Giuseppe Tornatore filmó su obra maestra, Cinema Paradiso, hace ya 34 años, en 1988. El realizador supo conquistar a público y crítica con este clásico del cine italiano, una preciosa historia de amor al séptimo arte repleta de nostalgia que al mismo tiempo constituía un retrato sentimental de la Italia de la posguerra. El filme narraba la relación de amistad entre el proyeccionista de un pueblo siciliano, Alfredo (Philippe Noiret), y un niño curioso y travieso que descubre su pasión por las películas desde la cabina del cine local donde trabaja el personaje que encarnaba Noiret.
Salvatore era un pequeño de seis años huérfano de padre al que todos llamaban con cariño ‘Totò’ y, a lo largo del relato, revivíamos su infancia y sus recuerdos convertido ya en un famoso cineasta. Adornada con la excelente banda sonora de Ennio Morricone, Cinema Paradiso obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, el Globo de Oro en la misma categoría, además de cinco premios Bafta, y cosechó un gran éxito a nivel internacional.
Philippe Noiret y Salvatore Cascio en la película
El reparto estaba formado por Jacques Perrin, Philippe Noiret, Leopoldo Trieste, Marco Leonardi, Agnese Nano y Salvatore Cascio. Este último fue el encargado de dar vida al protagonista en su etapa infantil. Su mirada chispeante y su pícara sonrisa nos enamoraron de inmediato, tal y cómo habían hecho anteriormente otros jovencísimos actores como Jackie Coogan en El chico (1921), de Charles Chaplin; Ricky Schroder en Campeón (1979) o más tarde Giorgio Cantarini como Giosuè en La vida es bella (1997), de Roberto Benigni.
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Cascio tenía solo ocho años cuando fue seleccionado para el papel. La oportunidad le llegó a través de un casting que se hizo en su colegio. “¿Qué significa el cine para ti?”, le preguntó Tornatore durante el proceso de selección. El chaval, que no había ido a una sala de cine en su vida, contestó: “No sé… ¿Una tele muy grande?”. El director guardó silencio durante unos instantes y después, cautivado por la espontaneidad de su paisano, no pudo evitar soltar una carcajada. El filme se rodó en Palazzo Adriano, la misma localidad en la que vivía la familia Cascio, y el rodaje fue toda una aventura.
Cascio tenía solo ocho años cuando fue seleccionado para el papel y ganó el Bafta al mejor actor de reparto
Había escenas que se grababan de madrugada y Cascio se quedaba dormido en todas partes. Sin embargo, el actor siempre ha recordado con cariño el rodaje: “Tornatore me enseñó muchas cosas: me ayudó a actuar y, entre una escena y otra, me dejaba jugar al fútbol”, señaló en una entrevista.
Salvatore había debutado poco antes en la pequeña pantalla ejerciendo de robaplanos del cómico Maurizio Constanzo en el Maurizio Constanzo show del canal 5 de la televisión italiana. De allí saltó directamente a Cinema Paradiso con el personaje que le otorgó la fama.
Alfredo y Totò tienen una relación de amistad muy especial
Salvatore se mudó en la piel de Totò con una naturalidad contagiosa, y como recompensa se llevó el Bafta al mejor actor de reparto, superando a pesos pesados como Al Pacino en Dick Tracy; John Hurt por El prado o Alan Alda en Delitos y faltas.
Todo el mundo cayó rendido ante el encanto de ese niño siciliano alegre y espontáneo y no eran pocos los que le auguraban un brillante futuro en la interpretación. Tras el fulgurante éxito de Cinema Paradiso, decidió cambiar su nombre artístico por el de Totò Cascio y participó junto a Franco Nero y Fernando Rey en el drama de Beppe Cino Diceria dell’untore (1990). Ese mismo año se codeó con Peter Ustinov en la comedia Cuarenta camaradas y repitió al lado de Tornatore en la comedia dramática Están todos bien. En 1991 intervino en la serie de televisión Il ricatto y en The Pope Must Die, de Peter Richardson.
El pequeño Salvatore con su Bafta al mejor actor de reparto
Sin embargo, jamás pudo igualar el recuerdo de su entrañable Totò y decidió despedirse de la escena en 1992 tras intervenir en Jackpot, donde tuvo de compañeros de reparto a Adriano Celentano y Christopher Lee.
Con 13 años retomó sus estudios y, lejos de caer en desgracia como muchos jóvenes actores, su vida hizo su curso ajena a la inestabilidad del oficio. Pese a todo, en 1999 intentó volver a la industria con el telefilme Il morso del serpente, de Luigi Parisi, y en 2005 acompañó a Bud Spencer en Padre Speranza, otra película para televisión donde interpretaba a un menor acusado de asesinato.
Tras 'Cinema Paradiso' cambió su nombre artístico por el de Totò Cascio y trabajó con estrellas como Peter Ustinov, Fernando Rey o Christopher Lee
A sus 42 años, regenta dos supermercados y un negocio de hostelería en su pueblo natal de Palazzo Adriano. Se ocupa él mismo de su propio restaurante y de un Bed and Breakfast que tiene un nombre bastante cinematográfico: L’Oscar dei Sapori, en clara alusión a la estatuilla dorada recibida por Cinema Paradiso.
Cascio, orgulloso de que todavía le recuerden por su mítico rol, comentó en 2013 al diario The Guardian que “cuando comienzas como un niño actor, la transición a actor adulto es muy difícil. De pequeño, actúas de forma natural y espontánea; pero conforme te haces mayor, actuar parece que se convierte en algo que tienes que estudiar; se convierte en trabajo. Y yo nunca quise realmente ser un actor”.
Cascio, en una imagen actual
Sin embargo, el año pasado reveló en una entrevista que había sido diagnosticado de retinitis pigmentosa, una degeneración progresiva de la retina que provoca pérdida visual. Cascio nunca ha querido hablar de dicha dolencia, que le descubrieron precisamente cuando filmaba Cinema Paradiso. Pero, después de varios años, ha encontrado la fuerza para escribir incluso un libro, titulado 'La gloria y la prueba. Mi nuevo cine paradiso 2.0', en el que confiesa que abandonó su trabajo de actor porque no quería que la gente se compareciera de él.
A principios de este mes de agosto se anunció que Cinema Paradiso se convertirá en una serie de seis episodios que llevará por título Paradiso ('Paraíso' en español) y "será la misma historia que la película pero de una forma extendida y con varios hilos narrativos diferentes", según ha explicado a la revista Variety el productor Marco Belardi. El propio Tornatore se encargará de escribirla y dirigirla y su estreno está previsto para 2023. Todavía no se sabe quién hará de Totò, pero siempre quedará para la memoria de los cinéfilos la imagen de Cascio embelesado delante de la gran pantalla.
Cuando comienzas como un niño actor, la transición a actor adulto es muy difícil