100 aniversario

Lenin, el líder revolucionario que cambió la historia de Rusia para siempre

Lenin

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Foto: Gtres

Quizás el nombre de Vladímir Ilich Uliánov no sea ampliamente reconocido, pero este personaje histórico dejó una huella imborrable en la trayectoria de la política rusa. Su alias, en cambio, es rápidamente asociado con los conceptos de revolución y comunismo: Lenin, líder bolchevique y dirigente del Estado Soviético. 

A 100 años de su muerte, que sucedió el 21 de enero de 1924 tras un período de enfermedad, este político, revolucionario, pensador y líder comunista ruso sigue considerándose, para bien o para mal, una de las personalidades más influyentes del siglo XX

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de vladímir a lenin

Vladímir Ilich Uliánov nació el 22 de abril de 1870 en una localidad rusa cercana al río Volga llamada Simbirsk, en el seno de una familia económicamente acomodada. Su padre era funcionario de la administración imperial durante la época de apogeo del Imperio Ruso. 

Su vida estuvo fuertemente ligada a la política prácticamente desde el principio por influencia de su hermano mayor, Aleksandr, militante antizarista de un grupo terrorista que conspiraba para asesinar al zar Alejandro III. En 1887, este fue arrestado y ejecutado por la policía secreta tras ser descubierto en posesión de una bomba. 

Este evento, sin duda, contribuyó a la radicalización de Vladímir y su implicación en la política nacional con fuertes intenciones de reforma, pues ya hacia finales del siglo XIX el Imperio Ruso de los Romanov se veía necesitado de progreso y profundos cambios de tipo económico y político.

Durante su época de estudiante participó en actividades revolucionarias que hicieron que fuera expulsado de su primera universidad, donde estudiaba Derecho. Terminó sus estudios en la Universidad de San Petersburgo, graduándose como abogado en 1891. 

En la misma ciudad, unos años más tarde, un joven Lenin de tan solo 25 años cofundaría la Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera, una organización de ideología marxista que difundía propaganda socialista entre los trabajadores de las fábricas, y que organizaría la mayor huelga hasta entonces conocida en Rusia.

Su implicación con el grupo costó a Lenin, junto con otros miembros, la detención por parte de la policía secreta, encarcelamiento durante 15 meses y una deportación a Siberia. Sin embargo, las permisivas condiciones de su encierro hicieron posible que siguiera colaborando con la causa socialista. 

Adoptar pseudónimos era habitual entre los revolucionarios para dificultar su identificación u ocultar lazos familiares. Lenin, su alias político, es un nombre de origen ruso que significa "el que pertenece al río Lena", un largo río que pasa por Siberia.

la revolución rusa DE 1905

Una vez terminada su estada en Siberia en el año 1900, Lenin se exilió en Suiza para evitar nuevas penas de prisión relacionadas con su lucha obrera, una actividad cada vez más perseguida en el Imperio Ruso.

Allí fundó el diario Iskra (la chispa), una publicación muy popular entre la clase obrera que se repartía de manera clandestina en Rusia, y que tenía el objetivo de promover la ideología del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), una fuerza política fundada por organizaciones marxistas.

Durante los siguientes años este movimiento político se fortaleció en Rusia. Sin embargo, Lenin era partidario de un método de lucha revolucionaria profesionalizada, y en 1903 el partido se vio dividido entre aquellos afines a su propuesta (los bolcheviques) y una facción más moderada liderada por Yulli Mártov (los mencheviques). 

En aquel momento, el país vivía un per��odo de inestabilidad y descontento general de la población causado, en parte, por las consecuencias de la mala gestión gubernamental del zar Nicolás II. En 1905 se desató una ola de revueltas de campesinos y obreros que reclamaban mejores condiciones de vida y derechos políticos. 

Lenin volvería temporalmente a Rusia en vistas del estallido de estas revueltas, que pasarían a ser conocidas como la Revolución Rusa de 1905, donde se encontró que una alianza entre bolcheviques y mencheviques no sería posible dado que ambas ideologías, a pesar de su raíz común, habían quedado claramente diferenciadas. En este sentido, el líder de los bolcheviques ponía siempre la revolución por delante, incluso de la unidad del partido. 

El fracaso de la revolución obligó a Lenin a volver al exilio en 1907, y no regresaría a su país hasta 10 años más tarde. 

LA REVOLUCIÓN RUSA DE 1917

La fracción de los bolcheviques, aunque claramente debilitada por diferencias internas, el exilio de su líder y el creciente poder de los mencheviques en Rusia, resistió el paso de los años hasta que en 1912 el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso se dividió de forma oficial. 

En 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, los partidos socialistas europeos se unieron a sus respectivos gobiernos, un hecho que Lenin denunciaría de forma pública por la participación de estos en una guerra imperialista, considerándolo una traición a la causa revolucionaria.

Su sugerencia, por lo contrario, sería la de transformar dicha guerra en una guerra civil donde los socialistas lucharían contra su verdadero enemigo: sus propios gobernantes y el sistema que sume al proletariado en la miseria.

Inicialmente su propuesta obtuvo poco apoyo y, además, la guerra dificultaba cualquier tipo de comunicación entre socialistas afines, tanto dentro como fuera de Rusia. Sin embargo, con el paso del tiempo Lenin consiguió llegar a Suiza, país que había adoptado un rol neutral durante la guerra, y allí conseguiría reunir a un pequeño grupo de militantes contrarios a esta contienda. 

Finalmente, en 1917, un grupo de obreros y soldados de la ciudad de Petrogrado (actual San Petersburgo) que se encontraban en condiciones miserables tras 3 años de guerra iniciaron una nueva revolución que lograría deponer al zar

Petrogrado era una importante ciudad del Imperio Ruso, de población mayoritariamente campesina, donde se producía una gran cantidad de armamento durante la guerra. Estos ciudadanos pasaron a ser obreros atraídos por la remuneración de un trabajo industrial, pero su calificación era muy limitada y las condiciones laborales habían mermado. 

Ellos serían los protagonistas de la movilización de la clase obrera, que de forma inesperada hizo estallar la Revolución rusa de 1917. En ese momento, Alemania permitió a Lenin y sus aliados volver a Rusia esperando que el socialismo frenara los esfuerzos bélicos rusos en los frentes de la Primera Guerra Mundial. 

Por su lado, los parlamentarios habían retirado su apoyo al zar y nombraron un gobierno provisional para tratar de controlar la grave situación de crisis que se producía en Rusia. Este gobierno estaba liderado por Aleksandr Kérenski, un revolucionario moderado. Por entonces, el zar Nicolás II había abdicado. 

Lenin, en el centro de la imagen, con Trotski a su izquierda en una celebración del tercer aniversario de la Revolución rusa. La imagen fue tomada el 7 de noviembre de 1920.

Lenin, en el centro de la imagen, con Trotski a su izquierda en una celebración del tercer aniversario de la Revolución rusa. La imagen fue tomada el 7 de noviembre de 1920.

Lenin, en el centro de la imagen, con Trotski a su izquierda en una celebración del tercer aniversario de la Revolución rusa.

Cordon Press

Cuando Lenin llegó a Petrogrado y encontró esta república liberal dirigida por Kérenski impulsó una segunda revolución para destituir al gobierno provisional y transferir el poder a los sóviets, ahora de mayoría bolchevique. Esta es conocida como la Revolución de Octubre, y convertiría a Rusia en el primer país comunista de la historia. Después de la toma del poder de los bolcheviques, Lenin fue nombrado presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.

LA POLÍTICA DE LENIN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA

Una de sus primeras medidas como gobernante fue la firma del Tratado de Brest-Litovsk, que negoció la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial a cambio de la entrega de territorios a Alemania, unas condiciones que no agradarían a muchos, incluido el nuevo gobierno bolchevique.

No obstante, con el final de la guerra el 11 de noviembre de 1918, se firmó en París otro tratado entre las potencias vencedoras, el Tratado de Versalles, que obligó a Alemania, como perdedora de la guerra, a renunciar a todas las posesiones previamente obtenidas

Aun así, las políticas del nuevo estado comunista no eran del agrado de todos y entre 1918 y 1920 estalló una guerra civil entre los bolcheviques de Lenin y sus adversarios, los rusos blancos liderados por el almirante Kolchack, apoyados por aliados internacionales.

Esta fue una guerra sangrienta y destructiva, en la cual los antiguos generales zaristas trataron de derrocar el régimen comunista, sin éxito. El gobierno soviético logró sobrevivir, en parte, gracias al Ejército Rojo de Obreros y Campesinos, una formación militar liderada por León Trotsky, su principal colaborador. 

Lenin también encontró la ocasión de vengar, en cierta manera, la muerte de su hermano Alexandr ordenando la ejecución del zar Nicolás II y toda su familia. Así, los bolcheviques localizarían y asesinarían a los Romanov una noche de julio de 1918. 

En agosto del mismo año se produjo un atentado contra la vida de Lenin, quien logró sobrevivir a 3 disparos a la salida de un discurso político en Moscú por parte de Fanni Kaplán, una activista anarquista rusa. 

Tras dos años de guerra civil, en 1921 Lenin impulsó la Nueva Política Económica con el objetivo de favorecer la recuperación del país y relajar las estrictas políticas que afectaban a los campesinos y parte de la clase obrera, recursos esenciales en las bases del comunismo. 

Además, para afianzar el control de los bolcheviques, no dudó en usar a su temible policía secreta y llevar a cabo arrestos, juicios y ejecuciones para aplacar a sus opositores y posibles revueltas, como ocurrió en el caso de los marineros de la base naval de Kronstadt.

A partir de 1922 presidió como máximo líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta su muerte en 1924 a causa de graves problemas de salud, un periodo durante el cual vivió la decadencia del socialismo en la Rusia soviética y el creciente poder de Iósif Stalin, entonces secretario general del partido. 

Lenin y Stalin

Lenin y Stalin

Lenin (izquierda) junto con Stalin (derecha) en 1924.

Foto: Maria Ilyinichna Ulyanova (CC)

Durante los últimos años de su vida fue atendido constantemente por médicos y cuidado por su hermana menor, Maria Ulyanova.

UNA ESCASA VIDA PERSONAL, eclipsada por la política

Es bien sabido que la vida de Lenin giró entorno a su faceta política, una de sus máximos intereses y ambiciones. Sin embargo, esta carrera fue enormemente apoyada por su mujer, Nadezhda Krupskaya, con quien había contraído matrimonio en 1894. 

Esta padecía la enfermedad de Graves-Basedow, que le impedía quedarse embarazada. Por este u otros motivos, Nadezhda y Lenin nunca tuvieron hijos. 

A pesar de su matrimonio, existen rumores de que el líder de la revolución rusa mantuvo una relación secreta con una compañera de la causa socialista, Inessa Armand, aunque estos nunca pudieron ser confirmados, ni siquiera con la intercepción de correspondencia entre ambos.