en su propio sentido de lo justo, si no como algo que deben hacer para obtener nuevamente esa reacci�n del adulto. La generosidad se convierte en el medio para un fin.�

Motivan los elogios a los ni�os? Por supuesto. Los motivan a obtener elogios. Desgraciadamente, esto sucede frecuentemente a expensas del compromiso hacia cualquier cosa que ellos estaban haciendo y que provoc� un elogio.

5. Disminuyendo el Desempe�o. Como si no fuera suficientemente malo que un ��Muy bien!� pueda menoscabar la independencia, el placer y el inter�s, puede tambi�n interferir con cu�n bien los ni�os hacen una tarea. Los investigadores contin�an hallando que los ni�os que son elogiados por hacer bien un trabajo creativo tienden a tropezar en la siguiente tarea- y no les va tan bien como a los ni�os que no fueron elogiados al principio.

�Por qu� sucede esto? En parte porque los elogios crean una presi�n de �continuar el buen trabajo�, llegando a interponerse en el camino de lograrlo. En parte porque su inter�s en lo que hacen puede disminuir.� En parte porque ellos se vuelven menos propensos a tomar riesgos � un prerrequisito para la creatividad- una vez que comienzan a pensar sobre c�mo hacer que esos comentarios positivos contin�en viniendo.

En forma general, ��Muy bien!� es un vestigio de un enfoque que reduce toda la vida humana a comportamientos que pueden ser vistos y medidos. Desafortunadamente, esta ignora los pensamientos, sentimientos y valores que yacen detr�s de los comportamientos. Por ejemplo, un ni�o puede compartir un refrigerio con un amigo como una forma de atraer un elogio, o como una forma de asegurarse de que otro ni�o tenga suficiente para comer. Los elogios por compartir ignoran estos diferentes motivos. Peor a�n, estos de hecho promueven el motivo menos deseable, haciendo a los ni�os m�s proclives a tratar de pezcar elogios en el futuro.

Una vez que usted empieza a elogiarlo por lo que es � y lo que hace � estas peque�as y constantes explosiones de evaluaci�n de los adultos comienzan a producir los mismos efectos que unas u�as rasgadas lentamente sobre un pizarr�n. Usted comienza a alentar a un ni�o a dar a sus maestros y padres un bocado de su propia melaza, volte�ndose a responderlos diciendo (en el mismo tono de voz dulz�n), ��Muy buen elogio!��

Sin embargo, no es un h�bito f�cil de romper. Dejar de elogiar, al menos al principio, puede parecer extra�o,. Se puede sentir como si estuviese siendo fr�o o guard�ndose algo. Pero eso, (y pronto se vuelve evidente) sugiere que nosotros elogiamos m�s porque necesitamos decirlo que porque nuestros ni�os necesitan o�rlo. Siendo esto as�, es tiempo de reconsiderar lo que estamos haciendo.

Lo que los ni�os necesitan es apoyo incondicional, amor sin compromisos. Eso no solo que es diferente a un elogio � es lo opuesto al elogio. ��Muy bien!� es condicional. Significa que estamos ofreciendo atenci�n, reconocimiento y aprobaci�n por saltar a trav�s de nuestro aro, es decir, por hacer algo que nos place a nosotros.

Este punto, usted lo notar�, es muy diferente a una cr�tica que mucha gente ofrece al hecho de dar a los ni�os mucha aprobaci�n, o d�rsela muy f�cil. Ellos recomiendan que nos hagamos m�s taca�os con nuestros elogios y demandemos que los ni�os �los ganen�. Pero el problema real no es que los ni�os de esta �poca esperen ser elogiados por todo lo que hacen. Lo que sucede es que nosotros estamos tentados a tomar atajos, a manipular a los ni�os con recompensas en lugar de explicar y ayudarlos a desarrollar las habilidades necesarias y los buenos valores.

Entonces, �cu�l es la alternativa? Eso depende de la soluci�n, pero cualquier cosa que decidamos decir tiene que ser en el contexto del afecto genuino y amor por lo que los ni�os son en vez de por lo que han hecho.� Cuando est� presente el apoyo incondicional, un ��Muy bien!� no es necesario; cuando no est� presente, un ��Muy bien!� no ayudar�.

Si estamos elogiando acciones positivas como una forma de desalentar un mal comportamiento, esto tiene poca probabilidad de ser efectivo por mucho tiempo. Incluso cuando esto funciona, no podemos afirmar que el ni�o ahora �se est� comportando�; ser�a m�s preciso decir que los elogios lo hacen comportarse. La alternativa es trabajar con el ni�o, para descubrir las razones por las que �l est� actuando de esa manera. Podr�amos tener que reconsiderar nuestros propios requerimientos en vez de simplemente buscar una forma de que los ni�os obedezcan. (En lugar de usar ��Muy bien!� para hacer que un ni�o de cuatro a�os se siente callado durante una larga clase o cena familiar, tal vez deber�amos preguntarnos si es razonable esperar que un ni�o haga esto).

Tambi�n debemos encaminar a los ni�os hacia el proceso de tomar sus propias decisiones. Si un ni�o est� haciendo algo que molesta a otros, entonces sentarse posteriormente con �l y preguntarle, ��Qu� piensas que podemos hacer para solucionar este problema?� podr�a ser m�s efectivo que chantajes o amenazas. Esto tambi�n ayuda al ni�o a aprender c�mo resolver problemas y le ense�a que sus ideas y sentimientos son importantes. Por supuesto, este proceso toma tiempo y talento, cuidado y coraje. Lanzar un ��Muy bien!� cuando el ni�o act�a en una forma que nosotros estimamos apropiada no toma ninguna de estas cosas, lo que explica por qu� las estrategias de �hacer algo a� son m�s populares que las estrategias de �trabajar con�.

�Y qu� podemos decir cuando los ni�os hacen algo impresionante? Considere estas tres posibles respuestas:

* No diga nada. Algunas personas insisten en que un acto servicial debe ser �reforzado� porque, secreta o inconscientemente, ellos piensan que fue una casualidad. Si los ni�os son b�sicamente malos, entonces se les debe dar una raz�n artificial para ser buenos (a saber, recibir una recompensa verbal). Pero si este cinismo es infundado-y muchas investigaciones sugieren que lo es-entonces los elogios no ser�an necesarios.

* Diga lo que vio. Un enunciado simple, sin evaluaci�n (�Te pusiste los zapatos por ti mismo� o incluso solamente �Lo hiciste�) dice a su hijo que usted se dio cuenta. Tambi�n le permite a �l sentirse orgulloso de lo que hizo. En otros casos, puede tener sentido hacer una descripci�n m�s elaborada. Si su hijo hace un dibujo, usted podr�a ofrecer unas observaciones �no un juicio-sobre lo que usted ve: ��La monta�a es inmensa!� ��Hijo, de seguro usaste mucho color morado hoy d�a!�

Si un ni�o hace algo cari�oso o generoso, usted podr�a atraer su atenci�n sutilmente hacia el efecto de esta acci�n en la otra persona: ��Mira la cara de Abigail! Ella parece muy feliz ahora que le diste un poco de tu comida�. Esto es completamente diferente a un elogio, en el que el �nfasis est� en c�mo usted se siente acerca de la acci�n hecha por su hijo.�

* Hable menos, pregunte m�s. Incluso mejores que las descripciones son las preguntas. Por qu� decirle a �l qu� parte de su dibujo le impresion� a usted cuando puede preguntarle qu� es lo que a �l le gusta m�s de su dibujo? El preguntar �Cual fue la parte m�s dif�cil de dibujar?� o ��C�mo hiciste para hacer el pie del tama�o correcto?� es probable que alimente su inter�s por el dibujo. Decir ��Muy bien!�, como lo hemos visto, puede tener exactamente el efecto contrario.

Esto no significa que todos los cumplidos, todos los agradecimientos, todas las expresiones de gusto sean da�inas. Debemos considerar los motivos por los que los decimos (una expresi�n genuina de entusiasmo es mejor que un deseo de manipular el futuro comportamiento del ni�o) as� como los efectos verdaderos de decirlos. �Est�n nuestras reacciones ayudando al ni�o a percibir un sentido de control sobre su vida�o de buscar constantemente nuestra aprobaci�n? Est�n estas expresiones ayud�ndolo a volverse m�s entusiasta en lo que est� haciendo por derecho propio, o convirtiendo en algo que �l solo quiere hacer para recibir una palmada en la espalda.

No es cuesti�n de memorizar un nuevo gui�n, si no de tener presentes nuestros objetivos a largo plazo para nuestros hijos y estar alerta sobre los efectos de lo que decimos. La mala noticia es que el uso de refuerzos positivos no es realmente algo positivo. La buena noticia es que usted no tiene que evaluar para poder motivar.

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Traducido por www.FamiliaLibre.com (M�nica Salazar), con autorizaci�n expresa del autor. 


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