Biografia de Mohamed Reza Pahlevi

Mohamed Reza Pahlevi

(Mohamed o Mohammad Reza Pahlavi o Pahlevi; Teher�n, 1919 - El Cairo, 1980) Sha de Ir�n. Hijo del coronel de cosacos Reza Khan, quien tom� el poder en 1921 y se hizo coronar en 1925 primer sha (emperador) de la dinast�a Pahlevi, recibi� su formaci�n en la selecta escuela Le Rosey de Lausana (Suiza) y en la Escuela Militar de Palacio en Teher�n, donde debi� someterse a una f�rrea disciplina y a un modo de vida espartano, los mismos de los que hac�a gala su severo padre.


Mohamed Reza Pahlevi

Pr�ncipe heredero de naturaleza t�mida y enfermiza, el 16 de septiembre de 1941, con 21 a�os de edad, Mohamed Reza Pahlevi recibi� la corona imperial de su padre, obligado a abdicar por los aliados por su resistencia a colaborar en la lucha contra la Alemania nazi. Concluida la Segunda Guerra Mundial, las circunstancias de la Guerra Fr�a hicieron de Ir�n un puntal estrat�gico de primer orden para Estados Unidos, que encontr� en el nuevo sha un entusiasta colaborador en la contenci�n del comunismo. En 1946-1947, tras la evacuaci�n de las tropas sovi�ticas, Reza Pahlevi puso fin a las secesiones animadas por el Partido Comunista (Tudeh) en las provincias del Kurdist�n y Azerbay�n.

No obstante, en 1951 los sectores liberales y nacionalistas le obligaron a nombrar primer ministro al doctor Mohamed Mossadegh, antiguo opositor al r�gimen tir�nico de Reza Khan. Mossadegh inici� una etapa nacionalista y antiimperialista, e intento recortar al m�ximo los poderes del sha, hasta convertirlo en un monarca constitucional a la europea. La huida de la familia real a Roma el 16 de agosto de 1953 s�lo fue el primer acto del derrocamiento de Mossadegh tres d�as despu�s, en un golpe de Estado de militares fieles al sha (quien retorn� de inmediato a Teher�n) con la asistencia de los servicios secretos de Estados Unidos.

Reza Pahlevi inici� una segunda etapa en su r�gimen, que, asegurado el sost�n occidental y comprobada la fiabilidad de las Fuerzas Armadas, adquiri� un car�cter absolutista y desp�tico. Comenzaron a tomar cuerpo sus sue�os de crear una dinast�a poderosa, paternalista con su pueblo y capaz, con el tiempo, de liberar al pa�s de la dependencia del Este y del Oeste, un proyecto megal�mano inspirado (ceremonial y utillaje incluidos) en la grandeza del antiguo Imperio Persa. Para financiar esta "Gran Civilizaci�n", el sha aprovech� las ventajas econ�micas del petr�leo, multiplicadas por el aumento vertiginoso de su precio a ra�z de la crisis de 1973.

El 26 de enero de 1963 hizo aprobar en refer�ndum su proyecto de «Revolución Blanca». Tal proyecto puso en marcha una reforma agraria que abol�a las relaciones feudales en el campo, integraba a la mujer en la sociedad y la pol�tica, creaba brigadas de educadores ("ej�rcito del saber") para acabar con el analfabetismo, y permit�a la participaci�n de los obreros en los beneficios empresariales. No obstante, el car�cter impuesto de estas medidas, que en muchos casos resultaban ofensivas para un pueblo apegado a las tradiciones y a la fe chi�, y las aberrantes cotas de corrupci�n administrativa e institucional a que dieron lugar, les abocaron al fracaso desde el principio.

Por otra parte, la naturaleza represiva del r�gimen permaneci� intacta, con la actuaci�n de una todopoderosa y brutal polic�a secreta, la SAVAK (creada en 1956). Obsesionado con convertir Ir�n en una imposible superpotencia, el sha destin� miles de millones de d�lares a adquirir armamento y tecnolog�a militar en enormes cantidades, equipos que, por falta de personal cualificado y medios de mantenimiento, qued� en buena parte inoperante. El 26 de octubre de 1967 tuvo lugar la ceremonia oficial de coronación del sha en Teherán, y el 12 de octubre de 1971 el 2.500 aniversario de la fundación de la monarquía iraní sirvió para exhibir el esplendor imperial de los Pahlevi, en una Persépolis fastuosamente engalanada y ante una nutrida comitiva de invitados internacionales.

En el plano exterior, el sha jug� la carta de la distensi�n y practic� una pol�tica pretendidamente neutralista, que hizo posible que fuera visitado por mandatarios comunistas como el sovi�tico Nikolái Podgorny (1971), el yugoslavo Josip Broz Tito (1971) y el chino Hua Guofeng (1978). En 1973 aplic� unilateralmente una subida del barril de crudo que repercuti� negativamente en Occidente, y en 1975 acord� con Iraq el cese de la asistencia iran� a la guerrilla kurda (lo que result� fatal para �sta) a cambio de una redefinici�n favorable de la frontera en el Chatt el-Arab.

La desesperaci�n popular ante las sevicias y mentiras de la monarqu�a, atizada desde el exilio por el ayatollah Ruhollah Jomeini, carism�tico l�der religioso y el m�s implacable enemigo del sha, cristaliz� en una serie de manifestaciones que, desde finales de 1977, fueron cobrando creciente determinaci�n y virulencia. Los intentos del sha para contener la protesta, tanto pol�ticos (cuatro primeros ministros hasta 1979) como represivos, resultaron completamente ineficaces; la situaci�n degener� en una mort�fera din�mica de manifestaci�n-represi�n-contramanifestaci�n, y a lo largo de 1978 la inaudita brutalidad del ej�rcito no amilanaba a las masas, cada vez m�s numerosas y m�s determinadas, con un coraje suicida, a acabar con un r�gimen ya s�lo dependiente de la fidelidad del ej�rcito, por su parte perceptiblemente remiso a obedecer las �rdenes de disparar.

Con el pa�s colapsado por las manifestaciones, las huelgas y la desarticulaci�n de la actividad econ�mica y los servicios, el golpe fatal para el sha fue el abandono por parte de Estados Unidos, que acept� su sustituci�n por un gobierno de civiles de car�cter liberal. As�, 16 de enero de 1979 la familia imperial tom� un avi�n en Teher�n con rumbo a Assu�n (Egipto), primera etapa de un exilio encubierto como unas "largas vacaciones de descanso". En El Cairo, Mohamed Reza Pahlevi confes� al presidente Anwar el-Sadat, gran amigo personal, su perplejidad por la furiosa reacci�n de su pueblo, testimonio que informa de su psicolog�a, ya sea c�nica o paranoica, y en todo caso por completo desconectada de la realidad que hab�a vivido.

En los siguientes meses el sha, enfermo de c�ncer linf�tico, recorri� Egipto, Marruecos, Bahamas, M�xico, Estados Unidos y Panam�, perseguido de cerca por los agentes de la triunfante Rep�blica Isl�mica y repetidamente excusada su estad�a por los gobiernos de estos pa�ses, temerosos de las represalias iran�es. Finalmente, el 22 de marzo de 1980 hall� refugio en la que hab�a sido primera parada de este angustioso periplo, El Cairo, en cuyo Hospital Militar falleci� el 27 de julio.

El sha se hab�a desposado en 1930 con la princesa Fawzia, hermana del rey Faruk de Egipto, con quien tuvo una hija, Shaanaz, y de quien se divorci� en 1948. En 1951 cas� con la princesa Soraya Esfandiari y, tras un nuevo repudio en 1958, en 1959 tom� en matrimonio a Farah Diba, una estudiante de arquitectura, con la que vio colmadas sus ansias de descendencia. Fueron fruto de esta uni�n dos hijas y dos hijos, el mayor de los cuales, Ciro (nacido en 1960), se convirti� en el pr�ncipe heredero.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].