In Darkness (2011), de Agnieszka Holland

Película basada en hechos reales acontecidos en la ciudad polaca de Lvov ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera. Cuando ya la balanza bélica se inclina en contra de los alemanes, éstos irrumpen en el ya muy degradado ghetto judío, cometiendo todo tipo de tropelías. Un grupo de judíos se esconden bajo tierra en las alcantarillas, sobreviviendo en condiciones infrahumanas. Les ayuda, al principio por motivaciones pecuniarias, y luego por razones más nobles, Leopold Socha, trabajador de las cloacas de la ciudad, de las que conoce todas sus peculiaridades laberínticas.

Cruda película dirigida por Agnieszka Holland, directora polaca que ha ido creciendo profesionalmente con el paso de los años, ayudándole sobremanera su trabajo en series televisivas estaounidenses de calidad como The Wire, Treme y House of Cards. Atrapa las cualidades claustrofóbicas de los subterráneos donde transcurre gran parte de la trama, y juega con talento al contraste cuando la mirada se asoma al exterior, y los confinados pueden respirar por un momento aire puro y dejarse cegar por la luz del día. También sabe plasmar la evolución de Leopold Socha y de su esposa Wanda, bien encarnados  por Robert Wieckiewicz y Kinga Preis, mostrándoles humanos, frágiles, pero también con capacidad de levantar la mirada hacia arriba.

De todos modos, domina una visión pesimista acerca de los horrores que es capaz de perpetrar el ser humano, sólo en el fondo de niño que todos tenemos hay una inocencia y nobleza que invitan a no tirar la toalla. Sobrecoge ver a los judíos, y cómo se han animalizado, embargados por algo muy próximo a la desesperación, aunque también tratan de sacar fuerzas de flaqueza, celebrando la Pascua, u ocupándose de los niños. Quizá esta parte, más incluso que las terribles ejecuciones perpetradas por los nazis, es la más desagradable del film, mostrándose la promiscuidad, los cadáveres o el parto primero celebrado, pero que luego da pie a una acción terrible.