(PDF) Adriano VI: el Papa que visitó La Rioja | Fermín Labarga García - Academia.edu
(20) arte e historia Adriano VI: el papa que visitó La Rioja TEXTO: Fermín Labarga García Adriano Florensz (1459) era “flamenco de nación y maestro de nuestro gran Carlos Emperador”, refiere Albia de Castro; había sido preceptor del príncipe Carlos y con él llegó a la Corte española. Nombrado obispo de Tortosa y cardenal en 1517, reunía las condiciones idóneas para ceñir la tiara pontificia en un momento difícil como el que se estaba viviendo tras la ruptura promovida por Lutero. Era austero, instruido, intachable en su conducta y partidario de la anhelada reforma de la Iglesia. Casalarreina Santo Domingo de la Calzada Logroño Nájera Alcanadre Calahorra Alfaro (21) Casa del Cordón, Vitoria. Adriano VI es el último pontífice electo sin estar presente en el cónclave y el último no italiano hasta Juan Pablo II Cuando el emisario pudo atravesar los páramos helados de La Rioja alta y la llanada alavesa y llegar a Vitoria, ocurrió una anécdota que refleja bien el temple del cardenal de Utrech. Era la mañana del 24 de enero. Por fin, el primer mensajero había logrado su meta al presentarse a la puerta de la Casa del Cordón, donde se hospedaba Adriano. Éste se disponía a salir para celebrar Misa en el convento de San Francisco y no consideró que, por importante que fuera el recado que traía, constituyera motivo suficiente para posponerla. Celebró piadosamente y sólo después recibió al enviado, que le entregó la misiva en la que se le comunicaba su elección. Unos días después, el 5 de febrero, llegó la comitiva oficial, encabezada por el noble Astudillo, gentilhombre del cardenal Carvajal. Dado que se encontraba en Castilla, fue preciso enviar una comitiva que le llevara la noticia de su elección y recabara su consentimiento. A tal fin se procedió con la máxima urgencia En cuanto se supo la noticia, que corrió como si bien se adelantó un correo que envió por centella, comenzaron a llegar a Vitoria multiAlcanadre su cuenta el obispo de Gerona, a la sazón resitud de obispos y nobles a presentar sus respedente en Roma. tos al nuevo Pontífice, así como una muchedumbre inmensa que quería verlo. Nunca más La buena nueva le llegó al electo en Vitoria, en su vida volverían a tener la oportunidad de donde se ocupaba de organizar la defensa del ver a un Papa. El electo permaneció en Vitoria Reino ante la invasión de los franceses, que hasta el 4 de marzo en que la comitiva inició habían tomado Fuenterrabía. Era enero y la su camino hacia Roma, donde sería coronado Calahorra nieve había entorpecido la marcha del enviado el 31 de agosto con el nombre de Adriano VI. extraoficial en Logroño, ávido de ser el primeFue un viaje triunfal cuyas primeras jornaro en dar la noticia. Por cierta indiscreción, das transcurrieron por tierras riojanas. Por el ésta llegó a oídos del obispo, que encargó a su momento, ha sido la única ocasión en que vicario Blas Ortiz acompañar al legado para un Pontífice de la Iglesia Católica ha visitacumplimentar al nuevo Papa ya que, por aquel do La Rioja. El vicario Blas Ortiz, convertido entonces, la capital alavesa formaba parte del espontáneamente en cronista del viaje papal, extenso obispado de Calahorra y La Calzada. nos ha legado una pormenorizada crónica de Poco después llegaron unos caballeros de Zaaquellas jornadas, redactada en latín, que se ragoza con idéntico fin. Todos quedaron retepublicó en Toledo en 1546 con el título de nidos en Logroño por la fuerte nevada. Itinerarium Adriani Sexti. Alfaro arte e historia Casalarreina Fotografía: Juanje_2712 (22) Palacio de los condestables, Casalarreina. El vicario de la diócesis calagurritana y calceatense, Blas de Ortiz, hizo una crónica del itinerario de Adriano VI hasta llegar a Roma ta, Fernández de Madrid en su Silva palentina aporta abundantes detalles: El cabildo “salió con sobrepellices y cruz a recibirle fuera de la ciudad y él, así cabalgando como venía, entró debajo del palio de brocado, vistiendo un roquete y encima una muceta de grana y un bonete de grana, y se apeó en la iglesia, hechas las ceremonias convenientes”. EL PAPA LLEGA A LA RIOJA En la ciudad del Santo permaneció el séquito papal “dos o tres días”. Acompañaba al Papa, entre otros muchos nobles, el condestable de Castilla, duque de Frías y conde de Haro, don Iñigo de Velasco. Enterado de que venía también “el duque de Nájera con intención de besar los pies del Santo Padre” salió cortésmente “a recibirle a alguna distancia … y, después de haberle cumplimentado, los dos en animada Logroño conversación, alegres y confi ados, entraron en Santo Domingo En la mañana del 14 de marzo la comitiva se la ciudad, aunque en aquellos lugares eran los de la Calzada dirigió hacia Santo Domingo de la Calzada, Nájera jefes de los bandos de los oñacinos y gamboiya que el nuevo Papa se mostraba “deseoso de nos, origen y fruto del maligno espíritu”. ver el sagrado sepulcro y adorar las reliquias del Santo que da nombre a esta ciudad”. SeSepulcro del Santo, Santo Domingo de la gún refiere el cronista, “esta ciudad es capital Calzada. de La Rioja; sin ser pequeña, es sobre todo célebre por ser honrada por un gran Santo, su protector santo Domingo y, además, por su iglesia Catedral y sede del obispo, unida a la de Calahorra y conocida, además, por toda la tierra por la fama del prodigio del gallo y de la gallina”. Parece que Ortiz era fervoroso devoto del Santo y de su ciudad ya que –como se aprecia– no escatima elogios en su narración, destacando por último “la fertilidad y riqueza de esta ciudad”. La entrada en la ciudad calceatense se celebró “con gran pompa y solemnidad”. Otro cronis- Fotografía: Zarateman El 12 de marzo salió la comitiva pontificia de Vitoria, llegando hasta La Puebla de Arganzón, donde se despidió el condestable de Castilla. La jornada siguiente discurrió hasta Casalarreina, “donde se levantaba el célebre palacio construido a expensas del señor Juan de Velasco, en otro tiempo obispo de Calahorra, y en él descansó aquella noche”. Adriano VI: el papa que visitó La Rioja (23) Fotografía: Jass_GD Nájera. Como no podía ser de otra manera, el duque guiente, muy de mañana, se encaminó hacia de Nájera, “después de dirigirse al Santísimo Logroño”. Alcanadre Padre con aquella reverencia que a tan alta dignidad convenía, le rogó se dignase visitar y Según relata Ortiz, el cortejo papal “pasó junbendecir su ciudad y tierra”. Así que, “el Papa, to a los muros de Navarrete” pero se decidió aun cuando había determinado ir a Logroño no entrar en la población, “tal vez porque allí, por otro camino a causa de la insalubre aten la fortaleza, se hallaba retenido el obispo mósfera que, como se decía, infestaba aquella de Zamora [don Antonio de Acuña] a causa ciudad de Nájera, sin embargo hubo de ceder de la sedición de las Comunidades”. El Papa Calahorra de su propósito ante las súplicas del duque que prefirió no entrevistarse con él, como algucon gran insistencia se lo rogaba”. nos le sugirieron, pero envió a visitarle en su nombre a “su protomédico y querido doctor Así, la comitiva partió con dirección a Nájede Ágreda”. ra, “ciudad bien fortificada ciertamente por la LOGROÑO SE RINDE A LOS situación del río que casi la rodea y por sus PIES DE ADRIANO VI fuertes murallas”. Los najerinos depararon La siguiente parada en el itinerario pontificio al Pontífice un recibimiento apoteósico. “El era Logroño, “ciudad muy agradable tanto en duque mandó preparar con gran esplendidez su interior como por sus bellos alrededores para el Santo Pontífice y su comitiva abunllenos de árboles, hermosos viñedos y otras dantes viandas, mas el Papa sólo se detuvo en Alfaro ricas plantaciones, que el caudaloso rio Ebro esta ciudad de Nájera una noche y al día si- (24) arte e historia bien experimentada”. Quizás aun sin conocer la favorable opinión que sobre sus habitantes tenía el nuevo Pontífice, “habiendo tenido previamente esta ciudad conocimiento de la llegada, hizo grandes preparativos”. Muralla del Revellín, Logroño. Fotografía: Villarejo77 Casalarreina El cortejo llegaba desde Navarrete y entró, según anota Ortiz, “antes del mediodía”. Hasta una distancia considerable salió una primera comitiva de bienvenida, como era habitual en el caso de visitas ilustres, y ésta lo era en grado sumo. “Salieron a recibirle soldados de infantería en número de seiscientos, ordenados y ricamente vestidos, y además un escuadrón de treinta o cuarenta caballos, cuyos jinetes corrían de un lado para otro, según su costumbre, y realizaban con agilidad mil giros y corvetas, mientras que la infantería en orden de batalla, lanzando con sus escopetas balas de plomo, hacían un estrepitoso ruido. Seguía a unos y otros el clero y, detrás, el pueblo con solemnísima pompa”. Por fin llegó el séquito, pero se desistió de entrar procesionalmente en la ciudad ya que el Papa se Logroño encontraba “fatigado del viaje y por el calor”. Santo Domingo Así que, “después de haber adorado la Cruz alde la Calzada zada del clero, pasó adelante y se dirigió direcNájera tamente a la ciudad seguido de los próceres y de todo el pueblo. Cuando se aproximaba a la riega. Está situada en las faldas de la antigua ciudad encontró que, bajo grandes arcos triunSierra de Cantabria, desierta y asolada, y fue fales adornados de guirnaldas y ramas de árboles, Logroño en otro tiempo capital de la antigua esperaban su llegada hábiles músicos y cantores provincia de Cantabria”. que festejaban este gran acontecimiento”. Por aquellas fechas, la ciudad todavía no se había repuesto del cerco a la que le había sometido el ejército francés el año anterior desde finales de mayo hasta el 11 de junio, festividad de san Bernabé, y que se había saldado con una memorable victoria que por siempre recordaría, y de la cual el propio Adriano de Utrech había informado a Carlos V por carta, en su calidad de regente de Castilla, indicando que los logroñeses se habían defendido “esforzadamente” ya que era “muy buena gente y Cerca ya de la puerta del Camino, la que actualmente se conserva en el Revellín, por donde entró la comitiva en la ciudad, “era tan numeroso el público que ni los muros ni los campos próximos podían contenerlo, de tal suerte que apenas permitía la entrada al Sumo Pontífice”. Lo cual, según Ortiz, “no era extraño que así aconteciera puesto que a ver este espectáculo habían acudido a Logroño de muchos pueblos de Navarra, de Cantabria y de otras provincias”. Adriano VI: el papa que visitó La Rioja (25) Fotografía: Zarateman Fotografía: Carlos Sieiro Capilla San Jerónimo, Sta. María de Palacio, Logroño. Iglesia de Varea. muy discreta y sabia”. Refiere Albia de Castro en su Memorial por la ciudad de Logroño (Lisboa 1633) que todavía alcanzó a ver el escudo del pontífice dibujado “en un papel ya obscurecido con el tiempo” que había quedado colocado sobre la puerta de la casa como recuerdo de la estancia papal. El enorme gentío hizo complicada la entrada del séquito que, ya dentro de los muros, Don Rodrigo de Cabredo había adquirido en tomó “una calle principal [hoy Marqués de la iglesia de Santa María de Palacio su proSan Nicolás, más conocida como Calle Mayor] pia capilla, dedicada a san Jerónimo, cuyo altar adornada de ricos tapices y paños preciosos” consagró solemnemente el Pontífice, al igual y en la que, de trecho en trecho, Alcanadre se habían que otros, según apunta el mismo cronista lolevantado “algunos arcos triunfales construigroñés: “A su suplicación consagró el Papa la dos con exquisito gusto”. Además, en lugares capilla de San Gerónimo, que era suya, y otros destacados “se representaban comedias dignas tres altares en la iglesia de San Gil …, que al de tan ilustre Señor”. presente es monasterio de la Santísima Trinidad. También consagró tres altares en la iglesia Prácticamente sin detenerse, el cortejo llegó del lugar de Varea”. hasta la puerta del “palacio del reverendísimo Calahorra señor Rodrigo de Cabredo, que le hospedó Adriano VI se detuvo en Logroño varios días en su casa … con los mayores honores”. Se “y los representantes de la ciudad trataron al trataba de un influyente eclesiástico que había Pontífice de un modo espléndido y proveyeresidido largo tiempo en Roma, donde había ron de todas las cosas necesarias a sus famiobtenido el título de protonotario en tiempos liares”. En uno de esos días, el 20 de marzo, del papa Julio II, al que le unió buena amistad. asistió a la Misa en la entonces iglesia colegial Según los cronistas de la época, “era persona de Santa María de la Redonda. El historiador González Dávila informa de que, al finalizar, “Su Santidad se levantó en pie y dio su bendiAdriano VI es el único Papa que ha ción solemne en la forma pontifical … y otorgó indulgencia plenaria a todas cuantas persovisitado La Rioja nas estaban … muros adentro de Alfaro la ciudad”. arte e historia Catedral de Calahorra. Fotografía: Enric Archivell (26) Casalarreina EL PAPA VISITA CALAHORRA Y SE DESPIDE DE LA RIOJA lujosamente enjaezadas” como obsequio, que el Papa agradeció “no como pequeño sino como muy grande, estimando en él la cualidad más bien que la cantidad”. Salió Adriano de Logroño y, tras hacer noche en Alcanadre, llegó a Calahorra el 22 de marzo, donde entró “con gran solemnidad”. No en Logroño vano se trataba de la capital de la diócesis. Así, Al día siguiente, la comitiva papal abandonaba Santo Domingo “fue recibido con alegóricos emblemas, máscala extensa diócesis de Calahorra, cuyo obispo de la Calzada ras, representaciones y otras fiestas de este gé- Nájera don Juan Castellanos de Villalba no había ponero”. Según Escobés, “salió gente armada hasdido cumplimentar al Pontífice ya que se enta la Penilla y los ministros con capas ricas hasta contraba gravemente enfermo. Moriría, pocos la Puerta Vieja del Arrabal; llevaban los Santos meses después, el 18 de agosto. El 11 de marzo Mártires [Emeterio y Celedonio] en sus andas del año siguiente Adriano VI nombraba a su con música y gigantes y, así en procesión, fuesucesor: don Alonso de Castilla, que ciñó la ron a la catedral e hicieron oración”. Precisamitra calagurritana y calceatense hasta 1541. mente en aquellas fechas el primer templo diocesano estaba en obras, “abierta y derrotada”, es Siguiendo el itinerario prefijado, aun en tierras decir, sin techumbre, por lo que los canónigos riojanas, pero ya en el obispado de Tarazona, el aprovecharon para solicitar al nuevo pontífice Papa “se dirigió al belicoso pueblo de Alfaro, nuevas gracias a favor de la fábrica catedralicia. bien defendido no sólo por su situación estratégica, sino también por las fortificaciones En Calahorra el Papa se hospedó, no en el paallí construidas. Y, aunque está rodeado por lacio episcopal, sino en “la casa del dignísimo ciudades y villas del Reino de Navarra, perArcediano de la ciudad. Hasta allí llegaron “los maneció sin embargo en aquella región como muy reverendos Deán y cabildo de esta Santa abanderado del rey de Castilla”. En esta última Iglesia Catedral, en reconocimiento de sumiplaza de su itinerario riojano, Adriano VI “fue sión a su Señor” y “le presentaron dos mulas recibido con gran alegría y aparato guerrero, Vista de Alfaro. Fotografía: Carlos Sieiro Adriano VI: el papa que visitó La Rioja (27) entre aclamaciones, bombazos y otras señales entró en silla gestatoria. En Zaragoza celebró de júbilo”. Dado que la comitiva abandonaba la Semana Santa, comenzando luego a despael Reino de Castilla, “el duque de Nájera, que char asuntos y proveer cargos de la Curia al venía acompañando al Pontífice desde Santo tiempo que recibía a multitud de prelados y Domingo, se despidió aquí del Santo Padre y, nobles que acudían en tropel a la ciudad, dondejando al servicio de Su Santidad, sus tromde permaneció hasta el 11 de junio. peteros, volvióse a su ducado”. Alcanadre Una vez reanudado el itinerario, hizo escalas La comitiva pontificia abandonó definitivaen Pina, Caspe y Fábara, para llegar finalmenmente el territorio riojano y se dirigió a Tute a Tortosa la víspera del Corpus. Era ésta su dela, población notable del Reino de Navarra, antigua diócesis y allí quiso Adriano celebrar donde fue recibido por el virrey conde de Micon la mayor solemnidad y devoción la fiesta, randa. Pasó luego al Reino de Aragón, hacienllevando él mismo la custodia en la procesión. do paradas en Mallén y Pedrola. Nueve millas Por fin, el 8 de julio se embarcó con dirección Calahorra antes de llegar a Zaragoza salió a recibirle el a Italia. La flota papal arribó al puerto de Osvirrey, que le acompañó hasta la ciudad, donde tia el 28 de agosto; allí le esperaba el cardenal Carvajal con una espléndida comitiva que le acompañaría hasta Roma. Adriano VI es el único papa que ha visitado La Rioja. La comitiva papal visitó Casalarreina, Santo Domingo de la Calzada, Nájera, Logroño, Alcanadre, Calahorra y Alfaro Tras posesionarse de la cátedra de San Pedro acometió con energía la reforma, comenzando por la Curia. Soñó con arreglar la cuestión luterana y con la derrota de los turcos, pero su prematura muerte, ocurrida el 14 de septiembre de 1523, le impidió llevar adelante tales sueños. Alfaro