Luciano Berio (1925-2003) fue uno de los principales creadores musicales del siglo XX y una persona de gran cultura. Umberto Eco le se�al� como uno de los artistas m�s cultos de su generaci�n. Un escrito suyo sobre su propio arte es del m�ximo inter�s.
Los compositores escriben poco sobre la m�sica pero merece la pena cuando lo hacen. Berio surgi� de las vanguardias seriales pero desde su temprana Serenata se se�al� su capacidad para trascenderlas con un lirismo de nuevo cu�o. Le apasion� el virtuosismo instrumental, y ah� est� la espectacular serie de Sequenza para instrumentos a solo. Fascinado por la voz, tuvo como gran int�rprete a la impagable Cathy Berberian, su primera mujer. Luego se separaron y �l se cas� dos veces m�s pero la relaci�n art�stica no se rompi� nunca y ella fue su voz desde los espectaculares Circles a los exitosos Folk songs. En ellos demostr� su inter�s por acoplar vanguardia y folklore, o usa voces de la m�sica popular introduciendo a los Swingler Singers en su amplia Sinfon�a o empareja voces de �pera y de canci�n en la espectacular Ofanim.
En la �pera est�n La vera storia o Un re in ascolto entre otras. Y el nuevo final para Turandot, basado en lo que Puccini dej�, a partir del encargo del Festival de Canarias. Lo trat� bastante y me pidi� como traductor en sus visitas a Espa�a.
La capacidad ideol�gica de Berio se nota de manera clara en este libro ya que las ideas est�n expuestas con gran rigor intelectual y con una lucidez de razonamiento que implica sencillez, no simpleza. Los temas no son f�ciles y la claridad es, sin duda, de ayuda para la comprensi�n.
El t�tulo, Un recuerdo al futuro (Acantilado), es la �ltima frase de su �pera Un re in ascolto, con texto de Italo Calvino, y recoge seis conferencias ofrecidas en Harvard en 1993/94 y configuradas para poderse publicar en un libro que apareci� simult�neamente en ingl�s e italiano.
Cada cap�tulo pivota sobre un tema central expandido en todas las direcciones y expone un pensamiento preciso que abarca tanto la m�sica de su momento como toda la anterior y ejemplos de su propio trabajo. Le interesa la m�sica capaz de interrogarse ya que, como Boecio, al que cita varias veces, considera que la m�sica es un veh�culo de conocimiento. Teor�a y pr�ctica son la dial�ctica de la po�tica musical. Reflexiona sobre la traducci�n de la m�sica que implica tanto a su notaci�n como a su interpretaci�n. Importante el cap�tulo Olvidar la m�sica con reflexiones sobre el tiempo, el repertorio y sus transformaciones y cosas que afectan al quehacer creativo y a la manera de escuchar y acercarse al fen�meno musical por parte de cualquiera que crea que la m�sica es algo m�s que entretenimiento sin excluirlo ya que el placer musical puede venir de ambas fuentes.
Discute sobre la llamada obra abierta y sobre la flexibilidad de las formas y la existencia misma de la obra o, al menos, de su propia identidad como tal. Considera el azar como �un caos bien educado� y en Ver la m�sica penetra sutilmente en la obra esc�nica, Wagner y Verdi incluidos, sin hurtar los trabajos propios, que son varios y variados, clarificando las diferencias entre la teatralidad del texto y la dramaturgia musical. Al final llama la atenci�n sobre el flujo de antagonismo y colaboraci�n entre an�lisis y po�tica musicales que deben complementarse necesariamente y no excluirse o perjudicarse.
El libro no es excesivamente t�cnico pero exige cierta preparaci�n intelectual. No es necesario conocer a fondo la t�cnica musical, nunca sobra, pero cierto conocimiento de la historia, incluido el siglo XX y tambi�n la m�sica de Berio vendr�an bien, pero sin ello tambi�n podemos obtener provecho. Hay un pensamiento poderoso, nuevo en muchos aspectos, que aporta mucho a la visi�n general del arte musical, tanto como al conocimiento de la m�sica del propio Berio.
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