Pia Sundhage es una leyenda del fútbol femenino. La bicampeona olímpica como seleccionadora ha gozado de una larga y exitosa carrera. Pero aunque esa trayectoria la ha llevado a acumular diversas estancias en su Europa natal, en Norteamérica y en Asia, ahora afronta un reto totalmente nuevo: llevar a Brasil a levantar por primera vez la Copa Mundial de la FIFA 2023.

Copa Mundial femenina de la FIFA 2023: cuándo es, sedes y todo lo que hay que saber

Pia disfrutó de una exitosa carrera como delantera en su Suecia natal, así como en Italia, antes de embarcarse en una carrera como directiva. Como futbolista, Sundhage, natural de Ulricehamn, anotó 71 goles en 146 partidos con su selección, y fue una de las grandes responsables de que el combinado de las Tres Coronas no quedara apeado al término de la fase de grupos del Mundial del que fue anfitrión (1991). También disputó la cita ecuménica de 1995.

La campeona de Europa de 1984, amante de las canciones de Bob Dylan, colgó las botas en 1996 y continuó cosechando éxitos desde el banquillo.

La ex seleccionadora de Estados Unidos y Suecia tomó las riendas de las Canarinhas en julio de 2019, tras su eliminación en octavos ante el país anfitrión en el Mundial de Francia. Un tiempo después, en 2022, llevó a la Seleção a ganar la Copa América Femenina.

Sundhage, una luchadora incansable, entrenó en su país y en Estados Unidos antes de incorporarse a la selección nacional de la RP China como ayudante de su compatriota Marika Domanski-Lyfors en la Copa Mundial Femenina de la FIFA China 2007.

La pareja ayudó a China a alcanzar los cuartos de final en su propio país, antes de que Sundhage se marchara para ocupar el puesto de seleccionadora de Estados Unidos.

Lideró a la selección de las barras y estrellas hacia el oro olímpico en Pekín 2008, así como hacia tres Copas Algarve, camino de una final de la Copa Mundial Femenina en 2011, la primera de la nación en el siglo XXI.

Tras la sorprendente derrota ante Japón, Sundhage se despidió con otra medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cobrándose la revancha ante las Nadeshiko con una victoria final por 2-1.

La llamada de casa llegó poco después, cuando Sundhage se hizo cargo de la selección sueca. La llevó a la semifinal de la Eurocopa femenina de 2013 en casa y a la medalla de plata en Río 2016, antes de dejar su cargo un año después.

En 2019 asumió su último reto con la selección brasileña femenina.