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La vuelta al cine en 40 películas
Fue el último superviviente de los directores nominados al Oscar en la década de los 50. Michael Anderson ha fallecido a los 98 años, como consecuencia de un infarto de miocardio. Se especializó en cine aventurero, bélico y de fantasía. Muchos se tiraron de los pelos, pero logró que “La vuelta al mundo en 80 días” ganara un Oscar a la mejor película. Además a lo largo de su carrera demostró un insólito interés por la figura católica del papado.
Michael Joseph Anderson nació el 30 de enero de 1920 en Londres, Inglaterra, en el seno de una familia de actores, sus padres eran Lawrence Anderson y Beatrice Anderson y su tía abuela Mary Anderson gozó de fama por interpretar obras de Shakespeare. Como actor tuvo alguna fugaz aparición en la pantalla, por ejemplo estuvo en Sangre, sudor y lágrimas (1942), de David Lean.
Le tocó de lleno la Segunda Guerra Mundial en el Royal Signals Corps, donde conoció a Peter Ustinov, y sólo al terminar la contienda pudo encauzarse profesionalmente colaborando con su nuevo amigo. Sus primeras películas las hizo en el Reino Unido, aprovechando su experiencia bélica para adentrarse en este género. Debutó junto a Ustinov con Private Angelo (1949), aunque sobre todo está muy bien considerada The Dam Busters(1955), cuyo clímax se asegura que inspiró a Georges Lucas para La guerra de las galaxias. Otras cintas guerreras en el haber de Anderson son Patrulla de rescate (1964) y Operación Crossbow (1965).
Al año siguiente se atrevería con una adaptación bastante libre de la novela emblemática de George Orwell, 1984 (1956). El gusto por este tipo de tramas distópicas tendría continuación en La fuga de Logan (1976) –donde su hijo Michael Anderson Jr. tiene un papel– y en la miniserie que adapta a Ray Bradbury Crónicas marcianas (1980).
Su título más popular, producido por Mike Todd en Hollywood y ganador del Oscar a la mejor película, fue La vuelta al mundo en 80 días (1956), vistosa cinta basada en la obra de Jules Verne, que permitía conocer muchos países y jugar con el contraste de personalidades que ofrece el flemático David Niven con el dicharachero Mario Moreno "Cantinflas". En la misma línea de cine aventurero Anderson entregaría Misterio en el barco perdido(1959), Doc Savage, el hombre de bronce (1975) y Orca, la ballena asesina (1977).
La carrera del director británico luego afincado en Canadá es claramente irregular, pero de vez en cuando brilla alguna perla en su trabajo artesanal. Las sandalias del pescador(1968) adaptaba el best-seller de Morris West, una anticipación del primer Papa venido del este (Anthony Quinn), que en el mundo real sería el polaco Karol Wojtila, o sea, Juan Pablo II. Precisamente en 1989 adaptó una obra de teatro de este Papa, en El taller del orfebre. Además, otra vuelta de tuerca al tema del papado, en 1972 dirigió La papisa Juana con Liv Ullmann, basada en la historia legendaria de una mujer disfrazada de hombre, que habría llegado a ser elegida papa sin que se supiera su sexo.
La última cinta dirigida por Anderson se basaba en un famoso cuento, Pinocho y Geppetto (1999), que contaba como protagonista con Martin Landau, en aquel momento recién oscarizado por Ed Wood, pero la cinta pasó sin pena ni gloria.
El director estuvo casado en tres ocasiones. Entree 1939 y 1969 con Betty Jordan, que le dio 5 hijos. Luego con Vera Carlisle, con quien tuvo un niño. Y desde 1977 con Adrienne Ellis, por los que sumó dos hijastros a su numerosa familia.
Premios
Nominado a 1 premio
- Dirección La vuelta al mundo en 80 días