Estado crítico (2015), de Ernie Barbarash

Tras pasar una noche con una joven desconocida, Deacon Lyle, se despierta lleno de sangre y con una gran cicatriz en la espalda. La razón es que le han sacado un riñón. La casualidad es que justo era ese órgano el que iba a donar urgentemente para una sobrinita suya, gravemente enferma. Deacon, un hombre experto en lucha y operaciones militares, empezará a investigar junto con su hermano (padre de la chica enferma) y de un viejo amigo. Tendrán que recuperar el riñón si quieren salvar a la pequeña.

Vehículo de acción total para el lucimiento de un ya cada vez más talludito Jean-Claude Van Damme. Hay escenas de acción bastante solventes, con sus dosis de violencia, a veces algo gratuitas, y un fondo general de redención y perspectiva moral, en donde también tiene cabida la religión católica. El diseño de producción es un tanto soso, al igual que la fotografía, pero en general podrá entretener bastante a los fans del luchador belga.