delicioso

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También se encuentra en: Sinónimos.

delicioso, a

adj. Que causa delicia y resulta muy agradable el pastel está delicioso.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

delicioso, -sa

 
adj. Que causa delicia.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

delicioso, -sa

(deli'θjoso, -sa)
abreviación
que causa delicia y resulta muy agradable Los dulces de esta pastelería son deliciosos.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

delicioso

, deliciosa
adjetivo
2 deleitable deleitoso placentero encantador adorable ameno apacible agradable*
Delicioso, agradable, adorable y encantador se aplican tanto a personas como a cosas: tus padres son adorables, tienen una conversación deliciosa, tu padre es muy agradable y tu madre tiene una sonrisa encantadora. Deleitable, deleitoso, placentero, ameno y apacible se aplican preferentemente a cosas: un viaje placentero.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

delicioso

délicieux

delicioso

köstlich, delikat

delicioso

شَهِيّ

delicioso

lahodný

delicioso

lækker

delicioso

herkullinen

delicioso

slastan

delicioso

美味しい

delicioso

맛있는

delicioso

lekker

delicioso

lekker

delicioso

wyborny

delicioso

delicioso

delicioso

utsökt

delicioso

อร่อย

delicioso

lezzetli

delicioso

ngon

delicioso

好吃的, 美味

delicioso

美味

delicioso

טעים

delicioso

ADJ
1. [momento, sonido] → delightful
2. [comida, bebida] → delicious
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005

delicioso-a

a. delicious.
Spanish-English Medical Dictionary © Farlex 2012
Collins Multilingual Translator © HarperCollins Publishers 2009
Ejemplos ?
Cayeron en su frente ardorosa, y la refrescaron; cayeron en sus labios sedientos, y obraron como vino y pan reparadores; cayeron también sobre su pecho, y le infundieron una sensación de alivio, de deliciosa fatiga.
El gallo del corral, ¡ése sí que es un gallo! Miradlo cuando anda, ¡qué garbo! Escuchadlo cuando canta, ¡deliciosa música! Dondequiera que esté se oye, ¡vaya corneta!
Eurínome, hija del Océano, de encantadora belleza, le dio las tres Cárites de hermosas mejillas, Aglaya, Eufrósine y la deliciosa Talía.
Reinó un horrible silencio. Entre los grandes silbidos de la nieve llegaron aún los acordes de la viola y la deliciosa voz, débiles como un día naciente.
Junto a ellas viven, entre fiestas, las Gracias e Hímero. Y una deliciosa voz lanzando por su boca, cantan y celebran las normas y sabias costumbres de todos los Inmortales.
Todos se quedaron quietos, nadie se movió; pero ni un puchero dudaba de sus habilidades y de su distinción. "Si hubiésemos querido -pensaba cada uno-, ¡qué velada más deliciosa habríamos pasado!".
lo más pronto posible; que yo no puedo vivir ya sin usted! La joven dulcificó su mirada y comenzó a pagar a don Jorge aquel verdadero heroísmo con una sonrisa tierna y deliciosa.
Tuvo también una sagrada estirpe de hijas que por la tierra se encargan de la crianza de los hombres, en compañía del soberano Apolo y de los Rios y han recibido de Zeus este destino: Peito, Admeta, Yanta, Electra, Doris, Primno, la divina Urania, Hipo, Clímene, Rodea, Calírroe, Zeuxo, Clitia, Idía, Pisítoa, Plexaura, la encantadora Galaxaura, Dione, Melóbosis, Toa, la bella Polidora, Cerceis de graciosa figura, Pluto ojos de buey, Perseis, Yanira, Acasta, Jante, la deliciosa Petrea, Menesto, Europa, Metis, Eurínome, Telesto de azafranado peplo, Criseida, Asia, la deseable Calipso, Eudora, Tyche, Ánfiro, Ocírroe y Estigia, la que es más importante de todas.
Si algún importuno viniera a molestarme mientras la mirada mía reposa en tan deliciosa esfera; si algún genio malo e intolerante, si algún Demonio del contratiempo viniese a decirme: «¿Qué miras con tal cuidado?
Y en ella fijos con ansia los ojos y el pensamiento, la gloria por un momento en su delirio gozó, mientras aquella divina aparición deliciosa de la bella religiosa ante su vista duró.
El sol poniente derramaba sus últimos rayos sobre aquella deliciosa altura, reflejando sus deslumbrantes llamas en las ventanas y en las fuentes.
Seguramente el estudiante había soplado la vela para acostarse; pero el duende seguía en su sitio, pues continuaba oyéndose el canto, dulce y solemne, una deliciosa canción de cuna para el estudiante, que se entregaba al descanso.