Ralph y Vanellope regresan con una nueva aventura que los lleva a un universo de internet repleto de chistes, peligros y emociones.
Tras una exitosa primera parte y a cinco años de su estreno, Walt Disney Pictures vuelve a sumergirnos en el universo de Wreck-It Ralph para una aventura que se aleja un poco del mundo de los videojuegos para adentrarse en otro que también concierne a los jóvenes de hoy: internet.
Ralph Breaks the Internet abandona los fichines y viaja a toda velocidad a través de un módem para llegar al inmenso territorio de las páginas web. Cuando el enorme protagonista provoca la rotura de Sugar Rush, el juego de Vanellope, deberá hacer todo lo posible para repararlo. Esto lo lleva a él y a su mejor amiga a explorar un mundo totalmente desconocido, topándose en el camino con un sinfín de divertidos personajes, al mismo tiempo que descubren que no todo es color de rosas.
Desde el momento en que Disney fijo un nuevo rumbo, alejándose de las consolas, fue inevitable dudar de si podrían mantener la efectividad de la primera parte sin tener un universo tan rico -como el de los videojuegos-, con todos esos guiños y gags de nicho que la hicieron distinta al resto. Tienen que creernos cuando les decimos que solamente hacen falta unos minutos frente a esta secuela para entender que las cosa sigue funcionando igual de bien y que han entrado en un terreno con tantas oportunidades como el habitado por los gamers.
Ralph Breaks the Internet explota el sector de las páginas web de una forma extraordinaria, utilizando los infinitos elementos que este propone y haciéndolos propios de una forma creativa e inevitablemente divertida. Seguramente no vas a volver a ver a los pop-ups de la misma manera. Los guiños siguen ahí y los chistes parecen haber escalado al siguiente nivel, tanto así que pueden dejar al margen a quienes no dominen todos los términos del rubro. No obstante, la película provoca las risas del espectador constantemente, aunque también sabe adoptar un tono más emotivo y reflexivo cuando es debido. Es que encontramos en esta segunda parte el trato de un tema un poco más profundo, incluso atreviéndose a lanzar algunas críticas por acá y por allá, y dejando una moraleja sobre el final.
Y para protagonizar esta simpática aventura vuelven los dos personajes que se ganaron el cariño de todos hace cinco años. Ralph potencia toda su personalidad y su amor cuando las cosas se complican, mientras que Vanellope vuelve a encantar con su divertida personalidad, transformándose en uno de los personajes más tiernos y coloridos de Disney de los últimos tiempos. A la vez aparecen varios nuevos, como Shank (Gal Gadot) quien conquista a Vane con su seguridad, o Yesss (Taraji P. Jenson), el algoritmo que controla todos los números de BuzzTube y que se regodea con varios de los guiños más fuertes al funcionamiento de plataformas como YouTube. Mención especial para la parte en la que visitan la web de Disney, con un épico cameo a todas las princesas.
Todos estos personajes se ven potenciados, además, por un diseño extraordinario y una animación de un nivel sobresaliente. Es posible que Ralph Breaks the Internet esté poniendo una nueva vara a la hora de medir las siguientes películas animadas y lo que más sorprende en su composición es como se ha fijado en todos los detalles. De hecho podríamos sentarnos en la sala de cine simplemente a observar esos detalles durante las casi dos horas que dura la función, porque es un verdadero deleite contemplar como se mueve todo.
Rich Moore en la dirección y Phil Johnston junto a Pamela Ribon en el libreto vuelven a tenerlo todo controlado en esta secuela, administrando bien los tiempos y sobre todo eligiendo bien el tono con el que cuentan una historia que no acaba de tomarse del todo en serio para su propio bien. Atreverse a lanzar algunas críticas podría parecer una propuesta arriesgada, pero haciéndolo con el tacto suficiente y en medio de un ambiente simpático y cómico hace que todo se trague como agua.
Concluyendo, esta secuela de la película que se convirtió en un éxito rotundo en 2013 vuelve con una fórmula muy similar, pero sabiendo tener todos los elementos necesarios como para tener su propia identidad. Abandonar la zona de confort que proponía el universo de los videojuegos parecía una propuesta arriesgada pero Moore y compañía han sabido salir airosos y más con esta nueva aventura.
Ralph Breaks the Internet es una divertida, cómica, sentimental, reflexiva y muy creativa historia repleta de chistes inteligentes, emociones y personajes increíbles. Ralph y Vanellope hacen suya la inmensidad de la internet, mientras que la cinta nos regala una infinidad de guiños y gags con los que es imposible no reír. La animación vuelve a elevar su nivel y los cameos de Disney ponen la frutilla sobre un postre delicioso, digno de repetir.