Es la primera obra del hombre de prensa. Expone historias de no ficción registradas en el Perú. Esta semana se estrenó en la Feria Internacional del Libro de La Libertad.
Es la primera obra del hombre de prensa. Expone historias de no ficción registradas en el Perú. Esta semana se estrenó en la Feria Internacional del Libro de La Libertad.

El periodista y escritor Oscar Paz Campuzano ha dado un paso clave. Su libro “Un maldito infierno y otras crónicas” es una realidad y fue presentado en la . Según el poeta y también escritor Luis Eduardo García, “la crónica es un género peligroso, pero el cronista Oscar Paz lo resuelve de manera eficaz y muy interesante”. Diario Correo conversó con el autor de esta obra que tiene el sello de Editorial Infolectura y que puede ser adquirida a través del número 986 306 107 o en la misma librería de la casa editora.

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Un maldito infierno y otras cónicas es una compilación de historias reales ocurridas en varios puntos del país. ¿Cómo fue ese proceso de elección de los temas por desarrollar?

Me hubiese gustado escribir más historias. De hecho, hay muchos temas que hubiese podido desarrollar en el tono de crónica, aspirando a que sean temas mucho más memorables, con una estética literaria y con la rigurosidad del periodismo. Sin embargo, por la misma labor periodística, no en todas las historias pude ingresar a la vida de las personas que las protagonizaban. Entonces, decidí incluir en este libro aquellas historias que en estos últimos 10 años pude vivir como periodista, y digo vivir porque a veces los periodistas estamos un día allí y nos olvidamos de la historia. En este caso no, yo decidí inmiscuirme más en la vida de esta gente que vivió distintas cosas.

¿Qué fue lo que te motivó a dar el paso a escribir este libro de no ficción. ¿Tal vez que estas historias nunca se olviden?

La decisión se fue dando en el camino. Al principio mi interés era profundizar en estos relatos, y a medida que fui avanzando en mi labor como periodista me di cuenta de que estas crónicas podrían ser reunidas en un libro. Sin embargo, para ello, estas crónicas deberían tener un hilo conductor. En el camino me di cuenta de que varias de estas crónicas calzaban con un tema en particular, que las une, que es este lado oscuro del Perú, este lado vergonzoso del Perú, en el que se violan sistemáticamente las normas, en el que nos olvidamos de aquellos que dieron la vida por el país, de la impunidad, tantos años un caso de negligencia y de corrupción sin un juicio final.

Estas historias son hechos noticiosos que has cubierto en tu labor periodística, pero para escribir el libro tuviste que investigar más. Vemos que hay datos, fechas, hechos hasta históricos en cada una de ellas.

El libro aspira a una estética literaria, aspira un lenguaje atrayente, cautivador y con ritmos particulares producto de un estilo personal, pero también respeta la rigurosidad periodística. Lo que busco es información que he conseguido entrevistando, recabando documentación, buceando en el archivo. Y esa información me permite ir más allá de lo literario y se convierte en un producto periodístico porque tiene información valiosa sobre asuntos de trascendencia e importancia pública.

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Has tocado casos trágicos en el libro como la deflagración de ese camión que transportaba GLP, en Lima. ¿Es lo que motivó el nombre del libro?

De hecho, el libro se titula Un maldito infierno y otras crónicas, y utiliza el nombre de una de las crónicas, Un maldito infierno, que se refiere a esta deflagración que ocurre en Villa El Salvador y deja algunas decenas de muertos y heridos. Pero el título también conecta con las demás historias. Son cinco relatos en total que, de alguna forma, son una evidencia de ese maldito infierno que es el Perú en muchos casos.

¿Esta historia en particular, vinculada con la tragedia en Villa El Salvador, te marcó?

Yo confieso que he estado, como tú o como cualquier periodista, cara a cara con la desgracia. Pero no en todas las veces me he comprometido tanto, al punto que he llorado con la gente. He estado tan cerca de la gente, las he escuchado con tanta atención que en plena entrevista he llorado con esas personas porque no soportaba su labor. Es el caso de la entrevista larga que tuve con la mamá de Jean Francis. No podía hacerle preguntas, tartamudeaba haciéndole preguntas. Creo que no está mal que el cronista se involucre con las historias.

¿Crees que al estar siempre cubriendo este tipo de casos, muchas veces sucesos que superan a la ficción, te permiten tener material para próximos libros o, quizá, vayas por algo de ficción?

La realidad en el Perú es tan desbordante que no se necesita ficcionar sobre ella. No se necesita hacer ficción para revelar este lado oscuro del Perú, pero como escritor y periodista sí me gustaría incursionar en la ficción. Me parece que allí las barreras de la realidad objetiva ya no ponen ciertas trabas que existen en la crónica, por decirlo de alguna forma.

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