La escena de 'Anastasia' que sí ocurrió en la realidad: un museo tiene la prueba
Hay un detalle de Anastasia que pasó desapercibido, pero es un elemento adaptado de la historia real de la duquesa y es una muestra de lo fiel que fue la película a la vida real.
Anastasia fue una de los éxitos animados más populares a finales de los 90, pues mostró una historia alternativa a lo que habían mostrado las películas animadas previamente.
La película está inspirada en eventos reales que sucedieron con la Duquesa Anastasia Nikoláyevna Románova, hija del emperador Nicolás II, último zar de Rusia Imperial durante las primeras dos décadas del siglo XX.
Al ser una historia adaptada para un público infantil, Anastasia tiene cambios significativos respecto a la historia original, pues la historia real de la joven duquesa fue trágica.
Sin embargo, hay algunos elementos, especialmente estéticos, que se mantuvieron fieles a la vida real de Anastasia Nikoláyevna.
En la escena de apertura de la película, Anastasia se acerca alegre a su abuela, María, para darle un dibujo de una niña rusa hecho por ella.
Más adelante en la historia, el dibujo sirve como un recuerdo y un vínculo entre María y su nieta, por lo que toma relevancia simbólica en la historia.
La película no se desenvuelve alrededor del dibujo ni es mencionado con mucha importancia; sin embargo, es un detalle histórico que no pasa desapercibido, pues es uno de los elementos que se mantuvo fiel a la vida real.
Anastasia tuvo una vida corta, pues fue ejecutada a los 17 años; sin embargo, 4 años antes de morir, realizó el dibujo que pasó a la historia.
El dibujo que aparece en la película es un documento histórico, ya que fue hecho por Anastasia en 1914 y, al igual que en la historia animada, fue un regalo para su abuela.
En la vida real, Anastasia se distinguía por sus habilidades artísticas, pero no solía dibujar cuerpos humanos; es por eso que el regalo a su abuela fue tan especial.
La ilustración parece una muñeca rusa por las proporciones del cuerpo y la cabeza, pero es un cuerpo de una niña dibujado por Anastasia.
Algunas teorías indican que Anastasia dibujó a una niña con gesticulación feliz porque en 1914 también murió su hermana, así que, de alguna manera, resultó una forma de reconectar con ella y honrarla.
La película no explora el trasfondo del dibujo ni toca el tema de la hermana de Anastasia; sin embargo, es un guiño a la cruel historia real de la duquesa rusa.
El documento histórico está albergado en el Palacio Romanov, en San Petersburgo, hogar en el que habitaron Anastasia y su familia hace más de 100 años.
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