Después de su destacado papel en la creación de la bomba atómica, J. Robert Oppenheimer fue inicialmente aclamado como un héroe nacional en Estados Unidos, ya que sus armas nucleares de fisión contribuyeron a poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la nueva película de Christopher Nolan nos muestra cómo las circunstancias cambiaron drásticamente para Oppenheimer una vez que expresó sus inquietudes sobre el futuro uso de estas devastadoras bombas. En un giro sorprendente de los hechos, su reputación se vio afectada por desacreditaciones e investigaciones diseñadas para manchar su nombre.

En este intrigante relato cinematográfico, uno de los principales actores en la caída de Oppenheimer es Lewis Strauss, magistralmente interpretado por Robert Downey Jr., en la que se ha considerado la mejor actuación de su carrera. Pero, ¿quién era realmente Lewis Strauss y qué papel desempeñó en esta dramática caída?

La historia de fondo

Lewis Strauss nació en 1896 en Charleston, Virginia Occidental, en el seno de una familia de emigrantes judíos provenientes de Alemania y Austria. Desde temprana edad, su ambición era estudiar física en la universidad, pero el destino tenía otros planes para él. Una recesión afectó el negocio de su padre cuando era joven, lo que lo llevó a tomar un rumbo diferente y convertirse en vendedor de zapatos.

La vida de Strauss dio un giro inesperado con el estallido de la Primera Guerra Mundial. En ese momento, encontró una oportunidad única al trabajar como asistente de Herbert Hoover, quien más tarde se convertiría en jefe de la Administración Alimentaria de Estados Unidos en 1917. Strauss se mantuvo a su lado como asistente personal cuando Hoover asumió el liderazgo de la Administración de Socorro estadounidense de posguerra.

Tras el fin de la guerra, Strauss encaminó su carrera hacia el mundo financiero, convirtiéndose en un exitoso banquero de inversiones. Su talento para organizar la financiación de proyectos se hizo evidente al respaldar la construcción de ferrocarriles, la película para diapositivas en color Kodachrome y la innovadora cámara Polaroid, entre otros proyectos destacados.

Energía nuclear

La vida de Lewis Strauss estuvo marcada por acontecimientos que influyeron profundamente en su carrera y perspectiva sobre la física y la energía nuclear. Trágicamente, sus dos padres fallecieron a causa del cáncer, lo que despertó su interés en la ciencia y su potencial para tratar esta enfermedad.

Después de una etapa en el Departamento de Artillería de la Armada, Strauss ingresó en 1946 a la recién creada Comisión de Energía Atómica (AEC), un puesto que le fue otorgado por el Presidente Truman. Con el tiempo, llegaría a ocupar el cargo de comisario jefe de la AEC.

Los acontecimientos en el ámbito de la energía nuclear y armamentística en la década de 1940 marcaron un punto de inflexión en la carrera de Strauss. Tras la prueba exitosa de la bomba nuclear Trinity en julio de 1945, la Unión Soviética realizó su primera prueba de una bomba atómica en 1949. Ante esta situación, Strauss se posicionó firmemente a favor de que Estados Unidos priorizara los avances en armas nucleares y que la información sobre estos avances se mantuviera en secreto frente a otras naciones. De hecho, en la película se le cita diciendo: "Ha llegado el momento de dar un salto cuántico en nuestra planificación... Ahora debemos hacer un esfuerzo intensivo para adelantarnos con la súper (en referencia a la bomba de hidrógeno)".

la verdadera historia de lewis strauss en oppenheimer
Universal

Oppenheimer y Strauss

En 1947, Lewis Strauss y J. Robert Oppenheimer se encontraron en una encrucijada que marcaría una tumultuosa relación en el ámbito científico y político. En ese momento, Oppenheimer dirigía el laboratorio de Los Álamos, y Strauss le ofreció un puesto como director en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Sin embargo, a pesar de su cercanía inicial, los dos hombres chocaron en sus perspectivas y objetivos. Mientras Oppenheimer abogaba por una política de seguridad nacional basada en armas atómicas y la defensa continental, Strauss buscaba el desarrollo de armas termonucleares y una doctrina de disuasión.

El desacuerdo entre ambos se agravó cuando el Comité Asesor General (GAC) de científicos atómicos de alto nivel cuestionó a Strauss sobre la exportación de radioisótopos con fines médicos y su impacto en la seguridad nacional. En una audiencia sobre este asunto en 1949, Oppenheimer aparentemente se burló de Strauss en el estrado, generando una tensión y rivalidad que persistiría.

La desconfianza y sospechas hacia Oppenheimer llevaron a Strauss a pedir al director del FBI, J. Edgar Hoover, que vigilara al científico. Sin embargo, la vigilancia no reveló más que pequeñas inconsistencias en los relatos de Oppenheimer, lo que no fue suficiente para confirmar sus temores de espionaje.

Las tensiones entre Strauss y Oppenheimer alcanzaron su punto álgido en una audiencia de la Junta de Seguridad del Personal de la AEC en abril de 1954. Strauss, personaje fundamental en dicha audiencia, intentó incriminar a Oppenheimer como comunista y posible espía, con el objetivo de revocar su autorización de seguridad para acceder a áreas clasificadas.

Esta audiencia tuvo un impacto devastador en Oppenheimer, que nunca volvió a ser el mismo tras el proceso. La controvertida decisión de separar a Oppenheimer de los secretos nucleares fue atribuida a una directiva de Eisenhower, conocida como el "muro en blanco", que presuntamente contó con la complicidad de Strauss.

Posteriormente, en 1958, Strauss fue nominado por Eisenhower para ocupar el puesto de Secretario de Comercio en la Casa Blanca. Sin embargo, su candidatura fue rechazada por el Senado en 1959, lo que significó una derrota humillante para él.

Después de estos eventos, Strauss se retiró de la política y se dedicó a actividades filantrópicas. Falleció a la edad de 78 años en 1974, dejando un legado controvertido y una historia marcada por tensiones y rivalidades en el complejo mundo de la ciencia y la política nuclear.

Vía: Esquire UK