La actividad física y la salud renal | American Kidney Fund

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La actividad física y la salud renal

Conozca los beneficios que tiene la actividad física para el control de la enfermedad renal y su importancia en los resultados médicos, y encuentre consejos prácticos sobre ejercicio diario.
Revisión médica de
AKF's Medical Advisory Committee
Última actualización
May 15, 2024

¿Qué beneficios aporta la actividad física a las personas que tienen ERC?

La actividad física aporta numerosos beneficios a la hora de ayudar a controlar la enfermedad renal. Puede mejorar el bienestar físico y la salud general. Hacer ejercicio con regularidad puede además ayudar a controlar la progresión de la enfermedad renal y de otras complicaciones médicas. 

Aumentar la actividad puede beneficiar a una persona de diversos modos: 

  • Mejora la salud cardíaca y reduce el riesgo de tener insuficiencia cardíaca, presión arterial alta y accidente cerebrovascular. 
  • Contribuye a controlar la concentración sanguínea de azúcar y a disminuir el riesgo de tener diabetes de tipo 2. 
  • Fortalece la salud mental y reduce el estrés, la angustia y la depresión. 
  • Evita el aumento de peso y favorece el mantenimiento del peso. 
  • Preserva la masa muscular y la densidad ósea. 
  • Ayuda a dormir mejor. 

Una actividad física regular es esencial para retrasar potencialmente la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC). Al mejorar la salud cardiovascular y controlar la presión arterial y la concentración sanguínea de azúcar, el ejercicio reduce los factores de riesgo principales de progresión de la ERC.

¿Qué tipo de actividad física puedo hacer?

Hacer actividad física con regularidad es muy beneficioso para quienes tienen enfermedad renal crónica (ERC), pero el tipo y la intensidad que se recomiendan para los ejercicios varía en función de la etapa de la enfermedad, el estado físico y la salud general.

A las personas que tienen ERC se les recomienda que hagan una actividad física moderada durante al menos 150 minutos semanales, o en el nivel que resulte compatible con su tolerancia cardiovascular y física. Por "moderada" se entiende que la actividad es de una intensidad suficiente para aumentar la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria y sudar. Entre las cosas que constituyen actividad física están caminar a paso ligero, andar en bicicleta o nadar. Los 150 minutos de ejercicio se pueden repartir a lo largo de la semana. Por ejemplo, haciendo ejercicios moderados durante 30 minutos 5 veces a la semana, podrá llegar a esos 150 minutos.  

Antes de iniciar un plan nuevo de ejercicio, consulte a su equipo de atención médica a fin de garantizar que las actividades elegidas sean adecuadas para su problema médico específico y su estado de salud. El tipo de actividad física y su intensidad se deben adaptar para que resulte segura y su salud renal obtenga el máximo beneficio. 

¿Cómo puedo incorporar la actividad física a mi vida si tengo ERC?

Incorporar la actividad física a la vida con la enfermedad renal crónica (ERC) exige una cuidadosa planificación que garantice que el ejercicio sea beneficioso y seguro. 

A continuación le proponemos cinco estrategias que permiten que las personas con ERC incorporen la actividad física a la vida cotidiana: 

  1. Conocer los límites personales: No olvide su problema médico y pídale al proveedor de atención médica recomendaciones sobre ejercicios seguros. 
  2. Fijarse metas realistas: Propóngase metas iniciales que pueda alcanzar y vaya aumentando poco a poco los niveles de actividad. 
  3. Variedad de ejercicios: Combine distintos tipos de ejercicios para no aburrirse. 
  4. Regularidad en la actividad: Incorpore actividades físicas a sus rutinas cotidianas, incluso si se trata de sesiones breves. 
  5. Vigilancia de la respuesta: Preste atención a las señales que le dé su cuerpo y ajuste las actividades en consecuencia.