Tras ganar su primer partido del Masters 1000 de Roma, el serbio Novak Djokovic sufrió una agresión de parte de un fanático, quien tiró una botella térmica desde una de las plateas.

Tras ser asistido, continuó su camino hacia la zona de vestuarios, mientras se tomaba la cabeza en un claro gesto de sufrimiento por el impacto

Todo ocurrió poco después de haber terminado su partido, mientras se dirigía a su camarín. Djokovic, en un gesto habitual del ganador del duelo, se acercó a la platea para firmar autógrafos a los hinchas, en su mayoría niños, o para hacerse fotos.

Según informó la agencia EFE, todo se dio de manera fortuita y sin intención. “Uno de los aficionados, al volcarse hacia abajo para acercar su bolígrafo, dejó escapar de su mochila una cantimplora que golpeó al serbio en la cabeza”, informó.

Nole, según fuentes de la organización, de inmediato fue a la enfermería para que le realizaran un control.

Luego suspendió su conferencia de prensa, donde lo esperaban los periodistas para hablar de lo ocurrido, y se retiró a su hotel muy molesto y dolorido.