Un extraño ingresó al campus de la escuela primaria Taft en Santa Ana la semana pasada, supuestamente buscando un baño.
Lo que sucedió a continuación provocó protestas de parte los padres, el personal y algunos miembros de la junta escolar sobre la falta de seguridad en la escuela Taft y lo que se ha percibido como un desprecio por su población más vulnerable: más de 80 estudiantes, desde bebés hasta estudiantes de sexto grado, que son sordos o no oye bien.
NO LES INFORMARON
La escuela, con unos 440 estudiantes, alberga el Programa para personas sordas y con dificultades auditivas del distrito, o DHH, que también incluye maestros y personal sordo.
Los educadores dijeron que no fueron informados que el resto de la escuela había evacuado después de que un hombre, poco después de haber intentado entrar al campus, arrolló con su vehículo a un grupo de jóvenes estudiantes que caminaban hacia la escuela.
La mayoría de las clases fueron evacuadas a un campo trasero. Sin embargo, los maestros dijeron que tres clases de preescolar DHH se quedaron.
“A medida que se producía el caos afuera, no tenía forma de saber que mi clase estaba en peligro”, dijo Alice Kearns, maestra de preescolar de DHH, a los miembros de la junta escolar el día después del incidente del 23 de mayo.
Los salones de clases están equipados con carteles digitales y luces de advertencia para alertar sobre posibles peligros a aquellos que no pueden oír. Pero ni los carteles digitales ni las luces fueron usadas. Y no se utilizaron alarmas o teléfonos especiales disponibles para el personal sordo, según numerosos maestros.
“No había nada en nuestros carteles digitales que nos dijera que saliéramos”, dijo Kearns. “Tenemos una alarma para encierro o cierre. No se encendió”.
“Como persona sorda, hubo una gran falta de accesibilidad y falta de advertencia para notificarnos a nosotros, el personal, que estuvo en el edificio durante ese tiempo”, dijo a la junta escolar Haya Rios, asistente de DHH.
“Estaba en mi salón de clases, parcialmente escondida por la puerta. Afortunadamente, otro miembro del personal sabía dónde me sentaba normalmente y entró en la habitación para decirme que saliera. Pero, ¿y si alguien no supiera dónde me senté? ¿Quién hubiera sabido buscarme? Podría haberme quedado atrás junto con muchos de mis colegas sordos. La seguridad debería ser de suma importancia y los procedimientos deberían haberse implementado explícitamente mucho antes de que esto sucediera”, dijo en lenguaje de señas.
Fue un conserje, dijeron las educadoras de preescolar, quien llegó a advertirles del incidente y les dijo que evacuaran.
Paulette Parkhouse, una asistente de instrucción que también estaba sola en un salón de clases, dijo que salió con otros maestros de preescolar y sus alumnos después de que el conserje les notificó. Ella dijo que la policía estaba llegando a la escuela cuando se pararon frente al edificio con 17 estudiantes; inicialmente no se dieron cuenta de que todos los demás estaban reunidos en la parte trasera del campus.
“No sabíamos lo que estaba pasando”, dijo Parkhouse.
“LO QUE PODRÍA HABERLES PASADO”
Señaló el reciente tiroteo en una escuela en Uvalde, Texas, que dejó 21 muertos, incluidos 19 estudiantes de primaria.
“Sigue rondando por mi cabeza. Tenía dispositivos (incendiarios) en su automóvil”, dijo. “Miro las caras de los niños en edad preescolar sordos con los que trabajo y pienso en lo que podría haberles pasado”.
Ana Velado, una asistente que trabaja con niños en edad preescolar sordos y con problemas de audición, llamó al conserje un “héroe”.
Posteriormente, varios maestros, ayudantes y otros criticaron rotundamente a los administradores escolares por lo que llamaron una falta de liderazgo y un historial reciente de acceso desigual para las personas sordas y con problemas de audición en Taft.
Tres días después del incidente, el director de Taft, Scott Barlow, y la subdirectora, Heather Princiotta, fueron reasignados de sus puestos a otros puestos dentro del Distrito Escolar Unificado de Santa Ana, según el portavoz del distrito, Fermin Leal.
“Debido a que estos son problemas de personal, no podemos proporcionar otra información”, dijo Leal.
Barlow y Princiotta no pudieron ser contactados para hacer comentarios.
Un antiguo director de Taft, Steven Longacre, regresó al campus como director interino el mismo día que Barlow y Princiotta dejaron Taft. Longacre, que es sordo, fue director de la escuela durante casi 30 años antes de jubilarse en 2017.
NOTA EN INGLÉS: Lockdown alarm failed 3 preschool classes for deaf students in Santa Ana during intruder evacuation, teachers say