Francisco Ignacio Madero González nació el 30 de octubre de 1873 en Parras de la Fuente, Coahuila. Fue un empresario, revolucionario y político mexicano que se destacó por la proclamación en octubre de 1910 del Plan de San Luis contra el gobierno de Porfirio Díaz que dio inicio a la Revolución maderista, que a su vez marcó el inicio histórico de la Revolución mexicana. Madero ocupó el cargo de presidente de México entre 1911 y 1913, pero fue traicionado y asesinado junto con su vicepresidente José María Pino Suárez como resultado de un golpe de estado militar (conocido como Decena Trágica) dirigido por Victoriano Huerta.
Francisco Madero asumió el cargo de presidente de México el 6 de noviembre de 1911 después de la renuncia de Porfirio Díaz. Su gobierno se caracterizó por intentar mejorar las condiciones de vida del pueblo llano, pero pudo satisfacer las diferentes aspiraciones de cambio social de las masas revolucionarias, lo que eventualmente provocó alzamientos armados como el del campesino Emiliano Zapata o la rebelión de Pascual Orozco (Plan de la Empacadora).
El mandato presidencial de Madero duro solo 15 meses, ya que entre el 9 y el 18 de febrero de 1913 se llevó a cabo un golpe militar dirigido por Victoriano Huerta para derrocar el gobierno maderista. La sublevación se inició en Ciudad de México, donde disidentes comandados por el general Manuel Mondragón se levantaron en armas. El general Lauro Villar estaba encargado de la defensa del Palacio Nacional como Comandante Militar de la Plaza, pero cuando es herido Madero nombra en su lugar a Victoriano Huerta quien lo traiciona arreglándose con los opositores.
Victoriano Huerta firmó firmó un acuerdo el 18 de febrero de 1913 con los generales Manuel Mondragón y Félix Díaz (jefe del ejército federal y sobrino de Porfirio Díaz) en la sede de la embajada de Estados Unidos en México, con el apoyo del embajador Henry Lane Wilson. Este acuerdo se conoce como el Pacto de la Embajada o Pacto de La Ciudadela. Ese mismo día, el presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez fueron apresados y obligados a renunciar al día siguiente, 19 de febrero.
Bajo los términos del Pacto de la Ambajada las partes se comprometían a colocar provisionalmente en la presidencia al General Victoriano Huerta, a cambio de que éste cediera posteriormente la presidencia a Félix Díaz. El 20 de febrero, Victoriano Huerta fue designado presidente de México mediante una serie de maniobras políticas, pero fue conocido como «el usurpador».
El 22 de febrero de 1913 el presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados a traición, a pesar del compromiso de los golpistas de respetar su vida y facilitar su exilio a la isla de Cuba. Madero y Pino Suárez fueron acribillados por el militar Francisco Cárdenas Sucilla a un lado del Palacio de Lecumberri en Ciudad de México. La muerte de los dos hombres nunca se trato como un asesinato, en los periódicos no fue vista la palabra “asesinato”.