Rey Carlos ya quería desalojar a su hermano el año pasado. Pero el príncipe Andrés se había negado a dejar la Royal Lodge, la espléndida residencia a tres millas del Castillo de Windsor valorada en 30 millones de libras, llegando a un acuerdo con el monarca: el pago de los gastos de renovación. Y aquí está el problema. Porque, al parecer, la Royal Lodge está literalmente cayendo a pedazos y necesita desesperadamente reparaciones, lo que podría reavivar la disputa con Carlos y William sobre si es o no conveniente vivir allí.
Las fotos de la villa
De hecho, se dice que Andrés, de 64 años, no puede hacer frente al mantenimiento de 400.000 libras al año de la propiedad del siglo XIX que cuenta con una piscina y 90 acres de terreno. Las imágenes publicadas por el Daily Mirror muestran grietas en la mampostería y pintura descascarada. Una fuente dijo: «El Duque de York tiene una clara responsabilidad de mantener la finca de la Royal Lodge, lo que ciertamente no está sucediendo. Al príncipe Andrés se le ha dicho que debe encargarse de los necesarios trabajos de renovación de lo contrario no tendrá razón para quedarse en casa».
El contrato de Andrés
En agosto de 2003, el príncipe Andrés recibió un contrato de arrendamiento de 75 años por parte de la Crown Estate, a cambio de una renovación valorada en más de siete millones de libras. Al finalizar los primeros trabajos en 2004, el príncipe y su familia se trasladaron a la estructura renovada y aquí vivieron en total tranquilidad hasta 2019. Sin embargo, en noviembre de ese año, el príncipe Andrés renunció a sus funciones públicas, renunciando definitivamente a los títulos reales y militares en 2022. Al convertirse en soberano, rey Carlos III tuvo entonces que cortar las subvenciones anuales garantizadas a su hermano, haciéndole de hecho imposible sostener todos los gastos de gestión de la Royal Lodge.
El desalojo y el acuerdo
Carlos había ofrecido a su hermano la antigua casa de Harry y Meghan de cinco habitaciones, Frogmore Cottage en la Crown Estate. Se especulaba que William y Kate y sus tres hijos George, Charlotte y Louis podrían mudarse a la Logia. En el momento del acuerdo, sin embargo, la ex esposa de Andrés, Sarah Ferguson, que comparte la propiedad con él, había prometido ayudarlo financieramente. El duque, sin embargo, dilató un acuerdo con la Crown Estate para demostrar que podía hacer frente al costo de las reparaciones y "no estaba disponible" con los detalles financieros.
Los trabajos de la villa
Aun sin el salario real de 250.000 libras al año, revocado por el soberano el pasado febrero, el príncipe aseguró que podría pagar los 2 millones de libras requeridos para devolver la residencia a su antiguo esplendor. El verano pasado, el duque de York ya había desembolsado 200.000 libras para reparar el techo. Un “Pago provisional”, dice el Mirror, que habría llevado a Carlos III a reconsiderar sus decisiones. Parece incluso que durante estos trabajos Andrés se quedó en casa, negándose a trasladarse temporalmente por miedo “a no poder regresar”.
El patrimonio de Andrés
Las finanzas de Andrés siguen estando envueltas en misterio. En 2022, pagó un acuerdo de 12 millones de libras a la acusadora de abusos sexuales Virginia Giuffre para detener un juicio civil en los Estados Unidos después de que ella afirmara haber sido agredida sexualmente tres veces cuando tenía 17 años, algo que él siempre ha negado vehementemente. Al Daily Mail un insider declaró: «Nadie, ni siquiera Su Majestad cree que sea realista la posibilidad de que el duque pueda mantener el techo sobre su cabeza por mucho tiempo. Se trata de una gran propiedad, una finca que requiere grandes gastos de mantenimiento. Honestamente, no espero ver al duque de York viviendo mucho tiempo en la Royal Lodge. Si pudiera pagar los gastos sería invitado a quedarse, pero las posibilidades de que eso suceda son, sinceramente, remotas».
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