Este es el hotel más antiguo (y con mejores vistas) de Roma

historia y confort

Este es el hotel más antiguo (y con mejores vistas) de Roma

Frente al Panteón de Roma y con una historia que se remonta al siglo XV, el Antico Albergo del Sole al Pantheon es uno de los alojamientos más exquisitos de la ciudad.

El Antico Albergo del Sole al Pantheon es el hotel más antiguo de Roma, uno de los pocos supervivientes entre los enumerados en el censo elaborado por el caballero Alessandro Rufini en 1855, publicado bajo el nombre de Información histórica sobre el origen de los nombres de algunas tabernas, cafés, hoteles y posadas de la ciudad de Roma (original en italiano). La primera noticia del hotel se remonta a un informe de servicio del año 1467, en el que se menciona que algunos soldados del emperador Federico III de Habsburgo se alojaron en esa posada, conocida entonces como la Locanda del Montone (Posada del Carnero).

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© Antico Albergo del Sole 03

Desde entonces ha estado en funcionamiento ininterrumpidamente. A principios de 1600, la propiedad fue adquirida por las monjas benedictinas de Santa María del Campo de Marte, quienes le pudieron el nombre de Albergo del Sole. A lo largo de los siglos ha ido cambiando de nombre hasta llegar al actual, y también de propiedad, actualmente bajo el paraguas de Desìo Charming Hotels, que cuenta con dos hoteles en Roma y uno en Milán. 

 

El hotel está ubicado en una zona en la que, desde la antigüedad, se asistía al trasiego de numerosas personas que iban a los mercados que se celebraban en Piazza della Rotonda; de peregrinos que llegaban para celebrar los jubileos de los Años Santos —primer gran movimiento turístico de Roma— y de curiosos atraídos por las festividades solemnes promovidas por la Academia de los Virtuosos del Panteón, una agrupación con la siguiente carta de presentación para explicar su misión: «Promover el estudio, el ejercicio y perfeccionamiento de las Humanidades y Artes Plásticas, con especial referencia para la literatura y arte sacro de inspiración cristiano en todas sus expresiones, y promover la elevación espiritual de los artistas, en conjunto con el Consejo Pontificio para la Cultura». Algunos de sus ilustres miembros están enterrados en el mismísimo Panteón. Para cubrir las necesidades de esos grandes flujos de viajeros se levantaron numerosas posadas, la mayoría de ellas ubicadas entre la plaza de la Minerva, el Panteón, largo di Torre Argentina y el Campo di Fiori. 

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© Antico Albergo del Sole 01
© Antico Albergo del Sole

Con vistas al panteón

La parte más antigua del edificio es perfectamente reconocible en su fachada, en el bloque derecho, en el que las ventanas son asimétricas en comparación con las tres de la izquierda. El hotel actual cuenta con 28 habitaciones, 14 de ellas con vistas al que probablemente es el edificio más influyente en la historia de la arquitectura: el Panteón de Roma. En un edifico a pocos pasos tienen cinco apartamentos con vistas totalmente frontales del pronaos del Panteón. Tan impresionantes son esas vistas, que una de las preguntas que suelen recibir, cuando la gente ve las fotos de su página web, es si es una ventana o una fotografía.

 

En los apartamentos ofrecen la opción de chef personal para que prepare cenas personalizadas. Además, también dan la posibilidad de asistir a clases de cocina para preparar la pasta italiana perfecta, en este caso en su hotel hermano en Roma, el Palazzo Navona. En la distancia que separan las dos propiedades, desde los alrededores del Panteón hasta Piazza Navona, nos encontramos con Miguel Ángel, Caravaggio, Bernini y Borromini, una clara muestra de la locura que es Roma a nivel artístico y patrimonial. 

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© Rafa Pérez

Un lugar donde inspirarse

No es de extrañar, por toda esa acumulación de belleza e historia, que el Antico Albergo del Sole al Pantheon haya dado cobijo a numerosos personajes ilustres, como indican un par de placas de travertino que podemos ver en su fachada. Ludovico Ariosto, uno de los poetas más importantes del Renacimiento italiano, menciona el hotel en su obra Las Sátiras; el Conde de Cagliostro, de verdadero nombre Giuseppe Balsamo, alquimista ocultista y estafador —aprendió un método para refinar el lino y hacerlo pasar por seda—, durmió en el hotel en 1768; y el célebre músico Pietro Mascagni celebró durante su estancia el gran éxito del estreno de Cavalleria Rusticana (1890), importante obra de la ópera verista, en el Teatro de la Ópera. Más recientemente, tienen registrado el paso de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir. 

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© Rafa Pérez

El hotel conserva todo el encanto de las antiguas edificaciones, levantadas y ampliadas más por la necesidad de cada momento y no tanto con verdadera planificación arquitectónica; con estrechos pasillos, escaleras que se retuercen para comunicar las diferentes plantas y alturas dispares. También permanece la emoción y la impresión de estar rodeados de tanta cultura y belleza, como destaca el director Massimo Pacielli. Sí ha cambiado, desde aquel primer albergue tan lejano en el tiempo, el grado de confort, con una atención exquisita al cliente y una figura más cercana al conseguidor que al recepcionista o conserje. Pero entonces, igual que ahora, el primer impulso de los huéspedes, nada más hacer el registro y entrar en la habitación, es abrir la ventana para encontrarse con las mejores vistas de Roma.