Un reflejo de miedo (1973), de William A. Fraker

Marguerite, una púber y solitaria jovencita, vive con su madre y su abuela, recluida siempre en su casa, pues ellas se ocupan personalmente de su educación. Tal situación ha enrarecido el carácter de la chica, que tiene conversaciones con su colección de muñecos, y especialmente con Aron, que parece responderle. En tal tesitura se presenta el padre de la chica, que nunca va a verle, con su nueva prometida; a Marguerite le hace ilusión ver a su progenitor, pero Aron es un muñeco la mar de celoso...

Película de terror sin demasiado interés. Construye su aire siniestro con el lánguido aspecto de 'lolita' de la protagonista, y con el mentado muñeco, lo que da pie a escenas truculentas, algunas de índole sexual. El papel de Robert Shaw (Tiburón) es bastante secundario, y seguramente fue el título más importante de Sondra Locke, lo que no es decir demasiado.