Reseña: Candy Corn

Director: Josh Hasty

Guion: Josh Hasty

Año: 2019

Voodoo, fenómenos y muertos vivientes son algunos de los componentes distintivos de la temporada de Halloween, sin que se me olvide el dulce de maíz. “Candy Corn” combina estos componentes con algo de gore y se postula como un nuevo producto para disfrutar en la temporada de Halloween. Como el dulce de maíz, esta película no será del agrado de todos. 

En “Candy Corn” un grupo de jóvenes ataca a otro joven de su pueblo como tradición de Halloween, solo que esta vez se les va la mano y terminan matándolo. El dueño de un carnaval que se encontraba en este pueblo revive al joven que fue asesinado por medio de un conjuro de Voodoo. Ahora el reanimado busca venganza sobre las personas que lo atacaron uno a uno.

El director y guionista John Hasty basa su película “Candy Corn” en un día de Halloween en la época de los ‘80, como hizo con su trabajo previo “Honeyspider”. El estar basada en la época de los ‘80 no tiene mucha relevancia en la trama más allá de darle algo de estilo. Solo lleva a pensar que quizás es un homenaje a las películas slasher de esta época, de la cual claramente Hasty se inspira para crear la historia.

A los pocos minutos de haber comenzado la película llama la atención ver algunas caras familiares dentro del elenco. Leyendas del cine de horror y ciencia ficción como P. J. Soles (“Halloween”), Tony Todd (“Candyman”) y Courtney Gains (“Back To The Future”) tienen apariciones especiales en ella. Gaines es quien más tiempo tienen en pantalla interpretando al jefe de la policía del pueblo, pero todos tienen un rol importante en la historia en vez de ser un simple cameo. El resto del elenco en general hace buen trabajo, pero es Pancho Moler (“31”) en su interpretación de Dr. Death quien realmente destaca cada vez que está en pantalla.

Una vez que el joven asesinado es traído de vuelta el mundo de los vivos y comienza su camino hacia la venganza, el gore tienen lugar. Aquí es donde se ven las carencias de la película, principalmente en presupuesto, que afectan en sobremanera la ejecución de estas escenas. Las ideas que tratan de presentar en ellas son muy buenas y pudieron haber sido mucho más impactantes y gráficas, pero la forma en que se presentan pierde mucho impacto y se ven baratas. Aun así, se pueden disfrutar por lo que son, teniendo en cuenta sus limitaciones.

El monstruo o el asesino es donde esta película brilla. El diseño de este parece un cruce entre una calabaza y una cabeza de Voodoo que luce genial y terrorífico. De la forma en que se desarrollan sus apariciones son efectivas y cuando este aparece logra transmitir miedo y alarma al espectador. Una vez sabes cuál es su cometido y de lo que este es capaz, es aún más terrorífico, pero su impresión se termina debilitando con la defectuosa presentación del gore. 

“Candy Corn” presenta una historia simple con la idea de tener un terrorífico asesino con impresionantes escenas de gore y violencia. Lo primero lo consigue, mientras que en lo segundo falla. Este fallo, junto con algunos problemas en el editaje, hacen verla como una película de bajo presupuesto (que lo es) y termina afectándola. Aún con sus problemas, “Candy Corn” es una entretenida película de Halloween que se puede convertir en una favorita para ver en esta época y que merece la pena verse, aunque sea solo para ver al asesino y las escenas del Dr. Death, que es sin dudas lo mejor de la película.