Famosos

Claudia Cardinale, as� se forj� la fuerte personalidad de la 'anti-diva' eterna

Cine

MitoNOTICIA
Claudia Cardinale de joven GTRES

Orgullosa de sus arrugas a sus 81 a�os, siempre ha rechazado someterse a operaciones de cirug�a est�tica

Los apasionados 80 a�os de Claudia Cardinale: "No soy ninguna diva"

Claudia Cardinalenunca quiso ser actriz. Un encuentro fortuito con un director de cine a la salida del colegio y un concurso de belleza al que ni siquiera se hab�a presentado, cambiaron su destino. Y ahora, a sus 81 a�os reci�n cumplidos, se resiste a decir adi�s a las tablas.

"Yo quer�a ser exploradora. He viajado tanto alrededor del mundo que en parte he cumplido mi sue�o", cont� a LOC hace un a�o. La gran diva del cine italiano soplar� las velas rodeada de su familia en Par�s, donde residen desde hace d�cadas. La actriz tiene dos hijos: Claudia, que naci� de su relaci�n con el cineasta Pasquale Squitieri; y Patrick, que lleg� al mundo fruto de una violaci�n cuando ten�a 17 a�os. Un trauma que confesar�a muchos a�os despu�s en su biograf�a Yo Claudia, Tu Claudia.

Musa de Luchino Visconti y Federico Fellini, la vida de la legendaria actriz dar�a para varias pel�culas. Naci� en T�nez en 1938 en una familia de emigrantes sicilianos. Su belleza mediterr�nea no pas� desaparecida al director Jacques Baratier, que logr� convencer a su padre para que permitiera a la actriz, a�n adolescente, participar en una pel�cula con Omar Sharif. El salto definitivo llegar�a poco despu�s cuando fue elegida La m�s bella italiana de T�nez en un concurso de belleza al que hab�a acudido de p�blico. El premio fue un viaje al Festival de Cine de Venecia y el inicio de una nueva vida.

Claudia Cardinale. / GTRES

Por entonces Sof�a Loren y Gina Lollobrigida ya hab�an dado el salto a Hollywood y los productores italianos vieron en Claudia Cardinale a la mejor sustituta. No tard� en hacerse un nombre propio. Luchino Visconti la regal� dos papeles memorables en Rocco y sus hermanos y El Gatopardo. Despu�s llegar�an Federico Fellini, Franco Zeffirelli, Mario Monicelli, Sergio Leone, Richard Brooks... y t�tulos como Ocho y medio o Hasta que lleg� su hora, que la abri� las puertas de la meca del cine. El elogio que recuerda con m�s simpat�a de aquella �poca es el que le dedic� David Diven, el protagonista de la c�lebre pel�cula La pantera rosa: "Claudia, despu�s de los espaguetis, t� eres la mejor invenci�n de los italianos". "Quer�an que me quedara en Hollywood pero yo me sent�a europea, por eso regres�", cont� en su biograf�a.

La sensualidad y frescura de la actriz la convirti� en la fantas�a de varias generaciones y en el objeto de deseo de la mayor�a de sus compa�eros en la gran pantalla, como Marcello Mastroianni. El protagonista de La Dolce Vita confes� haber estado siempre enamorado de ella en un documental que la �ltima compa�era sentimental del actor, Anna Maria Tat�, rod� sobre su vida pocos meses antes de fallecer. "�l estaba enamorado de m� pero yo nunca ced�. Y como le rechac�, no me soportaba", relat� en una entrevista con este peri�dico. Alain Delon o Marlon Brando tambi�n se rindieron a sus pies. Sin embargo, el gran amor de su vida fue Pasquale Squitieri, a quien conoci� rodando I guappi en 1974, poco despu�s de terminar su primer matrimonio con el productor Franco Cristaldi.

Con Pasquale Squitieri, padre de su hija Claudia, estuvo casi 30 a�os. Cuando el director falleci� hace dos a�os, la pareja ya no estaba junta, pero el recuerdo permanec�a vivo. "Con �l descubr� la libertad", cont�. A modo de homenaje, el a�o pasado, la actriz estren� en el teatro un espect�culo basado en un texto adaptado de Squitieri acompa�ada por la �ltima pareja del director, la actriz Olivia Fusco.

Despu�s de haber trabajado con los m�s grandes directores y actores de la historia del cine, a sus 81 a�os Claudia Cardinale ha decidido prestar su talento a j�venes promesas de la industria y acumula proyectos en Italia y Francia, donde vive desde hace d�cadas para "escapar de los paparazzi".

La gran estrella del cine italiano es mucho m�s terrenal de lo que pudiera parecer. Orgullosa de sus arrugas y su edad, siempre ha rechazado someterse a operaciones de cirug�a est�tica o quitarse a�os, como algunas de sus compa�eras de profesi�n. "Nunca he ocultado mi edad, no soy ninguna diva, soy una mujer normal", sentenci�.