La pistola favorita de Hollywood

Samuel Colt, el hombre que revolucionó el revólver

Foto: CC

 

De todas las ciudades hermosas que he tenido la suerte de ver, esta es la principal, con estas palabras se refería el ilustre escritor estadounidense Mark Twain a Hartford, capital del estado norteamericano de Connecticut, una ciudad que no solamente es famosa por albergar la casa del autor, sino también por ser el lugar de nacimiento de un personaje polémico, Samuel Colt, que vio la luz allí el 18 de julio de 1814 y cuyo apellido daría nombre al revólver más famoso del Salvaje Oeste, el Colt 45, un arma que empuñarían con gran maestría en la gran pantalla actores míticos como John Wayne o Henry Fonda.

Una mente "explosiva"

Desde su más tierna infancia, Samuel fue un apasionado de la pólvora y de las armas de fuego, tanto es así que siendo un niño realizó un sinfín de experimentos con tan peligrosos materiales, la mayoría de los cuales acabaron en desastre, hasta el punto de que en una de las explosiones que el pequeño Samuel provocó hizo saltar por los aires la casa familiar de sus padres y parte del edificio donde estudiaba ciencias. Harto de tanta deflagración, el padre de Samuel, un pequeño propietario de una fábrica de tejidos de seda, enroló a su hijo a la fuerza como grumete en un barco mercante que comerciaba con productos textiles con destino a la India. Pero su largo periplo no hizo olvidar a Samuel su pasión por las armas de fuego. Así, a su llegada al subcontinente, cayó en sus manos un viejo revólver cuyo mecanismo era poco práctico y muy inestable, lo que le hizo pensar en la manera de mejorarlo.

Este gravado muestra al joven Samuel Colt en el barco de uno de sus viajes por las Indias Orientales tallando en madera el modelo de revólver que patentaría más tarde, en 1835.

Este gravado muestra al joven Samuel Colt en el barco de uno de sus viajes por las Indias Orientales tallando en madera el modelo de revólver que patentaría más tarde, en 1835.

Foto: Cordon Press

Siendo un niño, Samuel realizó un sinfín de experimentos, la mayoría de los cuales acabaron en desastre, hasta el punto de que en una de las explosiones que el pequeño Samuel provocó hizo saltar por los aires la casa familiar.

Cuando embarcó para regresar a Estados Unidos, Colt observó el trinquete que se usaba para levar el ancla del navío que lo transportaba de vuelta a casa, y basándose en él empezó a tallar un mecanismo que accionase asimismo el tambor de su revólver. A su llegada (y a pesar de todo financiado por su padre), Colt creó un modelo funcional de revólver con un cilindro de varias cámaras que giraba bloqueando el martillo del arma. En 1835, patentó su invento en Inglaterra y Francia, y el 25 de febrero de 1836 hizo lo propio en su país. Para producir su revólver en cadena, Colt fundó la Paterson Arms Manufacturing Company, donde se fabricó un revólver de cinco disparos del calibre 36. Pero la falta de inversores impidió a Colt la compra de la maquinaria adecuada y los revólveres tuvieron que ser fabricados a mano, lo que encareció considerablemente el coste final del arma y causó la quiebra de la compañía en 1842.

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Un revólver de leyenda

Al año siguiente, en 1843, Samuel Colt alquiló una nave totalmente equipada que abarató el coste de la producción, lo que aprovechó para introducir una innovación: un prototipo de seis disparos. Al mismo tiempo, Colt inventó un prototipo accionado por cables destinado a detonar minas marinas a distancia y cuyo sistema emplearía Samuel Morse para el tendido telegráfico que se usó en la primera comunicación entre Nueva York y Coney Island. Esta vez la suerte estuvo de su lado. Un capitán de los Rangers de Texas llamado Samuel Walker, que había adquirido algunos de los revólveres de Colt en la guerra contra los semínolas, pudo comprobar en persona la letalidad de las armas fabricadas por Colt cuando su unidad abatió a setenta comanches. Fue entonces cuando Walker realizó un encargo a Colt: mil armas para usar en la guerra contra México. Sin embargo, Walker pidió algunos cambios: que el revólver pudiera disparar seis balas en lugar de cinco y que fuera más rápido de recargar.

Publicado en la revista semanal The Mechanics' Magazine, este dibujo muestra el revólver inventado por Colt. En la figura 2 se puede ver el disco de la culata y en la figura 3 el interior del cartucho.

Publicado en la revista semanal The Mechanics' Magazine, este dibujo muestra el revólver inventado por Colt. En la figura 2 se puede ver el disco de la culata y en la figura 3 el interior del cartucho.

Foto: Cordon Press

Colt inventó un prototipo accionado por cables destinado a detonar minas marinas a distancia y cuyo sistema emplearía Samuel Morse para el tendido telegráfico que se usó en la primera comunicación entre Nueva York y Coney Island.

Para abordar el nuevo diseño, Colt contrató al inventor Eli Whitney Blake para llevar a cabo las mejoras que había solicitado Walker. Con la ayuda de Blake, Colt pudo producir el pedido de mil piezas conocidas más tarde como Colt Walker. Con el dinero obtenido en la venta de armas al capitán Walker, Colt pidió un préstamo a su primo, el banquero Elisha Colt, para comprar la maquinaria y las herramientas inventadas por Blake y construir su gran empresa, la Colt Patent Firearms Manufacturing Company. Las primeras pistolas giratorias de recámara producidas en esta fábrica se llamaron Whitneyville-Hartford-Dragoons, y se hicieron tan populares que la palabra "colt" se usó a menudo como un término genérico para cualquier tipo de revólver.

Un final entre llamas

Samuel Colt murió a la temprana de edad de 47 años siendo uno de los hombres más ricos del país. Durante toda su vida fabricó alrededor de medio millón de armas de fuego convirtiendo su marca en la más conocida del mundo, incluso en la actualidad. Su esposa Elizabeth continuó dirigiendo la Colt Firearms hasta el 4 de febrero de 1864, cuando la fábrica fue pasto de las llamas. El fuego se extendió rápidamente por todo el edificio, que se consumió hasta los mismísimos cimientos. Tras una minuciosa investigación, las autoridades no pudieron establecer la causa de tan devastador incendio, aunque todos los rumores apuntaron a que muy probablemente fue intencionado. En 1901, poco antes de la muerte de Elizabeth Colt, la familia vendió el negocio de armas de fuego a un grupo inversor que mantuvo el nombre de Colt, el revólver más famoso del mundo y el favorito de los cowboys y pistoleros de Hollywood.