tiempo
Universal

Dirección: M. Night Shyamalan Reparto: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Thomasin McKenzie, Rufus Sewell, Abbey Lee Título original: Old País: Estados Unidos Año: 2021 Fecha de estreno: 30-7-2021 Género: Thriller Guion: M. Night Shyamalan Fotografía: Mike Gioulakis Sinopsis: Durante unas vacaciones en un paraíso tropical, una familia descubre que la recóndita playa elegida para relajarse unas horas está haciéndoles envejecer rápidamente.

StarStarStarStarStar

​​

Lo mejor: el acecho monstruoso y deforme en la gruta, autocita a La visita.
Lo peor: que nadie le diga al personaje de Rufus Sewell que la película es Missouri (Arthur Penn, 1976).

Cuando en TiburónSteven Spielberg, en una soleada playa donde algo siniestro acechaba las tranquilas vidas de los veraneantes de Amity Island, replicaba, en la secuencia de un Roy Scheider más atento al océano que a un vecino de toalla, el plano de Yo confieso (1953) donde Montgomery Clift miraba por encima del hombro a un contertulio pesado, hermanaba su cine (en forma y fondo) con el de Alfred Hitchcock. Que M. Night Shyamalan haya construido formalmente su magnífico último film, Tiempo, llevando hasta extremos de virtuosismo brillantemente minimalista esa escena une al, único (por ello odiado o amado desde extremos irreconciliables) en el panorama de directores actuales, firmante de El sexto sentido, Señales o El protegido tanto con Hitchcock como con Spielberg. No es casualidad que los últimos recién llegados al resort de Tiempo en el tramo final sean el señor y la señora Brody, ni que el desenlace (un flashback: no por nada todo es cuestión temporal) se mire en aguas azules con el de Tiburón. Ni tampoco es casual que los mejores y más inquietantes en su sencillez (movimientos de cámara, sonidos, silencios, lo que se muestra y lo que no) momentos remitan a otro ejercicio de estilo en escenario único y donde el tiempo (envejecer) era el macguffin: Ojos, el mítico episodio de la serie Galería Nocturna en el que un jovencísimo Steven Spielberg dirigía una pesadilla sobre edad y apariencias físicas con una Joan Crawford que en Tiempo parece resucitar en los instantes más climáticos del personaje de Abbey Lee.

Shyamalan es único en crear incomodidad y suspense desde elementos mínimos y con una elegancia hoy caída en combate: sus panorámicas, esos primeros planos quebrados, los fondos desenfocados, los detalles antes que el conjunto… Todo transcurre de manera tan sencilla como implacable en esta fábula muy Rod Serling (de nuevo Galería Nocturna) que vendría a ser la cara oscura del Shangri-La ideado por el James Hilton en su novela Horizontes perdidos. Los inocentes juegos infantiles en el hotel paradisíaco o las miradas a través de cristaleras y retrovisores serán la antesala de sus reflejos de terror (la cajita espejo) en esa playa/trampa (que sí, que sirve para cualquier tipo de metáfora “elevada” que se os ocurra: la vida, el matrimonio, el confinamiento que hemos vivido por la pandemia…).

Tiempo confirma nuevamente el talento narrativo de M. Night Shyamalan (el descubrimiento del primer cadáver; cómo juega con el espectador ante la primera transformación de los niños; ese golpe de montaje que provoca más pavor que un golpe real, y un largo etcétera), su primerísima posición como titán del fantastique, su clase y su ADN hitchcockniano y spielbergiano. Quizá las explicaciones “racionales” en su pre-epílogo no importen demasiado (lo mismo le pasó a Hitch en Psicosis… y no nos molestó en absoluto), pero eso no es nada en una grandiosa película que es una isla en sí misma. Donde quedarse a vivir en estos años millenials de fugacidad inane.

youtubeView full post on Youtube