Sin tiempo para morir

James Bond es el espía más popular de la historia del cine. Sin más. Nacido en la novelas de Ian Fleming, infinidad de populares actores le han interpretado a lo largo de los años, con un catálogo de películas que navegan entre el puro cine de evasión, lo inverosímil (hola, Roger Moore) o el thriller de espías con aires de autor. Después de las locuras de los films con Pierce Brosnan (estupendo Bond, aunque con unas películas que quizás no le hacían justicia), los productores de la exitosa y millonaria saga apostaron por un tono más sobrio y serio, además de por un (semi)desconocido actor que hizo suyo el mítico personaje desde el minuto uno. Ese actor era Daniel Craig.

Recuerdo aquel lejano 2006 (cuánto ha llovido…), en el que disfruté como el que más con la fascinante y maravillosa Casino Royale, para un servidor, la mejor película de toda la saga, y me refiero a cualquier Bond. Y es que la primera entrega de Craig combinaba muy bien la acción, la intriga, el romance, el humor (ojo a la escena de la tortura, impagable) o la espectacularidad, en un cóctel imposible de repetir. Un film único. Ninguna de las cintas posteriores ha estado a la altura, y lo mismo se puede decir de Sin tiempo para morir, la despedida del personaje por parte de Daniel Craig.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero si tuviera que hacer un ranking, diría que Sin tiempo para morir supera a Quantum of Solace (tampoco era muy difícil, ya que es la peor de la saga con Craig) y está al nivel de Spectre (quizás un poco por encima), pero no alcanza a las muy superiores Skyfall y, sobre todo, Casino Royale. Ese hecho sea quizás algo decepcionante, porque hablamos de un cierre, y han tenido tiempo más que suficiente para orquestar una despedida a la altura de las circunstancias. No ha podido ser, aunque eso no quita que cumpla su objetivo de entretener y que sea un buen film de James Bond, a pesar de ciertas licencias (y no son para matar). Pero mejor vayamos por partes.

Cary Joji Fukunaga (responsable de la estupenda primera temporada de True Detective) se encarga de la dirección, y la verdad es que su labor tras las cámaras es de lo mejor del film. Ejemplos de ello serían el magnífico prólogo (aunque luego tengamos que soportar los créditos con menos gracia de toda la saga), la escena del bosque o el sensacional clímax. Se nota que ha sido un acierto contar con él y que tiene madera para encargarse de un proyecto de esta envergadura, pero tampoco se puede obviar el injustificable presupuesto (se habla de 280 millones iniciales, casi el mismo que Avengers: Infinity War) o la excesiva duración de casi tres horas, una locura si hablamos de una película de James Bond. No voy a negar que la película se me ha hecho algo larga, notándose el afán de los responsables por contar demasiadas cosas, aunque creo que eso es cosa de los guionistas.

Es obvio que los productores han apostado por la emotividad en el cierre del personaje de Craig, intentando contentar a todo el mundo posible, es decir, amoldar al espía a los tiempos que corren. Es algo que ya se intuía (la polémica con la nueva 007) y lo puedo llegar a entender, pero se pierde la sobriedad de Skyfall o la mala leche de Casino Royale, notándose que el personaje ha cambiado demasiado en estos últimos años. Es esa falta de coherencia con los inicios del personaje de Craig lo que me chirría, no que se quiera cumplir con la agenda del momento a toda costa (todos lo hacen).

Estoy seguro de que este último punto molestará a más de uno (de hecho, ya estoy leyendo críticas al respecto). Pues que se preparen, porque lo que está por llegar será todavía más acorde a los tiempos que corren, también conocido como lo políticamente correcto. Ni el señor Bond se libra, y oiga, mientras me entretengan, ni un solo reproche. Sinceramente, si me das a elegir entre la caspa de los films con Connery (estupendo actor, pero con unas películas terribles y que no han resistido bien el paso del tiempo) y este aire más moderno, me quedo con lo último, aunque si tuviera que elegir preferiría el tono presentado en Casino Royale (tortura incluida), pero no se puede tener todo en esta vida.

Creo que la historia expuesta en este último film es la más bondiana de la saga con Craig, con una primera mitad que funciona a las mil maravillas y que se distancia de la densidad de Skyfall y Spectre. Incluso hay momentos que crees estar viendo una nueva película de Ethan Hunt, y la verdad es que me parece estupendo. El problema es que el film da un giro brusco en su segunda mitad, volviendo al tono presentado en los dos citados films, como si hubiesen metido mano demasiadas personas en el guion (hay acreditadas cuatro personas) y no tuviesen claro qué tono transmitir. Una oportunidad perdida de despedir la saga con el tono clásico que tan bien funcionó en algunas cintas del personaje.

Dicho todo esto, la película es entretenida y efectiva, aparte de tener muchos aciertos, pero también algunos errores que la impiden destacar. Estoy seguro de que los críticos (la están aplaudiendo como una de las mejores) y parte de los espectadores la valorarán de forma más positiva por ser una emotiva despedida del actor y su peculiar James Bond, más que como film independiente, porque si te paras a pensarlo, no es demasiado memorable este adiós. No estará en mi top de lo mejor del año, desde luego.


Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.

Más críticas: ocioworld.net

Tras un enorme retraso causado por la pandemia, por fin hemos podido ver la despedida de Daniel Craig como el archifamoso espía británico James Bond, en una película con dos vertientes muy claras.

La historia sigue y finaliza el ciclo completo de Craig, como si fuese una historia río en lugar de las aventuras más independientes que tenían los Bond predecesores. Puede haber sido mejor o peor, eso irá en gustos, pero se agradece que al menos tenga un hilo común.

La trama de la película sigue al propio James Bond en su intento por evitar la destrucción del mundo una vez más. Lo cierto es que como trama es demasiado larga,y tiene cosas que se podían cortar perfectamente y haber ganado en dinamismo, con 2h10 habría sido más que suficiente. El aspecto visual es impecable, tanto la fotografía como lo que se ve en pantalla, todo luce muy bien. La música es fantástica, Hans Zimmer en pleno, poco más se puede decir.

Los puntos negativos irán en spoiler por lo obvio.

Como película me ha gustado bastante, como cierre me ha quedado algo más flojo.

Esta vez si, última de la saga Bond de este actor. Acabando con una gran saga, que para mi es la mejor saga de Bond y aquí os doy mis razones.
Primero tenemos a un protagonista, que sufre, que mata, que vive durante años una historia trágica contra un mismo enemigo, que cambia de cara pero no de maldad.
Luego tenemos mucha acción, muy bien trabajada, sin toques de fantasía como anteriores sagas, o algunos pero bien pensados.
Un villano que sale poco pero a mi me gusta, podría tener ideas de Thanos, pero está muy bien explicado porque actúa así
Luego tenemos algo que rodea la película, este Bond es violento, como un agente del gobierno británico es en verdad, y ya no es tan misógino, ni sexual, Daniel se enamora y sufre y eso da mas capas a una historia que los conservadores van a detestar creo yo.
Un buen final para esta progresista película con un gran informático y nuevos actores, incluida la nueva agente que la verdad me ha gustado , al igual que Ana de Armas.
Veremos quien es el siguiente 007, ahí si tengo mucho miedo

OBSERVACIÓN A LOS LECTORES: ¡Gracias por deteneros a leer esta crítica! Me gustaría compartir con vosotros una cosa que me tiene algo preocupado. Es evidente que, por el momento, esta película está provocando sentimientos encontrados y está recibiendo negativas por parte de algunos usuarios. Eso es algo que respeto. Pero lo que me preocupa es que no he podido evitar fijarme en que la mayoría de las críticas positivas hacia la película están, por ahora, clasificadas como las menos "útiles" y la mayoría de las negativas como las más "útiles". Al final de cada crítica FilmAffinity nos pregunta si la crítica que acabamos de leer nos parece útil. No nos está preguntando si estamos de acuerdo o en desacuerdo con el contenido. Nos está preguntando si nos resulta útil. Desde mi modesto punto de vista, si una crítica está redactada con cierto estilo, muestra información detallada sobre la película y presenta una estructura convincente, esa crítica es útil, aunque no estemos de acuerdo con las conclusiones que plantea. Digo esto porque, personalmente, yo tiendo a valorar positivamente críticas con las que no estoy necesariamente en sintonía pero que sí me parecen 'útiles', y me preocupa que se estén confundiendo los conceptos y que estemos rumbo a una polarización irracional (véase Jared Diamond-Upheaval, 2019). Si tras leer esta crítica mía, no os parece útil, por favor, adelante, dadle un voto negativo. Igualmente si a un lector que está de acuerdo con mi análisis le parece que mi crítica no es útil, adelante, que le dé un voto negativo. Solo os pido, por favor, que vuestra respuesta no esté radicalmente condicionada función de si estáis o no de acuerdo conmigo.
Con esta observación en mente, empezamos la crítica...

En su épica duración, ‘No Time to Die’ nos trae una historia algo convencional llena de la acción que todos esperamos ver pero que concluye la etapa Daniel Craig de forma satisfactoria. El resultado final (pese a parecer a ratos territorio familiar) es un thriller de espías interesante y por encima de la media de la saga James Bond, así que creo que, siendo imparciales, merece una valoración positiva (si bien, a mi juicio, no tan elevada como la han puntuado algunos críticos).

Vamos con lo bueno. A pesar de que está muy lejos del nivel marcado por ‘Casino Royale’ y ‘Skyfall’, ‘No Time to Die’ es mejor que la arrítmica ‘Spectre’. La inquietante primera escena arranca la película con brío y destreza gracias a su logrado trabajo de fotografía, y marca el tono de lo que vendrá a continuación. La dirección de Cary Fukunaga, sin llegar a ser notable, es correcta, consistente y eficaz y consigue que la película no se haga especialmente pesada. Por otra parte, la adición de Ana de Armas al reparto funciona bien, aporta vigor y energía, y nos ofrece escenas interesantes con Craig. Aunque me hubiera gustado que hubiera tenido algo más de protagonismo, espero que su personaje puede regresar en el futuro. Como era evidente, todos los actores son buenos y Craig, en concreto, se consolida como un Bond estupendo. A pesar de que ‘No Time to Die’ reposa necesariamente en la relación de Bond con Madeleine Swann (que ya introdujo algo forzadamente ‘Spectre’) las escenas que comparten ambos personajes están manejadas con delicadeza y sus sentimientos resultan más creíbles que en la película anterior. También aprecio los guiños a otras entregas de la saga, sobre todo la incorporación de Felix Leiter, y me gusta la dinámica entre Bond, Moneypenny y Nomi. Las escenas de acción son decentes en su mayoría, con algunas excepciones, y los efectos visuales son, como era de esperar, espectaculares. La banda sonora de Hans Zimmer acertada y bella, como siempre.

Vamos ahora con lo no tan bueno. A lo largo de los últimos años, tanto Rami Malek como Christoph Waltz han demostrado ser actores formidables realizando interpretaciones excelentes, por eso es una lástima ver que ‘No Time to Die’ no aprovecha al máximo su talento (error que ya cometió ‘Spectre’ con Waltz). Ambos hacen lo que pueden con el material y, en ocasiones, aportan suspense y tensión a las escenas en las que aparecen, pero, en última instancia, el desigual desarrollo de la trama no les da mucho espacio para brillar. Esta observación me lleva a otro punto importante: el guion. Me tranquiliza saber que la fantástica Phoebe Waller-Bridge pulió esta historia, pero al mismo tiempo, el guion está lejos de ser perfecto, por lo que no puedo evitar sentir pánico al imaginar lo mediocre que hubiera sido esta película si no hubiera contado con Waller-Bridge. Me explico. El guion insiste hasta el extremo en articular explícitamente las preguntas centrales que aborda. Cada pocos minutos encontramos frases sobre el paso del tiempo y, aunque el tema en sí es interesante, se reitera demasiado. Me hubiera gustado algo más de sutileza en este aspecto. Aún más significativo es que el argumento concerniente a Safin comienza de manera sólida pero, a medida que avanza la película el personaje pierde fuelle. Sencillamente, no está bien escrito. Su caracterización queda incompleta, ya que solo la mitad de sus motivaciones están consistentemente explicadas, mientras que parte de su plan y de sus objetivos resultan aleatorios. Su poder económico, por ejemplo, nos invita a hacernos preguntas sobre su pasado y su presente, pero nunca quedan resueltas. Esta falta de profundidad genera un personaje bastante plano, vacío y olvidable.

(Que cada uno decida si la notable falta de sexualidad en esta película entra dentro de lo bueno o de lo malo…)

En resumen, a pesar de sus deslices creativos, la película nos muestra ideas curiosas y, en general, conduce a sus personajes en direcciones interesantes. No reinventa el género ni es muy innovadora, pero sí nos da 160 minutos de entretenimiento y eso es justo lo que se pide.

Nota: 6.2 / 10

Cuando hay una buena película de aventuras, de buenos y malos bien señalados, para evitarme ese trabajo que es tener que pensar, procuro disfrutarlas rápido. Reconozco que he pasado un buen rato con esta última de la serie, dentro de ese ambiente de tristeza por la despedida que se respira en gran parte del metraje.
Tiene el ritmo, los efectos especiales y la estructura habitual de la serie, con un buen trabajo de actores ya conocidos y la aparición corta pero impactante de Ana de Armas, que no desentona en absoluto.
No creo que abandonen esta mina de oro que significa 007. Muchos necesitamos desenchufar de vez en cuando con este tipo de cine. Es obvio que hay que cambiar estilos y mensajes casposos, porque la sociedad ha cambiado desde el origen de la serie. pero con un par de buenos o buenas guionistas las pequeñas dificultades serán superadas.