Entre 2017 y 2018, Netflix selló dos pactos multimillonarios que supusieron un terremoto en la industria del entretenimiento. Primero fichó a Shonda Rhimes, productora de 'Anatomía de Grey', 'Cómo defender a un asesino' o 'Estación 19', y después lo hizo con Ryan Murphy, autor de ficciones como 'American Horror Story', 'Glee' o 'American Crime Story'. Las cantidades que recibieron fueron desorbitadas (se dice que ella 150 millones de dólares y él, 300, aunque las cifras bailan según la fuente y los beneficios industriales) y desde entonces quedó en el aire la pregunta de si aquello merecía la pena o si este golpe en la mesa que daba la productora no habría sido la historia de la mayor dilapidación de dinero de Hollywood.

Ambos tardaron cierto tiempo en mostrar las cartas que tenían preparadas para la plataforma, pero mientras Shonda encontró la gloria comercial con 'Los Bridgerton' de forma incuestionable, asentándola además como saga duradera, y después repitió logro con '¿Quién es Anna?', Ryan iba acumulando proyectos de desigual calidad y escasa repercusión. Hasta ahora. Porque 'Dahmer' no solo ha sido un éxito mainstream, sino que esta semana ha conseguido superar a 'Los Bridgerton' y se ha colocado, con 701 millones de horas vistas, como la tercera serie más vista en la historia de Netflix, solo superada por 'El juego del calamar' y la cuarta temporada de 'Stranger Things'. Y no parece que sea una gesta puntual, sino el primero de varios éxitos.

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Netflix

Mientras que 'Dahmer' ocupaba el número 1 en la categoría de series de la plataforma, en la de cine se instalaba en muchos países 'El teléfono del señor Harrigan' (incluido EEUU), una película también de Ryan Murphy, basada en una novela de Stephen King y producida junto a Jason Blum. Y aunque finalmente ha sumado 35 millones de horas vistas en su estreno (una cifra buena aunque tibia), esa coincidencia en los tops de una serie y una cinta suyas era desde luego motivo de celebración para Ryan Murphy. Y, ojo, porque hoy mismo se ha estrenado 'Vigilante' y su premisa, elenco y tráiler huelen a éxito.

El difícil camino de Ryan Murphy hasta aquí

El comienzo de la etapa de Ryan Murphy en Netflix lo marcaron dos series que, en realidad, no estaban creadas bajo su acuerdo sino que fueron desarrolladas desde Fox 21 Television Studios, anterior casa del creador, y vendidas a la plataforma: 'The Politician' y 'Ratched'. Pero al margen de ese detalle industrial, sí servían para medir si esto era lo que el genio podía ofrecer a la plataforma. La primera consiguió ruido entre la crítica (con opiniones dispares) aunque no tanto entre el público, mientras que 'Ratched' tuvo un cierto tirón inicial pero se quedó diluída. Tanto que ninguna tiene asegurada su continuidad. 'The Politician' tuvo dos temporadas y aunque se firmaron dos de 'Ratched' no hay señales de que estén trabajando en esa segunda temporada, a pesar de que han pasado dos años de su estreno. Dadla por finiquitada.

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ATSUSHI NISHIJIMA/NETFLIX

Después vinieron dos miniseries, 'Hollywood' y 'Halston' (así como varios documentales, la adaptación de 'The Boys in the Band' y la -permítanme el calificativo- nefasta 'The Prom') que repetían el problema de los productos anteriores: ni supongían un boom entre el público ni lograban el aplauso unánime de crítica y premios de obras anteriores de Murphy. Dicho de otra forma, Netflix no obtenía ni un 'Glee', 'American Horror Story' o '9-1-1', ni tampoco un 'Feud' o 'American Crime Story'. Y nadar en el mar de la irrelevancia era lo peor que le podía pasar a alguien de su elevado perfil con un cheque de 300 millones en su bolsillo. Ahora con 'Dahmer' le ha dado totalmente la vuelta: sí es una serie que puede entrar en la categoría de "prestigio", pero a la vez ha logrado números loquísimos. Y, quizás más importante, ese "Monstruo" que le ha colocado al título huele, aunque nadie lo haya confirmado, que esta no es más que la semilla de una franquicia true-crime que podría ser la nueva gallina de los huevos de oro.

¿El fin de los megacontratos de Netflix?

Algunos analistas llevan un tiempo señalando que, en la medida en que Netflix ha entrado en un periodo de contención de gasto, este tipo de acuerdos están condenados a llegar a su fin y que la compañía y otras plataformas podrían volver a un sistema de estudios y pujas similar al que funcionaba entre las networks. Sería el fin de la "era de la exuberancia irracional en tiempos del streaming", como lo llama Variety. Sin embargo, esta predicción choca con dos movimientos que la compañía de la ene roja hizo hace poco más de un año.

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En julio de 2021 se anunció un acuerdo con el prolífico productor Greg Berlanti (responsable de megahits como 'You', 'Riverdale' o el Arrowverso) y su compañera Sarah Schechter y ese mismo mes se renovaba el contrato con Shonda Rhimes por cinco años (aunque todavía no había expirado el anterior, pero motivados por el éxito de 'Los Bridgerton'), añadiendo 100 millones extra a su valor para equipararla al nivel de Berlanti y Murphy. Así, podemos creer que las dos realidades, la del ahorro y la de los acuerdos millonarios, pueden coexistir, pues hay muchos otros sitios de los que recortar: de esas series que nadie ve y a nadie importan y que se hacen al tuntún, por ejemplo.

Quizás la cuestión no sea tanto si termina o no la era del despilfarro y de los acuerdos con los popes de la industria, sino otra: ¿quién vale lo suficiente para mantenerle atado? O, dicho de otra forma, ¿quién ha hecho méritos para que sigamos pagando tan alta factura? Ryan Murphy, si no lo ha conseguido ya, le queda poco.

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Álvaro Onieva

Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".