Hitler vs. Picasso y otros artistas modernos (2018) de Claudio Poli - Crítica

Hitler vs. Picasso y otros artistas modernos (2018) de Claudio Poli – Crítica

«Hitler vs. Picasso  y otros artistas modernos es un medio de difusión, de concienciación, de debate, y de disfrute»

Fue en el año 2012 cuando saltó la noticia del hallazgo de unas 1500 obras de arte desaparecidas en un apartamento semiabandonado de Múnich. El suceso se resume brevemente: Cornelius Gurlitt, hijo de un importante marchante de arte del III Reich que había colaborado directamente con Hermann Göring, estaba siendo investigado por fraude fiscal cuando se encontraron en su piso las obras, apiladas de cualquier manera entre restos de polvo y fruta podrida. La mayoría eran herencia de su padre y procedían de la expropiación sistemática que los nazis efectuaron sobre los bienes de familias judías de las zonas ocupadas. El gobierno quiso mantener en secreto el descubrimiento, pero la prensa acabó filtrando la noticia y demostró —como ha ocurrido en otras ocasiones— que lejos de ser una anécdota aislada, aún quedan muchas cuestiones relacionadas con las atrocidades cometidas durante el Holocausto que ni están resueltas ni son un terreno fácil.

Hitler vs. Picasso surge como proyecto a partir del impacto de esta noticia y se basa en el trabajo de documentación de las investigadoras y guionistas Sabina Fedeli y Arianna Marelli, del cual parece ser que el espectador sólo ve una parte muy pequeña. Y en realidad, tampoco es una historia que no se haya contado antes. Pero lejos de ser otro genérico documental sobre conspiraciones nazis (y de los que no somos del todo conscientes del daño que hacen a la memoria histórica), Hitler vs. Picasso huye constantemente de la mistificación esotérica con la que se suele blanquear la relación del régimen nazi con el arte, y esa seriedad y respeto son sus máximas virtudes. A través de cuatro colecciones concretas, el documental hace un seguimiento cronológico de lo que empezó como una obsesión burguesa y acabó en el mayor expolio de arte ocurrido en Europa, con innumerables obras todavía sin localizar y multitud de víctimas que aún no han recuperado sus bienes. Porque en un ejercicio de empatía, Hitler vs. Picasso pone la nota ética en el por qué este robo masivo de arte sigue siendo un tema incómodo de trabajar en cifras: la profusión de imágenes terroríficas del Holocausto o de la monumental propaganda del régimen nos ha adiestrado la mirada para ver el mal como algo indescifrable y a convertir en intangible, de manera inconsciente, su «banalidad». Puede que por ello se respire una cierta tensión cuando las víctimas reclaman la restitución de sus bienes materiales, y ya cuando hablamos del arte, en nuestra obsesión por despolitizarlo, argumentamos sencillamente que nadie debería tener poder sobre él. Que el arte no es para salones privados, sino para museos. Hitler vs. Picasso ayuda a recuperar el norte sobre tan compleja cuestión y a recordar que, mundano como pueda parecer, no hay una dimensión paralela del arte que no esté estrictamente ligada a la política y, sí, también al dinero, y hace justicia para todas aquellas víctimas a las que se ha acusado insensiblemente de moverse sólo por cuestiones económicas, como si ese no hubiese sido el motivo último de los nazis en su expedición de saqueo y como si este punto quedase totalmente desligado del genocidio que acompañó a esta campaña.

No es casual el nombre de Picasso en el título, aunque de los autores modernos no haya muchas más referencias en el documental que la de ejemplificar la idea del arte degenerado. De Picasso es la cita «un artista es un ser político» y no hay mejor resumen para correr el velo de misterio sobre este episodio concreto de la historia contemporánea. Es parte de la responsabilidad del artista, sea este pintor, escultor o documentalista, deconstruir la realidad y plantear respuestas comprometidas con el contexto, derribando mitos y haciéndola palpable, cercana, comprensible. Otra cita, con la que el actor Toni Servillo cierra este documental: «El arte puede ser un medio o un fin». Hitler vs. Picasso es un medio. De difusión, de concienciación, de debate, y —por qué no iba a serlo— de disfrute. Su fin: la recuperación de la memoria histórica.


Sinopsis En 1937 los nazis empezaron su ataque contra el arte: una cruzada que resultó en más de 600.000 pinturas saqueadas, 100.000 obras perdidas y una búsqueda de muchas más que continúa 70 años después. El trabajo de maestros como Picasso, Matisse, Botticelli, Chagall, Monet y otros fue tildado de ‘degenerado’, y debía ser expropiado y escondido. El actor Toni Servillo presenta cuatro exposiciones que revelan la oscura obsesión de Hitler por el arte y su robo sistemático de los tesoros más grandes de la cultura europea.
País Italia
Dirección Claudio Poli
Guion Sabina Fedeli y Arianna Marelli
Música Remo Anzovino
Fotografía Marco Alfieri, Mateusz Stolecki
Género Documental
Duración 94 min.
Título original Hitler Versus Picasso and the Others
Estreno 19/11/2018

Calificación6
6

Share this post

No existen comentarios

Añade el tuyo