Se apaga el sueño de Aaron Rodgers en Nueva York: la estrella se perderá el resto de la temporada de la NFL tras una lesión | Deportes | EL PAÍS
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Se apaga el sueño de Aaron Rodgers en Nueva York: la estrella se perderá el resto de la temporada de la NFL tras una lesión

Una resonancia ha confirmado que el ‘quarterback’ de 39 años se rompió el talón de Aquiles en su debut con los Jets

Aaron Rodgers
Aaron Rodgers, de los Jets, en el momento en el que se lesionó el talón de Aquiles.Vincent Carchietta (USA TODAY Sports via Reuters Con)

Todos los temores se han confirmado. La primera temporada de Aaron Rodgers con los New York Jets ha llegado a su fin. Una resonancia magnética realizada esta mañana ha corroborado que el quarterback estrella se rompió el tendón de Aquiles en los primeros minutos de su debut en casa frente a los Buffalo Bills, en el popular partido del Monday Night Football. La lesión amenaza la carrera del jugador de 39 años, quien ha sido nombrado MVP de la NFL en cuatro ocasiones y llegó en abril a Nueva York generando grandes expectativas para un equipo que no gana un título en más de medio siglo.

Rodgers se lesionó el talón en el cuarto movimiento. El partido, en el estadioMetLife, llevaba menos de cuatro minutos de haber iniciado. En una primera oportunidad y diez yardas por avanzar fue capturado por el defensivo de los Bills, Leonard Floyd. El quarterback cayó sobre su costado izquierdo. La jugada no fue demasiado aparatosa, parecía de rutina. Rodger se puso de pie inmediatamente. Al dar un paso cojeó, miró a la banca e hizo un pequeño gesto con la cabeza. No podía seguir. Los médicos lo sacaron caminando de la cancha por su propio pie y después lo subieron a un coche que lo llevó a los vestidores. El jugador mantuvo en el trayecto la mirada fija en el suelo. Así fueron los trágicos primeros minutos de Rodgers con el verde y blanco de los Jets.

Su debut con los de Nueva York había creado una enorme expectación en la NFL. La superestrella de la liga de fútbol americano, quien pasó 18 años en Green Bay, estaba llamado a abrir un brillante nuevo capítulo para una franquicia que ha pasado muchos tragos amargos desde que levantó el trofeo en 1969 gracias a la leyenda de Joe Namath. La afición pronosticaba un futuro donde al menos pelearían por el título de la conferencia americana. Los Jets llevan doce años sin jugar unos playoffs. Rodgers, fichado con un contrato de 112 millones de dólares por tres años, sumaba una racha de nueve victorias y cero derrotas en juegos del lunes por la noche, el escaparate estelar de la liga en horario de gran audiencia televisiva.

Con tan solo 24 años y tres temporadas como profesional, Zach Wilson entró a la cancha para sustituir a Rodgers. El joven lanzador egresado de la universidad BYU de Utah lanzó una intercepción en los primeros minutos de juego. Los receptores de los Jets corrigieron el rumbo de una noche que pintaba catastrófica. Los Jets remontaron para vencer a los Bills de Josh Allen en tiempo extra, por un marcador de 16-22. Wilson tendrá que encabezar al equipo el domingo en la vista que hagan a los Dallas Cowboys, que mostraron un estilo dominante en su primer partido de la temporada.

A pesar del triunfo en casa, el entrenador de los Jets, Robert Saleh, afirmó a los periodistas que había inquietud dentro de la organización por lo ocurrido en los primeros minutos del juego. “Estamos preocupados por su talón de Aquiles... La resonancia probablemente confirmará lo que pensamos que sucedió, pero no es bueno”, dijo Saleh en la conferencia.

Las malas noticias se han confirmado esta mañana. La resonancia magnética ha pulverizado, de momento, las esperanzas de que Rodgers levante este año el premio de la Super Bowl. Algo con lo que el jugador invitó a soñar en su primera rueda de prensa después de haber sido transferido en abril: “Esta mañana, cuando entré, noté que ese trofeo del Super Bowl III se ve algo solitario”. Rodgers acompañó el comentario con una mueca traviesa.

Ahora, Rodgers, quien logró el campeonato con Green Bay en febrero de 2011, tendrá que enfocarse en un difícil camino hacia la recuperación. Su lesión también pone a los Jets en otra pista, la de encontrar un lnzador que pueda auxiliar a Wilson a cargar al equipo durante la temporada.

Para los aficionados a Nueva York, la noche trágica de este lunes tiene ecos de otro juego maldito ocurrido en septiembre de 1999. El quarterback Vinny Testaverde, quien había llevado a los Jets en enero de aquel año a la final de la conferencia americana, donde fueron derrotados por los Broncos de Denver, se rompió el tendón de Aquiles en el debut de la temporada 1999-2000 frente a los Patriots de Nueva Inglaterra. Lo más escalofriante de todo es que aquella desgracia también sucedió un lunes.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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