Carlos Larra�aga, de cuya inesperada muerte se cumple este 30 de agosto una d�cada, ha sido uno de los galanes nacionales por antonomasia, formando parte del decorado cotidiano de los espa�oles durante d�cadas, especialmente con la exitosa serie televisiva Farmacia de Guardia de la que era uno de los protagonistas, que estuvo en pantalla de 1991 a 1995.
De trayectoria muy abultada en cine, teatro y televisi�n, todo su entorno familiar adem�s ten�a que ver con los escenarios: nacido en Barcelona en marzo de 1937, era hijo de la reputada actriz Mar�a Fernanda Ladr�n de Guevara y el actor Pedro Larra�aga y Ruiz-G�mez, propietario asimismo de una famosa Casa de Ba�os en Avil�s. Su hermana por parte de madre era otro monstruo de la interpretaci�n, Amparo Rivelles, tres de sus cuatro esposas eran actrices y entre sus cinco hijos se encuentran los actores Amparo y Pedro Larra�aga, casado con Maribel Verd�, y Luis Merlo.
Sentimentalmente, Carlos Larra�aga, considerado un don Juan, tuvo una vida muy agitada, ya que se cas� cuatro veces, la primera en 1959 con la actriz Mar�a Luisa Merlo, hija del tambi�n actor Ismael Merlo, formando una de las parejas m�s populares de los escenarios. De esta uni�n nacieron Amparo, Pedro y Luis, y adem�s Larra�aga aport� un hijo, Juan Carlos, fruto de su relaci�n con la bailarina Isabel Rayo, pero el matrimonio se rompi� en 1975. Despu�s se uni� a la directora teatral Ana Diosdado, con la que convivi� hasta 1999, y en el 2000 se cas� con la periodista Mar�a Teresa Ortiz Bau, divorci�ndose en 2006, a�o en que contrajo nuevo matrimonio con la actriz Ana Escribano, con la que tuvo a su hija peque�a Paula, en 2007, ya cumplidos los 70 a�os.
Poco pudo disfrutar de su ultima paternidad, ya que el 30 de agosto de 2012, fallec�a con 75 a�os en el hospital Xanit Internacional de Benalm�dena, donde ese enero le hab�an intervenido tambi�n de un tumor en las v�as urinarias. La causa de su muerte fue una descompensaci�n cardiaca por la que hab�a sido ingresado una semana antes, que se le complic�.
Pis� los escenarios siendo casi un ni�o, en Cuba, donde su familia se afinc� y vivi� parte de su infancia. Se estren� con 4 a�os en la pel�cula Alma de Dios, con 10 intervino en Serenata espa�ola y con 13 en Peque�eces. No es extra�o que, finalizada la etapa colegial, decidiera colgar los estudios para dedicarse a la interpretaci�n, en la que logr� fama sobre todo en papeles de gal�n gracias a su atractivo f�sico.
Con solo 20 a�os particip� en una superproducci�n Orgullo y pasi�n ambientada en la guerra de la Independencia, que se rod� en Espa�a en 1957 protagonizada por Sof�a Loren, Frank Sinatra y Cary Grant, con quien lleg� a establecer bastante amistad. Siguieron filmes m�s comerciales en Espa�a, como Ha llegado un �ngel, con Marisol, La familia y uno m�s y en registro totalmente diferente, El extra�o viaje dirigida por Fernando Fern�n G�mez, considerada su mejor pel�cula. Tambi�n particip� en Los p�jaros de Baden-Baden, de Camus, Casa Flora, junto a Lola Flores y en Las verdes praderas, con Jos� Luis Garci como director, con el que mantuvo una relaci�n continuada participando en otros filmes suyos como Tiovivo c. o Luz de domingo, por la que fue nominado a los Goya. Entre sus premios destacan la Medalla de Oro de Bellas Artes, el del C�rculo de escritores cinematogr�ficos y el TP de oro por Farmacia de Guardia. Su �ltima pel�cula fue Los muertos no se tocan, nene, en 2011.
M�s televisi�n
A partir de los a�os 60, espaci� sus apariciones en el cine, prodig�ndose en televisi�n, donde particip� en las famosas Historias para no dormir de Ib��ez Serrador, y en el espacio teatral Estudio 1 donde mostr� gran eclecticismo interpretando tanto a Arniches como a Oscar Wilde y otros variopintos autores. Se consagr� en series como Los gozos y las sombras, Verano azul, Goya y sobre todo Farmacia de Guardia donde arras� con el personaje de Adolfo Segura, ex marido de la due�a de la farmacia, Concha Cuetos.
Fue un amante del teatro, fundando su propia propia compa��a en 1959 con Gustavo P�rez Puig. Cultiv� todos los g�neros, desde vodeviles como Pato a la naranja a dramas como La cornada de Alfonso Sastre, donde recrea a un torero que se debate entre su amor a una mujer y su profesi�n.
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