Los monosacáridos
Los monosacáridos son glúcidos constituidos por una sola cadena polihidroxialdehídica (aldosa) o polihidroxicetónica (cetosas). No pueden descomponerse mediante hidrólisis. Se nombran añadiendo la terminación -osa al número de carbonos, como por ejemplo, triosa, tetrosa, pentosa, hexosa, etc.
- Una aldosa es un monosacárido cuya molécula contiene un grupo aldehído, es decir, un carbonilo en el extremo de la misma. La aldosa más simple es el gliceraldehído, que tiene solo tres átomos de carbono.
-
Una cetosa es un monosacárido con un grupo cetona por molécula. La dihidroxiacetona, de tres átomos de carbono, es la cetosa más simple y la única que no presenta actividad óptica.
Por tanto, las aldosas y las cetosas, tienen un grupo carbonilo (carbono unido mediante doble enlace al oxígeno).
- Propiedades físicas. Son sólidos cristalinos, de color blanco, de sabor dulce, y solubles en agua, ya que los radicales hidroxilo (-OH) y los radicales hidrógeno (-H) establecen puentes de hidrógeno con las moléculas de agua.
- Propiedades químicas. La presencia del grupo carbonilo les confiere, además, unas propiedades reductoras que, como se verá más adelante, se utilizan para identificarlos.
Los monosacáridos pueden ser oxidados (o ellos reducir) por determinados iones como el ion férrico (Fe3+) y cúprico (Cu2+) que pasarán al reducirse a Fe2+ o Cu+1. El grupo carbonilo de los monosacáridos pasa a ácido cuando se oxida.
Ésta es la base de la reacción de Fehling en la que una disolución azul, por la presencia de Cu2+, pasa a Cu+, de color rojo, en presencia de azúcares reductores como la glucosa.
Otra propiedad química de los glúcidos es su capacidad para asociarse con grupos amino -NH2.