Personaje de la novela de su mismo nombre (v.) de George Eliot (1819-1880). Adam Bede es un carpintero de aldea, joven, honrado, lleno de voluntad y de firmeza, un poco duro y altivo, pero con un amplio fondo secreto de amabilidad y de bondad.
En este carácter, George Eliot reúne todas las cualidades que, a su juicio, constituyen un hombre verdaderamente digno de ser llamado tal; un tipo, sin embargo, no ideal sino de carne y hueso que, junto a sus robustas cualidades, posee también sus defectos. Muchos de los rasgos de este personaje fueron trazados por la autora a base de los recuerdos de su propio padre.
Adam está acostumbrado a emplear, como norma de juicio, la razón rigurosa; y la lección que George Eliot le hace aprender es la de sentir simpatía por los débiles y por los equivocados. El dolor que le causa la traición de Hetty, que, por lo mismo que significa el amargo desengaño sentimental y la más impersonal ofensa a un rígido sentido moral, halla al principio en él una serie de ecos ásperos y resentidos, se transforma en humana piedad en cuanto ve a la desdichada criatura; la pena le lleva a la indulgencia por aquella niña encantadora en cuyo amor había inútilmente malgastado las energías de su pasión.
M. Praz