Guerra de las Galias

Resumen de la guerra de las Galias

  • Fecha: 58 a. C. – 52 a. C..
  • Lugar: Galia, Germania y Britania.
  • Época histórica: Edad Contemporánea.
  • Causas: migración de las tribus galas | Intención de Julio César de mejorar su situación social, política y económica.
  • Bandos: República romana | Galos | Germánicos | Británicos.
  • Resultado: victoria de Julio César y de la República romana.
  • Consecuencias: conquista de ciudades | Sometimiento de las tribus perdedoras y aplicación de tributos a las mismas | Prisioneros de guerra | Anexión de territorios | Segunda guerra civil de la República romana.

La guerra de las Galias fue uno de los conflictos bélicos más importantes de la antigüedad.

Entre los años 58 a. C. y 51 a. C, múltiples legiones romanas comandadas por el procónsul Julio César y un gran número de tribus galas descendientes de los celtas se enfrentarían en distintas batallas por gran parte del territorio galo (batallas a las que se unirían algunas tribus germánicas, como los suevos, los ubios y los usípetes).

Asimismo, dentro del marco de la guerra de las Galias, las legiones romanas de Julio César incursionarían en Britania, enfrentándose allí contra tribus de celtas insulares.

Además, lograrían cruzar el río Rin, gracias a un puente que solo les tomó diez días en construir, pero decidirían volver tras no encontrar nada que les interesase en específico, destruyendo el puente tras su regreso.

Si bien las políticas expansionistas de Julio César no eran bien vistas por la élite del Senado de la República romana, el éxito de su campaña militar, aunada al éxito propagandístico de su célebre obra Comentarii de bello Gallico (Comentarios a la guerra de las Galias), le permitió a Cayo Julio César obtener mucha más gloria que desdén.

Fecha de la guerra de las Galias

La guerra de las Galias da comienzo en mayo del año 58 a. C. con la batalla del Arar, el primer enfrentamiento militar importante entre las tribus migratorias de los helvecios y cuatro legiones romanas al mando de Julio César.

Su final se produce con la batalla de Alesia en octubre del año 52 a. C, en la cual serían derrotadas la confederación de tribus galas lideradas por Vercingétorix, quien fuese el líder de la tribu de los arvernos.

Vercingétorix arroja sus armas a los pies de Julio César
Vercingétorix arroja sus armas a los pies de Julio César, pintura al óloe de Lionel Noel Royer (año 1899).

Si bien existieron algunos episodios militares posteriores a la batalla de Alesia —como, por ejemplo, el asedio de Uxeloduno en el año 51 a. C.— que pueden ser incluidos dentro del contexto de la guerra de las Galias, se considera a dicha contienda como el final de la guerra debido a su gran relevancia en términos político-militares.

Beligerantes de la guerra de las Galias

El siguiente cuadro tiene como finalidad principal listar a los beligerantes involucrados en la guerra de las Galias, los bandos que estos formaron y sus comandantes respectivos:

Beligerantes Comandantes
República romana Cayo Julio César
Tito Acio Labieno
Publio Licinio Craso
Quinto Titurio Sabino (muerto en batalla)
Quinto Tulio Cicerón
Lucio Aurunculeyo Cota (muerto en batalla)
Décimo Junio Bruto
Gayo Caninio Rébilo
Marco Antonio
Marco Licinio Craso
Servio Sulpicio Galba
Gayo Volcacio Tulo
Galos Arvernos
Atrebates
Atuátucos
Bituriges
Cáletes
Eburones
Helvecios
Menapios
Mórinos
Nervios
Sociates
Suesones
Vénetos
Veliocases
Viromanduos
* Se estima que participaron muchas más tribus galas
Vercingétorix
Ambiórix
Comio
Ariovisto
Divicón
Casivelauno
Dúmnorix (muerto en batalla)
Vercasivelauno
Boduognato
Germánicos Aduáticos
Harudes
Marcomanos
Tríbocos
Vangíones
Németes
Sicambrios
Suevos
Téncteros
Ubios
Usípetes
Britanos Celtas insulares

Para tu comodidad, también te adjuntamos la tabla en formato imagen:

Tabla de los bandos de la guerra de las Galias

Contexto histórico de la guerra de las Galias

A finales del siglo II a. C., una masiva migración de tribus protogermánicas, dentro de las que destacan los cimbrios y los teutones por ser los detonantes del casus belli, desatarían los acontecimientos de la guerra cimbria, conflicto en el que se enfrentarían ante la República romana.

Si bien la República romana se alzó con la victoria, gracias a las reformas militares y el liderazgo del general Cayo Mario, los romanos sufrieron un gran número de bajas como consecuencia de la guerra.

Por tanto, el respeto y profundo temor de los romanos hacia los galos y los germanos les había hecho desistir de la idea de expandirse hacia el norte.

A pesar de ello, en el año 58 a. C. Julio César, quien en aquel entonces era miembro del Primer Triunvirato, y desde su posición como gobernador de la Galia Cisalpina e Ilírico, vio en la conquista de la Galia la oportunidad perfecta para mejorar su estatus social, político y económico.

Julio César era consciente de que el Senado romano no apoyaría la idea de conquistar todo el territorio de la Galia, pues sus tribus eran bien respetadas y temidas en Roma desde la guerra cimbria.

Mapa de las tribus de las Galias
Mapa de las provincias romanas y de las tribus de las Galias. Imagen de Wikipedia.

Sin embargo, los helvecios, junto a los ráuracos, los tulingos, los latobicos y los boyos, le harían un favor a Julio César al adentrarse en territorio romano, siendo dicha incursión la única justificación que este necesitaba para emprender una campaña en contra de los galos.

Fases de la guerra de las Galias

Guerra contra los helvecios

Julio César bloquea el paso de los helvecios en el río Génava

En el año 61 a. C., Orgétorix, uno de los líderes de la tribu de los helvecios, formaría una alianza con el sécuano Cástico y el heduo Dúmnorix con la finalidad de emprender una campaña militar migratoria hacia el sur.

Sin embargo, el plan de Orgétorix sería frustrado por los propios helvecios en el año 58 a. C., no porque fuese incorrecto, sino porque el liderazgo y la ambición de Orgétorix no fue aprobada por estos.

Los helvecios continuarían con el plan de Orgétorix, pero prescindiendo de este último, de quien se cree que, tras ser juzgado, escapó y, poco después, se suicidó.

Así pues, el 28 de marzo del año 58 a. C. los helvecios se pondrían en marcha junto a las tribus vecinas de los ráuracos, los tulingos, los latobicos y los boyos en dirección hacia la tribu de los alóbroges, cuyos territorios formaban parte de la esfera romana.

Tras enterarse de la migración masiva de cinco tribus galas en dirección a la Galia narbonense, Julio César se dirigió hacia Génava. Al llegar allí, apostó a la Legio X Gemina a lo largo del río para impedir el avance de las tribus galas.

Los helvecios optarían por la diplomacia para poder llevar a cabo su migración, pero César los engañaría haciéndoles creer que existía la posibilidad de dejarlos pasar para así conseguir tiempo y construir un muro de 5 metros de alto por 28 kilómetros de largo entre el río Génava y el lago Lemán.

Los helvecios convencen a los sécuanos de dejarlos pasar

Al verse superados por los romanos y su impenetrable defensa en el río Génava, los helvecios optarían por establecer negociaciones con los sécuanos, a quienes lograrían convencer de dejarlos entrar en su territorio.

Como era de esperar, los helvecios, una tribu numerosa y profundamente bélica, comenzaron a saquear las tierras de las tribus de los heduos, ambarros y alóbroges, los cuales solicitaron, desde su cualidad de aliadas de Roma, la ayuda de César.

Julio César emprendió junto a sus legiones una persecución contra los helvecios. Tras varios días de infructuoso acoso, los romanos se retiraron hacia la fortaleza hedua de Bibracte, en la actual región francesa de Saona y Loira.

César en la guerra de las Galias
César en la guerra de las Galias, tapiz de Justus van Egmont (años 16751685).

Los helvecios aprovecharon la retirada de los romanos y lanzaron un ataque sorpresa contra la retaguardia sus legionarios, pero Julio César supo manejar la situación y dirigió la batalla hacia una colina cercana, en la que las legiones bajo su mando derrotaron de forma definitiva a los helvecios, quienes no tuvieron más remedio que regresar a su tierra natal.

Guerra contra los suevos

La derrota de los helvecios en la batalla de Bibracte trajo paz y tranquilidad a muchas de las tribus galas de la región, pero dicha felicidad duraría poco, pues los arvernos habían contratado a una gran cantidad de mercenarios germánicos provenientes de la tribu de los suevos para que les ayudasen en sus conflictos contra los heduos.

Ariovisto, líder de los suevos, aprovechó la situación y se hizo con el control de la región tras traicionar a los arvernos y expandir rápidamente a sus tropas germanas; la intervención de Julio César no se hizo esperar.

En primera instancia, César optaría por la vía diplomática, pero Ariovisto le traicionaría tras atacar con su caballería a la romana en medio de las negociaciones.

Tras no resultar fructiferas dichas conversaciones, Ariovisto intentaría atacar uno de los campamentos romanos, pero fracasaría en el intento.

Aquella imprudencia sellaría el destino de su campaña, pues César se enteraría, por palabras de un prisionero suevo, de que Ariovisto no movilizaría sus tropas sino hasta después de la luna nueva, ya que una intérprete de la voluntad de los dioses suevos así lo había predicho.

Valiéndose de las conductas religiosas de los suevos, Julio César aprovechó la oportunidad y atacó el campamento de Ariovisto y sus tropas, las cuales fueron masacradas y forzadas a huir hacia al rio Rin.

Se cree que aquel día, en la batalla de Los Vosgos, murieron aproximadamente 80.000 germanos.

Guerra contra los nervios, atrebates y viromanduos

En el año 57 a. C., en el actual territorio de Bélgica, Julio César emprendería una nueva campaña militar, esta vez en contra de las tribus belgas de los atrebates, los viromanduos y los nervios, quienes se encontraban bajo el mando de Boduognato.

El ataque de estas tribus belgas a una de las tribus galas aliadas de Roma desató la batalla del río Sambre a finales de julio del año 57 a. C.

Guerra de las Galias
Fotograma de Gallic Wars – Caesar Season 1 Trailer. Imagen de Kings and Generals.

Este conflicto bélico estuvo a punto de ser ganado por las tribus belgas, ya que habían logrado emboscar y sembrar el caos en las legiones romanas.

César tendría que intervenir particularmente en esta batalla para recuperar el control de la refriega y ganarla por poco.

Se cree que en la batalla del río Sambre murieron aproximadamente 10.000 belgas y que todos los centuriones de las legiones VII y XII cayeron en batalla.

Guerra contra los vénetos

En el año 56 a. C., Julio César emprendería una campaña militar en contra de las tribus galas que habitaban la zona noroeste de la Galia, principalmente en contra de los vénetos, quienes vivían en la región de Armórica, cerca de la costa atlántica, en el actual territorio francés de Bretaña.

Los vénetos habían logrado reunir una confederación de tribus galas para combatir a las legiones de César e, incluso, poseían su propia flota en el golfo de Morbihan.

Sin embargo, ello no sería suficiente para vencer a Julio César, pues este los derrotaría en la batalla del Golfo de Morbihan, destruyendo la flota gala casi en su totalidad.

Guerra contra los usípetes y los téncteros

Entre los años 56 y 55 a. C., las tribus germanas de los usípetes y los téncteros cruzarían el río Rin para enfrentarse a las legiones de César. En un primer ataque sorpresa, la caballería germana logró asesinar a 6.000 romanos asentados en un campamento.

Julio César respondería ante dicho ataque con una estrategia poco honorable, pues atacaría un campamento germano de manera sorpresiva mientras se encontraba negociando con los líderes germanos.

En consecuencia, los usípetes y los téncteros se vieron obligados a volver hacia su lugar de origen con los pocos sobrevivientes del ataque repentino de los romanos.

Guerra contra los britanos

Tras haber derrotado a los helvecios, los suevos, los atrebates, los viromanduos, los nervios, los usípetes y los téncteros, Julio César vencería y sometería a varias de las tribus de celtas insulares que habitaban en Britania, tras dos expediciones hacia la isla.

Ilustración de James William Edmund Doyle (año 1864) sobre la invasión de Inglaterra por parte de los romanos.

Si bien el efecto de las incursiones romanas en Britania no duró mucho, estas sirvieron para ensalzar las hazañas militares de Julio César, quien en aquel entonces se había erigido como uno de los más importantes generales romanos de la historia, luego de derrotar a las temibles tribus galas y germánicas, e incluso a los desconocidos britanos.

Rebelión de Ambiórix y Vercingetórix

Entre los años 54 y 52 a. C., se producirían dos grandes rebeliones de tribus galas:

  1. La primera sería comandada por el líder de los eburones, Ambiórix, quien antes de ser derrotado por las legiones de César lograría aniquilar a quince cohortes romanas y poner en aprietos a la guarnición comandada por Quinto Tulio Cicerón.
  2. La segunda y la más importante rebelión fue la de Vercingetórix, pues este lograría reunir una gran cantidad de pueblos galos en contra de los romanos. De igual manera, sería derrotado en la batalla de Alesia en octubre del año 52 a. C.
Escena de la guerra de las Galias: El galo Littavicus, que traiciona la causa romana, huye a Gergovia para apoyar a Vercingetórix, obra de Théodore Chassériau (años 18381840).
Vercingetórix

Consecuencias de la guerra de las Galias

La siguiente lista muestra, a manera de resumen, las consecuencias surgidas como resultado de la guerra de las Galias, específicamente desde la batalla del Arar, en el año 58 a. C., hasta la batalla de Alesia, en el año 52 a. C.:

  • 800 ciudades fueron conquistadas por la República romana.
  • 300 tribus fueron sometidas por la República romana.
  • Julio César obtuvo más de 40.000.000 de sestercios en tributos de las tribus sometidas.
  • Un millón de prisioneros de guerra fueron vendidos como esclavos por la República romana.
  • La República romana anexiona a sus territorios la Galia Bélgica, la Galia Céltica y la Aquitania.
  • El gran poder político y económico acumulado por Julio César tras la conquista de la Galia se convirtió en una de las causas de la segunda guerra civil de la República romana, que se inició el 10 de enero del año 49 C.

Referencias:

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