El brandy Gran Duque de Alba es espíritu de vino. Su materia prima es el resultado de la destilación de buenos y equilibrados vinos, y su proceso de envejecimiento el mismo que el de los vinos de Jerez. Un complejo sistema "dinámico", denominado de "criaderas" y "soleras", exclusivo de la zona. En esencia se trata de un almacenado de botas divididas en escalas, cada una de las cuales está formada por un número aproximadamente igual de vasijas (“botas” en Jerez). La primera de estas escalas es la solera, que contiene el brandy Gran Duque de Alba más añejo, siguiéndole por orden de antigüedad la primera criadera y a ésta la segunda criadera, etc. De la solera se extrae -la misma cantidad de cada una de las botas y no más de un tercio del contenido total- el brandy para embotellar, una operación que se denomina "saca". El brandy sacado de la solera se repone con la misma cantidad de la primera criadera y ésta con la de la segunda criadera, y a sí sucesivamente. Es lo que se conoce como "rocío".
Duque de Alba Oro, más criado y envejecido, ahora en botas de roble americano envinadas de Palo Cortado (Dos Cortados), vejez media de 20 años.