En el inicio, unas viejas im�genes de la familia Von Trapp, que no son de "La novicia rebelde", sino de una pel�cula alemana de los a�os 50.
La secuencia demuestra lo que "Buenas noches, mam�" no es ni ser�.
Debe ser iron�a o humor austr�aco, algo que parece no existir. Ni en esta pel�cula ni el cine de Michael Haneke y tampoco en "Funny games" (1997), que tambi�n transcurre en una casa pegada a un lago.
La de ahora es moderna y elegante, pero solitaria. Se levanta sobre un vasto terreno, es gente con dinero y una familia breve: una madre (Susanne Wuest) y sus gemelos Lukas y El�as (Lukas y Elias Schwarz), que pasan un tiempo de verano y ocio.
La pel�cula funde los planos en negro, m�s de una vez, como si esa oscuridad y color tuvieran el dominio y marcaran la atm�sfera.
Son dos ni�os en torno a los 10 a�os que recorren un lugar que parece tener secretos.
La pel�cula encuadra a los gemelos en las afueras o en el interior de la casa y deja abierto, por los costados, algo que puede ocurrir, porque el cine de terror, desde luego el estadounidense, avanza con sustos s�bitos y miedos repentinos.
En esta pel�cula austr�aca no son necesarios los golpes de efecto, porque lo m�s temible es lo que provoca mayor afecto y confianza. Est� en la casa, el esposo no existe, ella duerme sola y quiere que bajen las cortinas y el ruido sea m�nimo, porque est� en proceso de recuperaci�n de una cirug�a est�tica, una operaci�n que cruz� su rostro. Y por eso utiliza un enorme vendaje que le cubre por completo la cara y una parte de la cabeza, solo quedan libre su boca y ojos. Es la madre de los gemelos, eso parece y deber�a ser ella.
La mujer se mira al espejo, prefiere estar sola y busca en su reflejo una explicaci�n.
Los gemelos no necesitan reflejo, porque son id�nticos y siempre est�n juntos.
Lukas y El�as, con el paso de los d�as, primero sospechan y luego dudan y as� se construye la primera mitad de "Buenas noches, mam�".
Esa mujer quiz�s no es su madre.
En la segunda mitad las certezas iniciales se destruyen, los puntos cardinales se vuelcan y tambi�n las amenazas.
La pel�cula mantiene la limpieza y la higiene de un laboratorio. Hay l�quidos que conservan los cuerpos. Recipientes de vidrio con decenas de insectos, todos parecidos: gordos, reptan y podr�an volar. Hay tijeras filosas, lupas, pegamento instant�neo, vendas blancas, cruz roja.
La historia se retuerce sobre s� misma y se convierte en algo distinto y terrible, porque ahora va a encuadrar de manera cruel e inesperada unas sesiones de dolor, tormento y aullido.
Es verdad que hay alguna pista falsa y hasta tramposa. La peor es la secuencia de la mujer por el bosque, que culmina con un efecto visual sorprendente e inconducente. Y quiz�s el final merec�a otra vuelta y mayor precisi�n, pero todo se le puede perdonar a "Buenas noches, mam�".
Los que no perdonan son los hijos; y las madres, a veces. "Ich seh, ich seh". Austria, 2014. Directores: Severin Fiala y Veronika Franz. Con: Lukas Schwarz, Elias Schwarz, Susanne Wuest. 99 minutos. Mayores de 18 a�os.