Están a punto de cumplirse 20 años de la boda real entre el entonces Príncipe Felipe y Letizia Ortiz Rocasolano. Fue el 22 de mayo del 2004 cuando, bajo un cielo encapotado y una fina lluvia, cientos de invitados lucían sus mejores galas por una alfombra roja desplegada a las puertas de la Catedral de la Almudena. Tras ver el 'sí, quiero' entre los actuales Reyes de España, pusieron rumbo a un Palacio Real engalanado para disfrutar de un almuerzo de lujo. Un día donde muchas de las parejas invitadas derrochaban amor. Un amor que ahora ya es agua pasada. 

Aquel día era un día de celebración, exaltación, derroche de elegancia, festejo y ceremonia. Todos sonreían a los cientos de cámaras que se encontraban cubriendo el evento real. Todos posaban con sus respectivas parejas en un acto de amor. Ahora, muchas de esas parejas que llegaron juntas, ya han tomado caminos separados y ese amor del que tanto presumían, ya ni está ni se le espera. Analizamos a esas parejas invitadas que, como cantaba Rocío Jurado, 'Se les rompió el amor de tanto usarlo'. 

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Carolina de Mónaco, en la boda de Felipe y Letizia.

Carolina de Mónaco, en la boda de Felipe y Letizia. 

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Carolina de Mónaco

Una de las imágenes más repetidas durante años fue la de Carolina de Mónaco entrando sola a la Catedral de la Almudena. Lo hacía luciendo un espectacular vestido de Chanel, pero con su semblante más serio. ¿El motivo? El plantón de su entonces marido, Ernesto de Hannover, quien se encontraba de resaca después de una gran juerga la noche previa a la boda. 

Esto era el principio de una separación anunciada. Sin embargo, todavía pasaron cinco años para que la pareja decidiera poner punto y final a su convivencia. Sin embargo, nunca hubo trámites de divorcio, por lo que oficialmente siguen casados. Aun así, desde 2009, ambos hacen vidas separadas y él probó suerte en el amor con diferentes mujeres. Sin embargo, no fue hasta 2021 cuando encontró de nuevo la ilusión al lado de Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo. 

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, en la boda de Felipe y Letizia.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, en la boda de Felipe y Letizia. 

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La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Una de las separaciones más mediáticas y polémicas ha sido la de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Felizmente casados desde 1997, la pareja decidió poner punto y final a su matrimonio cuando salieron a la luz las imágenes del ex jugador de balonmano de la mano junto a otra mujer que no era Cristina. Unas imágenes que dieron la vuelta al mundo y que supisieron un punto de inflexión para la hija de Don Juan Carlos y Doña Sofía. 

Han pasado poco más de dos años desde que esa fotografía saliera a la luz. Y, tras varios meses de negociaciones, llegaron a un acuerdo legal y firmaron los papeles del divorcio. Ahora, él vive junto a la mujer con la que se fotografió, Ainhoa Armentia. De hecho, recientemente, la abogada de profesión ha conocido a todos los hijos de Iñaki, fruto de su matrimonio con la infanta Cristina. 

Pelayo Díaz y la Reina Letizia.

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La infanta Elena y Jaime de Marichalar, en la boda de Felipe y Letizia en 2004

La infanta Elena y Jaime de Marichalar, en la boda de Felipe y Letizia en 2004

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La infanta Elena y Jaime de Marichalar

Otra de las parejas 'reales' que ya han roto su relación fue la formada por la otra hermana del novio, la infanta Elena. Fueron una de las parejas más estilosas de la época. Sin embargo, poco quedan de esos años gloriosos (y glamurosos) para la hermana de Felipe VI

En noviembre de 2007, fue la propia Casa Real quien emitió un comunicado anunciando el "cese temporal de la convivencia" entre la pareja tras doce años de matrimonio y dos hijos en común, Victoria Federica y Froilán. Fue una ruptura mucho más discreta a la que, trece años después, protagonizó su hermana, la infanta Cristina. Nunca trascendió la razón real por la que decidieron romper su matrimonio, aunque muchos señalaron a una incompatibilidad de caracteres. 

Marta Luisa de Noruega, en la boda de Felipe y Letizia.

Marta Luisa de Noruega, en la boda de Felipe y Letizia.

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Marta Luisa de Noruega y Ari Behn

Dos años antes que Felipe y Letizia, Marta Luisa de Noruega y Ari Behn se daban el 'sí, quiero' sin saber lo que le iba a deparar la vida. La pareja formó una bonita familia junto a sus tres hijas, Maud Angélica, Leah Isidora y Emma Tallulah. Sin embargo, en el año 2016, anunciaron su separación: "Es horrible ver que no hay nada más que hacer, que hemos probado todo durante mucho tiempo. Que aún así no podamos encontrar los puntos en común como antes, lo que hace imposible seguir juntos", dijo por aquel entonces la princesa. 

Sin embargo, nada hac��a presagiar el trágico final de Ari Behn, quien se quitó la vida a los 47 años de edad. Fue en diciembre de 2019 cuando el escritor fue hallado muerto en su casa en Lommedalen, en Noruega, tras pasar un tiempo sumido en una profunda depresión. "Tenemos que llorarle y pasar de nuevo por todas las emociones del duelo. Necesitamos ser una piña, paz y tranquilidad. Son tres hijas a las que tengo que abrazar y por las que estar ahí. Tres hijas y cada una con sus diferentes necesidades y formas de lidiar con el dolor. Porque es un dolor que durará muchos años. Y fases del duelo que serán nuevas. Por ello yo también necesito cuidarme, para poder estar ahí para mis hijas", dijo por aquel entonces la princesa. 

Ahora, Marta Luisa de Noruega ha encontrado de nuevo el amor al lado del chamán Durek Verrett. Precisamente, se encuentra preparando su próxima boda, que se celebrará este próximo mes de agosto. Una nueva oportunidad para ella para encontrar el amor. 

Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, en la boda de Felipe y Letizia.

Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, en la boda de Felipe y Letizia. 

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Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal

Fueron una de las parejas más elegantes en la boda de Felipe y Letizia (y de los más guapos de la época). Sin embargo, el rostro serio de ella ya vaticinaba cómo iba a terminar su matrimonio. Las Casas Reales de todo el mundo y grandes aristócratas no se perdieron su boda que se celebró en Palma de Mallorca el 15 de septiembre de 1989. Una boda de cuento que no tuvo un final feliz. 

20 años después de darse el 'sí, quiero', la pareja decidió poner punto y final a su matrimonio, por lo que Rosario Nadal dejó de ser princesa de Preslav. Fue la Familia Real búlgara quien emitió un comunicado anunciado la triste noticia. Sin embargo, todavía esperaban que pudieran solucionarlo, y superasen "todas sus diferencias". Finalmente no fue así. Tras su separación, ambos protagonizaron una ruptura ejemplar por el bien de sus tres hijas, Mafalda, Olimpia y Tassilo. 

La Reina Letizia saludando a la gente

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Miriam de Ungría, en la boda de Felipe y Letizia.

Miriam de Ungría, en la boda de Felipe y Letizia.

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Kardam de Bulgaria y Miriam de Ungría

Realmente, su separación no fue algo que la pareja decidió, sino que fue un trágico accidente el que lo propició. Era agosto de 2008 cuando él y su mujer sufrieron un gravísimo accidente en la localidad madrileña de El Molar. La princesa Miriam no sufrió ninguna secuela, sin embargo, Kardam tuvo que ser trasladado al Hospital 12 de Octubre de Madrid. Durante un largo tiempo, estuvo recuperándose en Cacheiras, Galicia. Posteriormente, regresaron a Madrid, donde parece que comenzó a experimentar leves mejorías. 

Sin embargo, siete años más tarde, en 2015, su padre, el ex primer ministro y depuesto rey Simeón II de Bulgaria, comunicó su fallecimiento: "Su muerte ha sido el resultado de una infección pulmonar relacionada con la parálisis que sufre desde hace años, después del grave accidente de tráfico que tuvo en 2008 y del que no pudo recuperarse". 

Tras varios años de duelo, Miriam de Ungría encontró de nuevo el amor al lado del príncipe Ghazi bin Muhammad, primo del rey Abdalá de Jordania. Contrajo segundas nupcias en septiembre del 2022. Ahora, vive un nuevo capítulo en su vida como princesa Maryam Al Ghazi.

Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez, en la boda de Felipe y Letizia.

Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez, en la boda de Felipe y Letizia. 

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Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez

Nadie puede negar que el estilismo de Ágatha Ruiz de la Prada en la boda de Felipe y Letizia no es muy Ágatha (y muy español). Todavía quedarían unos cuantos años para que la pareja decidiera poner punto y final a su relación. Anunciaron su separación en 2016 tras 30 años juntos y dos hijos en común, Tristán y Cósima. Pocos meses antes de la ruptura, se casaron, pero él conoció a otra, según se dijo por aquel entonces, por lo que el matrimonio tuvo que terminar.

A pesar de que en un principio parecía que iba a ser una ruptura amistosa, nada que ver con la realidad. Ágatha sufrió mucho con aquella decisión, y no dudó en echarle de casa, y a partir de ahí comenzó a referirse a él como "el innombrable". Ahora, él vive felizmente enamorado de Cruz Sánchez de Lara, con quien se casó en el año 2017. 

Paloma Cuevas y Enrique Ponce, en la boda de Felipe y Letizia.

Paloma Cuevas y Enrique Ponce, en la boda de Felipe y Letizia.

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Paloma Cuevas y Enrique Ponce

Otra de las rupturas más sonadas durante los últimos años fue la protagonizada por Enrique Ponce y Paloma Cuevas. Durante la boda de Felipe y Letizia, fueron una de las parejas más elegantes. Ella lució un diseño a medida del modista español Eduardo Ladrón de Guevara que le sentaba como un guante. Nada hacía presagiar que, 16 años después, se haría pública la separación de la modelo y el torero. 

Fu el 4 de julio, cuando todavía media España estaba paralizada a consecuencia del coronavirus, cuando se hizo pública la separación de Paloma Cuevas y Enrique Ponce tras 28 años juntos, 24 de ellos como marido y mujer. Tan solo pocos días después, salió a la luz que el diestro se había enamorado de una joven almeriense que por aquel entonces tenía 21 años. Fueron los personajes más buscados del verano y sus primeras imágenes en Almería corrieron como la pólvora. 

A pesar de la mediática ruptura, Paloma Cuevas siguió en su línea de ser lo más discreta posible. Una discreción que ahora se ha visto aumentada después de que saliera a la luz su romance con Luis Miguel, con quien recorre todos los lugares del mundo. Cabe recordar que Enrique Ponce y el Sol de México siempre han mantenido una estrecha relación. Tal es que el torero es el padrino de Miguel, el hijo mayor de Luis Miguel y Aracely Arámbula. 

Don Juan Carlos y Doña Sofía, en la boda de Felipe y Letizia.

Don Juan Carlos y Doña Sofía, en la boda de Felipe y Letizia.

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Don Juan Carlos y Doña Sofía

A pesar de que los reyes eméritos no están divorciados legalmente, ambos hacen vidas separadas desde hace años. Desde el pasado 2014, cuando Felipe fue proclamado Rey de España, comenzaron a sonar los rumores de un posible divorcio entre Don Juan Carlos y Doña Sofía. Sin embargo, una década después, esto no se ha producido. 

Sin embargo, ambos tienen vidas completamente separadas. Cabe destacar que Don Juan Carlos vive en Abu Dabi desde el pasado año 2020, cuando fue investigado por la Fiscalía del Supremo por presuntos delitos fiscales. Sin querer que los escándalos salpicaran a Casa Real, desde Zarzuela decidieron que lo mejor era que el emérito pusiera tierra de por medio hasta que se aclarase todo el proceso.

Sin embargo, a pesr de haber quedado absuelto, continúa con su residencia fijada en los Emiratos Árabes. Aun así, cada vez son más constantes los viajes a España y no se descarta que regrese de manera permanente. Precisamente, ahora mismo se encuentra en el país y ha protagonizado un breve encuentro con Felipe VI. A pesar de que esto ocurra, la separación física con Doña Sofía es un hecho y que ambos hacen vidas separadas ya no es ningún secreto.